El español Amancio Ortega, uno de los tres hombres más ricos del mundo
Justo Cruz
Hace unos día leí dos noticias en
Internet que me hicieron recordar el libro “Decadencia y caída de casi todo el
mundo” (en inglés Decline and Fall of Practically
Everybody), uno de mis libros favoritos, obra maestra del escritor y
caricaturista norteamericano William Jacob Cuppy, conocido en el mundo
literario como Willi Cuppy.
Las noticias a las que me refiero
pudieran haber sido una buena fuente de inspiración para una versión moderna de
la famosa obra maestra.
En su libro Willi Cuppy nos
ofrece, a través de retratos biográficos de diferentes personalidades de la
historia universal, su visión sobre la forma en la que muchas veces lo ridículo
y lo cómico se pueden adueñar del ser humano, aún cuando creemos que estamos en
presencia de alguien poseído de cierto dote de inteligencia.
Estoy seguro que muchos de
ustedes coincidirán conmigo en el criterio de que si Willi Cuppy estuviera
entre nosotros en estos momentos, tuviera muchos motivos en los cuales
inspirarse para ridiculizar no sólo a esa partida de políticos y politiqueros
que han hecho de este mundo un desastre, sino también para ridiculizarnos por
permitir tanta falacia.
Las dos noticias a las que me
refiero están relacionada con España, la “Madre Patria”.
La primera rezaba: “Sindicalistas
españoles asaltan supermercados en España”. Unos 500 sindicalistas españoles
pertenecientes al Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) entraron a dos
supermercados de Sevilla y Cadiz, llenaron los carros de alimentos y trataron
de salir sin pagar.
El objetivo de la acción fue
llamar la atención por el hambre y la miseria que están pasando muchas familias
de campesinos y trabajadores en España. Los alimentos que lograron ser
extraídos fueron repartidos gratuitamente a algunas de estas familias.
La segunda noticia decía: “El
español Amancio Ortega está considerado como el tercer hombre más rico del
mundo”.
En un país que se encuentra en
medio de una de las crisis más grandes de su historia, con casi 8 millones de
desempleados, donde más del 50 % de su juventud se encuentra en el paro y donde
los recortes sociales están a la orden del día, mientras sus políticos no se
cansan de repetir que están obligados a tomar esas medidas porque no hay
dinero, resulta perverso que los medios de difusión no tengan reparos en
publicar esta escandalosa noticia.
Si el país está en bancarrota y a
los ciudadanos no les alcanza el dinero en muchos casos ni para pagar los
alquileres, ni la asistencia médica, debíamos preguntarnos entonces, ¿cómo es
posible que este hombre se haya convertido en uno de los hombre más rico del
mundo?
Ésta pregunta es retórica, no soy
tan tonto como para no saber la respuesta. Pregunten a los empleados de los
almacenes Zara sobre el salario que reciben de éste señor.
Estas dos noticias constituyen
una demostración fehaciente de lo que está ocurriendo en el mundo capitalista
de hoy, que no es otra cosa que lo que ha ocurrido siempre, sólo que ahora
ellos no les queda más remedio que reconocer que están en crisis.
Los ricos son cada día más ricos
y los pobres cada día más pobres. Esto es a lo que algunos especialistas llaman
“La crisis de los países desarrollados”.
El caso de España es algo
especial, como también es especial el hecho de que en pleno siglo XXI esta
sociedad siga creyendo en Reyes y Coronas.
Puede ser que muchos se pregunten
que tiene que ver esta perorata con Cuba.
Paciencia, ya me explico.
Hace unos meses nos enteramos por
casualidad de la aberrante predilección del Rey Juan Carlos de España por matar
elefantes. Digo por casualidad porque si el monarca español no se hubiera
accidentado, sus súbditos no se hubieran enterado del viaje que su Majestad
había realizado al continente africano para hacer Safari con sus amigotes.
Un viaje que según algunos le
debe haber costado al contribuyente español entre 40.000 y 60.000 Euros en
tiempo en que España atraviesa una crisis horripilante y sangrienta.
Con lo de horripilante y
sangrienta no exagero, si no me creen echen un vistazo a los videos y fotos que
andan por Internet para que vean con sus propios ojos como los policías
españoles arremeten contra los manifestantes que se han volcado a la calle para
exigir no solo un nuevo modelo económico, sino además un cambio de sistema.
