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Para los habitantes de Santa Rosa, aldea pesquera del estado Anzoátegui, en Venezuela, el pasado sábado 3 de diciembre no fue un días más en sus vidas. Desde bien temprano en la mañana, ese poblado de 853 habitantes fue tomado por un ejército de amor, dispuesto a librar una batalla por la vida.
Un total de 9 médicos –incluyendo fisiatra, oftalmólogo y odontólogo– 6 enfermeras, además de técnicos de rayos X, laboratorio, farmacéutico y un equipo de rehabilitadores, se dieron a la tarea de visitar casa por casa, no solo por el empeño de aliviar eventuales dolencias, sino también por el de prevenir futuras enfermedades mediante el trabajo profiláctico.
Así realizamos nuestro homenaje a Carlos J. Finlay en su natalicio, nos dice la doctora avileña Ramona Garrido, jefa del Área de Salud Integral Comunitaria en el municipio Urbaneja.
En efecto, el eminente médico cubano Carlos Juan Finlay Barrés, nacido el 3 de diciembre de 1833 en Camagüey, consagró su vida al trabajo, y por eso no hay mejor manera de recordarlo que siendo consecuente con su legado. No solo fue autor de uno de los más importantes descubrimientos científicos de la medicina tropical: la transmisión de enfermedades por medio de vectores biológicos, sino también un prominente sabio.
Por la importancia de su descubrimiento, a Finlay le fue conferida la distinción de “Benefactor de la Humanidad”, y cada año, en su natalicio, se celebra en Cuba y otros países el Día de la Medicina Latinoamericana.
En la jornada, fueron atendidos más de 50 pacientes de la aldea, los cuales recibieron consultas de rehabilitación, ortodoncia, oftalmología, medicina general, además de donárseles los medicamentos necesarios para su tratamiento.
Pero hubo una razón especial para, precisamente, realizar el operativo en la aldea de Santa Rosa: el Consultorio Médico Popular de la comunidad, donde trabajan los doctores Franklin Barbier y Darlyn Molinet, fue merecedor del honroso certificado de Colectivo Destacado.
Este consultorio opta ahora por la condición de Colectivo Moral, la más exigente de todas las distinciones, me explica la doctora Luz Marina Torres. Para ello no solo basta realizar un trabajo profesional de altura, sino también contar con el máximo reconocimiento de toda la comunidad. Por ejemplo, ahora mismo en Santa Rosa hay 14 mujeres embarazadas y 23 lactantes, y todas son atendidas en ese consultorio. Nos prefieren por encima de otras clínicas.
Ya en horas de la tarde, se realizó un breve, pero muy emotivo acto de reconocimiento, que contó con la presencia de Agustín González Tremol, representante de la embajada cubana en Venezuela, Orlando Capote Tabares, vicecoordinador de La Misión Barrio Adentro en el estado Anzoátegui, así como de pobladores y miembros del consejo comunal de la aldea Santa Rosa.
Tras las palabras de reconocimiento, González Tremol agregó: “Es ese el estilo de trabajo que debe caracterizar a las Misiones Cubanas en Venezuela: No hay mejor recordación u homenaje a una fecha patria que, ese día, ser mejores trabajadores. Hay que celebrar trabajando, y trabajar cada día más”
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