Ángel Guerra Cabrera
II
En la primera parte de esta entrega, enfaticé en el alto
desarrollo humano alcanzado por Cuba no obstante la hostilidad y la guerra
económica y mediática a que la somete Estados Unidos. En particular expuse la
contundencia de sus conquistas en educación y salud. Obviamente, la observancia de los derechos
humanos se extiende a otras muchas esferas.
Sin embargo, es muy difícil imaginar un Estado que
cautele los demás derechos si no es capaz de garantizar a sus ciudadanos el disfrute
de la educación y la salud: públicas, gratuitas y universales. El ejercicio
efectivo de esos dos derechos es indispensable para que tenga vigencia el más
importante de todos: el derecho a la vida, digna y plena. Podrán figurar en los preceptos
constitucionales y legales las libertades y garantías democráticas pero no
serán funcionales si no se ejercen cabalmente esos dos derechos.
Por eso Cuba es también ejemplo en cuanto a asegurar
todos los derechos. Contrariamente al estereotipo que intentan imponer el
ejército mediático imperial, en la isla funciona una democracia participativa y
protagónica en permanente construcción. Los dirigentes y el pueblo cubanos no
están conformes con lo alcanzado y con razón aspiran a mucho más pero
difícilmente otro país haya conseguido tanto en condiciones tan adversas, o sin
ellas.
Es norma que se consulte a la ciudadanía antes de la
adopción de políticas trascendentales del Partido Comunista de Cuba(PCC) y del
Estado. Ha sido el caso de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución
–documento rector de la vida nacional-, fruto de un rico proceso de consultas
de ida y vuelta entre las bases populares y la dirección del país. Lo inició un
discurso muy crítico del entonces vicepresidente
Raúl Castro(Camagüey, 07/2007), desencadenante de un intenso debate nacional en
varias fases que desembocó en el 6º
Congreso del PCC (2011) y su 1ª Conferencia Nacional (2012).
Es también usual que antes que se aprueben las leyes sean
consultadas con los sectores interesados, como se hará con el Proyecto de
Código del Trabajo, cuyo texto debatirán próximamente todos los colectivos
laborales antes de su aprobación por la Asamblea Nacional.
Desde que triunfó la Revolución en Cuba no se practican
ejecuciones extrajudiciales, ni torturas ni desapariciones y no hay nadie
encarcelado por sus opiniones políticas. Es más, muchos de los agentes internos
al servicio de Estados Unidos viajan por el mundo difundiendo sus calumnias.
Para muestra ese producto mediático llamado Yohani Sánchez, campeona de la web
en mendacidad.
En Cuba no hay cárteles de la droga ni grupos criminales
ni masacres de ningún tipo y pertenecen al pasado prerrevolucionario escenas de
policías reprimiendo a bastonazo limpio la protesta social como vemos diariamente
hasta en la muy democrática Europa. El sistema penal tiene fines reeducativos y los reclusos reciben un trato digno.
Si hubiese que escoger un campo paradigmático de las
libertades conquistadas por los cubanos este sería el de los derechos de las
mujeres. En por ciento ellas constituyen
el 38.5 de la fuerza laboral, el 53 de los investigadores, el 65.6 de la fuerza
profesional y técnica y más del 70 de los educadores y del sector judicial. Ocupan casi el 49 por ciento de las curules
del Parlamento, lo que sitúa a Cuba muy a la cabeza de América Latina y 15
puntos por encima de Estados Unidos en
proporción de legisladoras. Dos féminas son vicepresidentas del Consejo de
Estado y de 15 legislaturas provinciales ellas ocupan la presidencia de 10.
Cuba es el mejor país de América Latina para ser madre
con el puesto 33 entre 176 países, donde Finlandia ocupa el primer lugar y
Estados Unidos el 30, según un estudio de la ONG británica “Save the Children”.
El
estudio toma en cuenta el bienestar, la salud, la educación y la situación
económica de las madres, así como las tasas de mortalidad materna e infantil.
Aunque todavía no ha logrado el consenso social necesario
para la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo, la isla
exhibe sostenidos avances en el respeto
y la promoción del derecho a la diversidad sexual y celebra cada año con mayor
éxito la jornada contra la homofobia y el día del orgullo gay. Las operaciones
para los transexuales son gratuitas, como todos los servicios de salud. Y el
tema exige una tercera parte. Quedan invitados.