La inmensa mayoría de ellos por
supuesto jóvenes.
Si esto sucediera en Cuba
entonces otro gallo cantaría, diría mi abuelo.
Los políticos de la Moncloa le
regalan a la Familia Real alrededor de 8 millones de Euros anualmente mientras
muchos se preguntan, ¿qué aportes da la Monarquía a la sociedad española?
¿Por qué el Estado Español debe
pagarle esa astronómica suma a una familia que no sale de un escándalo de
corrupción para entrar en otro?
¿No pudiera ser éste un buen
motivo para Willi Cuppy para escribir una nueva obra sobre la decadencia y
caída de los políticos de La Moncloa?
El título podría ser, “El Rey de
sobra comiendo y el pueblo de hambre muriendo” . Como si estuviéramos todavía
en la Edad Media.
A raíz del asalto de los
sindicalistas de SAT a los supermercado en Sevilla y Cádiz el ministro del
interior de España Jorge Fernando Díaz, ignorando la inmunidad parlamentaria
del alcalde del pequeño pueblo de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez del Partido
Izquierda Unida (UI), ordenó levantar una demanda judicial contra el mismo por
haber participado en la acción.
Según el ministro en sus
declaraciones a Europa Press, “él sabe que hay gente que le va mal, pero
que el fin no puede justificar los medios. Lo que la sociedad no puede permitir
es que se violen las leyes”.
Desde luego que el Ministro del
Interior, miembro del Partido Popular PP (partido gobernante en España y con
mayoría parlamentaria en la Comunidad Valenciana) omitió comunicarle a los
periodistas de Europa Press que en el parlamento de esta comunidad el 20
% de los parlamentarios pertenecientes a su partido (Partido Popular que de
popular no tiene nada) se encuentran bajo investigación judicial por
corrupción.
A mi personalmente me resulta
difícil creer esta noticia. ¿Cómo es posible que el 20 % de un grupo
parlamentario de un partido en un parlamento determinado esté bajo
investigación por corrupción?
Imaginémonos que esta noticia en
vez de ser desde Valencia fuera desde Pinar del Rio o desde La Habana.
Los europeos estuvieran cantando
como papagayos, pero por suerte es en España y ellos si pueden hacer lo que les
venga en ganas y no pasa nada.
Ahora resulta ser que el Partido
Popular es el mismísimo partido que decidió hace algunas semanas enviar a un
emisario a Cuba, el señor Ángel Francisco Carromero Barrios.
En su cuenta de Twitter este
señor se presenta como Vicesecretario General de Nuevas Generaciones del
Partido Popular en Madrid y su presidente en Salamanca, así como
Consejero Técnico del Ayuntamiento de Madrid.
En su “cuenta privada” en la
policía este sujeto no es más que un delincuente de carretara que no respeta
las leyes del tránsito, que además según el Ministerio de Hacienda acostumbra
de vez en cuando a no pagar impuestos como le debe corresponder a cada
ciudadano.
La tarea asignada al señor
Carromero era muy simple, contactar a miembros de la llamada disidencia en Cuba
y entregar fondos (regalar dinero a los pícaros cubanos) destinados a llevar la
“democracia” al país, al parecer al estilo de la monarquía española como en los
tiempos de la colonia, como si los cubanos todavía fueran indios y los
españoles los conquistadores.
Este señor no paga impuesto pero
tiene el descaro de llevarse el dinero de los contribuyentes españoles, que si
lo pagan, para malgastarlo en Cuba.
Demás está decir que desde hace
ya mucho tiempo los de La Moncloa, especialmente los del PP, se han empecinado
en llevar la “democracia” a la española a La Habana, en otras palabras,
llevar el hambre y la miseria. Lo cómico en esto es que en Cuba hay un par de
pícaros que han descubierto como sacarle la leche a la teta de la vaca y ahí
están haciéndole el juego.
Según los medios de difusión de
los más pudientes, el comunismo es el culpable de que el Estado Cubano según
ellos esté en crisis. La pregunta que ellos todavía no han sabido responder es
sobre cuál sería el verdadero culpable de la crisis que atraviesan los países
capitalistas desarrollados. De los subdesarrollados no hablemos porque esos
están en bancarrota constante.
