Estimada Yoani:
He podido entrever en tu fotografía de calidad media-baja y claridad cero-cero un agujero negro con el que denuncias la rotura de un diente. El ausente te lo saltaron cuando fuiste detenida y vejada para evitar tu asistencia al juicio de Carromero.
Fino, fino trabajo el que te hizo la Policía cubana: sacudirte un diente desde la raíz, sin dejar un labio partido, inflamado, herido, que pudieras documentar aunque fuera también desde la penumbra. Fino, fino. Aquí nos dejan como un cromo. No sé si la Policía cubana, además de castrista, es dentista, si tu conocimiento del photoshop es deficiente o si crees que deficientes -mentales- lo somos el resto de la humanidad. No me malinterpretes, no dudo de que no te trataron con simpatía y quién sabe si algo más. Pero a estas alturas de tu profusa producción como bloguera en Cuba, heroína en Miami y «periodista» en PRISA y con esa insistencia en confundir libertad de expresión con libertad de imaginación, tu credibilidad anda a la altura de las chanclas. No obstante, y porque soy incapaz de ignorar la palabra vejación cuando me sale al paso, me leí entero el literario relato de tu detención. Y veo que se les olvidó comentarlo en «El País», «El Mundo» y «Abc» cuando se hicieron eco del atropello que sufriste, pero en la asentada democracia española el derecho de los cancerberos (¿lo he dicho bien?) a «hurgar en las sayas», en los calzones y, ya no pedirte, sino obligarte a desnudarte está refrendado por jueces y tribunales. Prueba en alguna otra democracia, a ver qué tal.
Como sé que en Cuba estáis fatal de informaciones y de internet, aprovecho para comunicarte que Chávez resultó reelegido. No es por molestar. Bueno, sí.
Gloria Rekarte
9 de octubre de 2012
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