III
El bloqueo económico, comercial y financiero a Cuba es la
violación más masiva, cruel y prolongada de los derechos humanos de un pueblo en
la contemporaneidad. Suficiente para colocar al imperialismo de Estados Unidos
en el número uno del ranking mundial
del terrorismo de Estado. Encima, ha tenido la cara dura de acusar a La Habana
por supuesto irrespeto a los derechos humanos.
Como si no fuera el genocida de Hiroshima y Nagasaky, de
sus propios pueblos originarios, responsable de decenas de guerras de rapiña,
el que invariablemente intenta desestabilizar a los gobiernos que no se le
someten como la Venezuela chavista. Sin olvidar el campo de tortura de
Guantánamo, que a siete años de la clausura prometida por Obama continúa su
implacable labor en territorio cubano ilegalmente ocupado en el asalto de 1898.
Es infame la afirmación de que Cuba usa el bloqueo como
pretexto para justificar su “fracaso económico” hecha en su espléndidamente
financiado turismo político internacional por los mercenarios del imperio: blogueros,
Damas de Blanco o “activistas de derechos humanos”. Doblemente infame que llamen
a Washington a continuarlo. No es
gratuito que Espacio Laical, revista
de la iglesia Católica cubana, les impute que "insisten en pedirle a
importantes centros de poder en el mundo que desestabilicen al gobierno cubano,
tomen medidas que pueden dañar fundamentalmente al pueblo de la Isla".
Las revoluciones no son un paseo por un jardín. Además de
ripostar a las agresiones de Estados Unidos y a las acciones de la
contrarrevolución a él subordinada, la Revolución Cubana ha tenido que batallar
por décadas contra la ignorancia y los estereotipos del capitalismo
subdesarrollado y dependiente. Contra la misma ignorancia sobre cómo se
construye el socialismo apuntada por Fidel Castro en su imprescindible discurso
“de la Universidad”(2005). La ignorancia, en general, es una de las fuentes del dogma, que conduce a cometer errores e
injusticias.
Pero Cuba, a la vez que vencía esos obstáculos, fue capaz
de crear un gran acumulado de cultura –en su más amplia acepción-, sólidamente
cimentado en ideas y sentimientos de solidaridad y fraternidad. Ello es lo
único que puede explicar
la épica proeza de sobrevivir a la magna crisis económica y
social ocasionada en los noventas por la desaparición del aliado soviético y el recrudecimiento
simultáneo del cerco yanqui. Ningún otro gobierno en el mundo hubiera logrado
sostenerse y conservar el consenso social en una situación tan dramática.
Todavía
el país resiente efectos de esa crisis, entre ellos una insuficiente
productividad del trabajo, que afecta sensiblemente el poder adquisitivo de la
población. El ciclo de cambios(actualización) de los últimos años se propone
remontarlos y marchar a un socialismo “próspero”, como se proclamó este 1º de
mayo en La Habana y en todas las ciudades del país. Imposible enumerar lo que
se está haciendo para conseguirlo. Sólo cito algunos botones de muestra.
Casi toda la producción agropecuaria descansa ya en cooperativas
de distinto tipo o en campesinos individuales. Alrededor de 175 000 cubanos han
recibido en usufructo más de un millón 500 mil hectáreas de tierras ociosas
desde 2008, ya casi todas en producción. Otros 400 000 han adquirido la
condición de trabajadores por cuenta propia. De ellos, un 87 por ciento está
sindicalizado y un 67 no tenía vínculo laboral. Todos reciben los beneficios de
la seguridad social.
Se les ha otorgado creciente autonomía a las empresas y han
surgido las cooperativas urbanas, en un proceso no exento de trabas y
contradicciones que transfiere a los colectivos facultades antes reservadas al
Estado. Al sector de cooperativas
agropecuarias formado por las antiguas granjas estatales se le ha eximido de
impuestos por cinco años y condonado las deudas con el fisco. La llamada
agricultura urbana, que no existía, da trabajo a alrededor de 300 000 personas y
produce sin agroquímicos más de un millón de toneladas de verduras al año, ahora complementada por 600
000 hectáreas de agricultura suburbana. Los bosques cubren más de 27 por ciento
del territorio gracias a la política revolucionaria de reforestación. Cuba está
entre los 15 países que la FAO homenajeará en junio en Roma como punteros
mundiales en la lucha contra el hambre.
Pero la más importante contribución de Cuba a la causa de los
derechos humanos es haber sentado las bases culturales de una civilización
alternativa, fraterna, socialista.
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