Ahora vamos a hacer como si le
creyéramos e imaginémonos que Cuba también esté en bancarrota y las arcas del
estado estén tan vacías como en España. Entonces cómo podemos explicarnos que
en Cuba ni tan siquiera una familia haya perdido su casa por no poder pagar el
alquiler, o que algún ciudadano no haya recibido atención médica por no pagar
el servicio, o un estudiante no pueda seguir asistiendo a la universidad por verse
imposibilitado a pagar sus estudios.
¿Cómo podemos explicarnos que el
pueblo de Cuba no haya salido a la calle a exigir un cambio de sistema, ni
tampoco a ningún ciudadano se le haya ocurrido asaltar un supermercado para
matar el hambre?
Cuando le hayamos dado respuesta
a todas estas interrogantes comprenderemos entonces dónde está la diferencia
entre una crisis en Cuba y una crisis en España.
Esto no es un cuento mío, esto
nos los están contando los llamados “disidentes” cubanos, ahora disidentes en
España, “expresos políticos” y sus familiares, que hace más de un año salieron
de Cuba gracias a las gestiones de la iglesia católica y del gobierno de José
Luis Rodríguez Zapatero, político del Partido Socialista Obrero Español.
Estos señores salieron para la
tierra prometida y se llevaron hasta el gato. Más de 700 familiares se
convirtieron de la noche en la mañana en disidentes y arrancaron pa’ la “Madre
Patria” a vivir bien. Ahora resulta que según ellos en Cuba vivían mejor porque
tenían casa, comida y asistencia médica sin tener que trabajar. Una señora
mayor, enferma de cáncer se quejaba de que le habían quitado los medicamentos
vitales para su vida. Medicamentos que recibía gratis mientras vivía en Cuba.
Otros se quejaban de la brutalidad de la policía española durante las
manifestaciones. Brutalidad que supera con creces la “brutalidad” de la policía
cubana sobre la que ellos tanto pregonaban.
Uno de estos llamados “expresos
políticos” en medio de la desolación optó por quitarse la vida.
Lo cómico de esta tragedia es que
el responsable de que esos cubanos estén “pasando la de Caín” en España
es precisamente el actual gobierno dirigido por el Partido Popular, que decidió
quitarles la ayuda social, el mismo partido con el cual se codean los
disidentes cubanos en Cuba.
Esas son las cosas de la vida de
la que tanto hablaba Willi Cuppy en su libro.
La inmoralidad pica y se
extiende.
Para terminar con el cuento:
El emisario del PP en La Habana
señor Carromero comete un accidente en el que desgraciadamente pierden la vida
dos ciudadanos cubanos. Otro acompañante europeo que también viajó a Cuba con
la misma misión y que se encontraba también en el fatídico auto, salió
lesionado.
Jens Aron Modig, político de
nacionalidad sueca dio una conferencia de prensa en La habana y casi con
lágrimas en los ojos y haciéndose el pobre inocente declaró que no sabía que
estaba violando las leyes cubanas. Salió corriendo de Cuba en la primera
oportunidad dejando a su amigo de causa “embarcado” en La Habana.
Pocas horas después de haberse
dado a conocer el siniestro, comenzaron las acusaciones contra el gobierno
cubano como sucede siempre en estos casos. Esta vez algunos medios y algunos
periodistas acreditados en La Habana se mantuvieron cauteloso y no se hicieron
partícipe de la calumniosa campaña, era demasiado temprano para hacer
conjeturas y ya son muchos los papelasos cometidos por repetir mentiras.
No obstante los mismos
recalcitrantes de siempre arremetieron con una campaña internacional que
asombra por su comicidad y su absurdo. Todos exigían explicaciones inmediata de
lo sucedido al gobierno cubano. Hasta los familiares de uno de los fallecidos,
en medio del sufrimiento por la pérdida de un ser querido, se hicieron también
partícipe de esa aberrante campaña.
Normalmente en cualquier país del
mundo cuando ocurre un accidente es la policía no el Estado el que debe dar las
explicaciones. En el caso de Cuba, como han hecho de la isla del Caribe un caso
especial, debe ser el Estado Cubano el que debe dar la explicación y en tiempo
récord.
Una investigación de esa
envergadura lleva su tiempo, pero en el caso de Cuba todo debe ser diferente.
