Queridos amigos:
Cintio y Fina, a traves de sus cartas, me han hecho comprender mejor la esencia del pensamiento martiano.
El domingo, cuando escuchaba a mi amigo Enrique Ubieta conversar con Arleen en la Luz en lo Oscuro sobre su nuevo libro, me preguntaba cuánto deben haber influido estos dos grandes intelectuales de nuestra patria en su formación.
Ellos me escribieron y explicaron, con hermosas, profundas e inolvidables palabras, sobre esta frase del Apóstol: "El hombre no es lo que se ve, sino lo que no se ve".
Regresando ayer de trabajar en mi primera obra al pastel, tras haber por fin recibido mis materiales de dibujo, contemplaba el cielo oscuro con una luna cuarto menguante y evoque a Florence y sus montanas circundantes.
Tomo este poema del gran Walt Withman:
GRANDE ES LO VISIBLE
Grande es para mí lo visible, la luz; grandes son el cielo y las estrellas,
grande es la tierra y grande son el espacio y el tiempo, perdurables,
y grandes sus leyes, tan multiformes, desconcertantes, evolutivas;
pero muchísimo mas grande es la invisible alma mía, que abraca y dota a
todas esas cosas,
iluminando la luz, el cielo y las estrellas, sondeando la tierra, navegando
los mares,
(¿Qué serían, por cierto, todas ellas sin ti, alma invisible? ¿Qué valdrían
sin ti? )
¡Oh, mi alma, eres aun más vasta, desconcertante, evolutiva!
Más multiforme aún, más perdurable tú que todas ellas.
Cinco abrazos.
¡Venceremos!
Tony Guerrero Rodríguez
31 de enero de 2012
FCI Marianna
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