Enrique Ubieta Gómez
Con motivo del medio milenio de fundación de la ciudad de Trinidad, quiero rendir homenaje hoy a mi tío bisabuelo mambí, el comandante Emilio Ubieta, quien nació en esa ciudad del centro del país. Siendo niño emigró con su familia a Consolación del Sur, Pinar del Río, provincia de la que procede mi padre. Su hermano y también tío bisabuelo mío Enrique Ubieta sirvió por el contrario en el ejército español, como corresponsal de guerra. Fue y es más conocido porque sobrevivió a la guerra, permaneció en Cuba, y publicó los muy conocidos e imprescindibles cuatro tomos de las Efemérides de la revolución cubana, pero sobre todo porque salvó y conservó los documentos que llevaba consigo José Martí al caer en combate y los publicó. Este antepasado fue quien dio a conocer la famosa carta inconclusa de Martí a Mercado en la que afirmaba que "todo lo que había hecho" era para impedir que los Estados Unidos se extendieran sobre nuestras tierras de América. Soy sin embargo descendiente directo de un tercer hermano, Raimundo Ubieta, que es mi bisabuelo. Pero quiero rendir especial tributo a Emilio, con quien "la posteridad" ha sido injusta. Bravo guerrero por la independencia, Emilio murió en un acto desesperado, como consecuencia de las heridas recibidas en la batalla de Las Guásimas. "En aquella reñidísima acción –escribía Manuel Sanguily– las fuerzas de las Villas estaban a las órdenes de Maceo; pero Ubieta combatió a las inmediatas de [el coronel José] González, es decir, donde más peligro se corría, pues sabido es que aquel jefe fue el que más se distinguió por su arrojo e impavidez en la memorable jornada". Enrique fue sin embargo más conocido y venerado, porque entregó y sistematizó una documentación sin dudas vital para el conocimiento de la historia cubana, a pesar de que antes había servido a las fuerzas enemigas; Emilio, en cambio, entregó su vida por la independencia de la Patria y su temprana muerte lo hizo casi un desconocido para las generaciones posteriores de cubanos. Nadie más autorizado que Manuel Sanguily para contarnos de su vida y su muerte heroica.
Gracias por este texto que los trinitarios te agradecemos.
ResponderEliminarRecibe un abrazo fraternal,
Arturo Chang