El Ministerio del Interior
después de haber realizado las investigaciones pertinentes llegó a la
conclusión de que el accidente fue ocasionado porque el conductor del vehículo
había conducido con exceso de velocidad.
No obstante las campañas
continúan aún cuando el mismo autor del accidente y su acompañante declararon
en sendas conferencias de prensa que el auto no había sido envestido por otro
auto como dicen los detractores de la Revolución Cubana en sus acostumbradas
verborreas.
Días después nos enteramos que el
conductor del vehículo el señor Carromero no tenía ni tan siquiera el derecho
de poseer el carné de conducir por constituir un peligro para el transporte
público. Había sido denunciado por la jefatura de tráfico de Cuenca por exceso
de velocidad con una multa de 520 Euros. Este señor había acumulado en algo más
de un año 45 multas por infracciones del tránsito, o sea casi una violación por
semana.
¿Se imaginan a que velocidad
debía haber conducido su auto este señor para haber recibido una multa de esa
naturaleza?
Esta es la mayor sanción que
contempla el Código de Circulación de España. 450 Euros de multa. Para que se tenga
una idea de la envergadura de la infracción, es como si este señor hubiera
conducido su auto a 220 km/h en una autopista en la que se permite conducir
hasta 120 km/h.
¿Se dan cuenta? este señor maneja
autos como si estuviera compitiendo para la Mercedes Benz en la Fórmula uno.
Según algunos medios al parecer
la fiscalía pedirá siete años de condena al señor Carromero por homicidio
involuntario. Las razones están más que clara, sin embargo la viuda de uno de
los fallecido ha declarado que rechaza los cargos impuesto por la fiscalía.
Esta señora aboga al parecer porque el culpable por la muerte de su esposo
salga absuelto. Esta absurda posición no puede merecer un comentario. El cosmos
del servilismo.
La relaciones entre Cuba y España
deberían ser de otra manera sobre todo por las relaciones existente entre los
dos pueblos y sus cultura. Pero resulta extremadamente hipócrita y absurdo que
los políticos de La Moncloa continúen en su empeño de lograr una primavera
árabe en La Habana en vez de ocuparse de los verdaderos problemas que enfrenta
la sociedad española. Resulta perverso que los políticos del PP continúen
gastando dinero en promover la subversión en otros países mientras que su
propio pueblo sufre necesidades.
En su libro “Decadencia y caída
de casi todo el mundo”, Willi Cuppy comentaba acerca de Nerón y de su preceptor
Séneca:
“Nerón pudo haber sido
clasificado como un hombre bueno. Hablaba latín (su propio idioma) con cierta
fluidez. Su preceptor, Lucio Anneo Séneca, era estoico, o sea, embaucador.
Séneca predicó sobre vanidad de las riquezas materiales, siendo él inmensamente
rico. Cuando le sugirieron que dejara de prestar dinero a intereses
disparatados, si realmente pensaba de esa manera, respondió que sería contrario
a todos los dogmas de la filosofía estoica e indigno de él, en su carácter de
miembro de cierta jerarquía, el dedicar su atención a un asunto de tan poca
importancia, cuando su pensamiento debía estar centrado en cosas más elevadas.
Esto fue lo que inició su reputación como pensador“.
A buen entendedor con pocas
palabras basta y que me perdonen los buenos españoles que son la mayoría pero
es que vuestros políticos nos tienen a nosotros los cubanos ya hasta la
coronilla.
´Lo más tragicómico del asunto es que muchos ciudadanos españoles, trabajadores ellos, celebran y están orgullosos (como si de una medalla de las olimpiadas se tratara) de que Amancio Ortega sea uno de los más ricos del mundo. Desde luego la ignorancia no tiene límite, y por culpa de esa ignorancia generalizada nos cuesta tanto avanzar en las conquistas sociales. Este hombre fue denunciado recientemente (por supuesto desde las redes sociales) de tener varias fábricas por países del tercer mundo con niños trabajando. Esa es una de las maneras, entre muchas otras, de hacerse inmensamente rico.
ResponderEliminarsaludos.
paco
Muy necesario este artículo. Hace poco vi a esos "disidentes" cubanos tirados en una calle de Madrid. Se ve que están haciendo buenas migas con el capitalismo en España.
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