Texto y fotos: Enrique Ubieta Gómez
Primero fue un central y un batey, propiedad de un español asociado al capital norteamericano, que compró las tierras en 1890 a un insigne patriota, ex presidente de la República en Armas, Salvador Cisneros Betancourt. Y el batey tomó su nombre: Francisco. Después fue la lucha, la de los mambises, la de los líderes sindicales y la del Movimiento 26 de julio, y el triunfo revolucionario. Entonces el pueblo y su central, nacionalizados, tomaron el nombre de uno de sus mártires por la libertad: Amancio Rodríguez
Fotos del central y del batey en los primeros tiempos
Monedas de uso exclusivo en el batey, con el que se le pagaba a los trabajadores, de manera que tuviesen que gastar el "dinero" en el lugar.
Antigua casa del administrador del Central, hoy círculo infantil (guardería).
Casa museo del pueblo
Parque de las madres
Casas del batey
Título de propiedad de la tierra de la Reforma Agraria, firmado por Fidel
Medallas obtenidas por el judoka Yordanis Arencibia, oriundo de Amancio
Monumento a Amancio Rodríguez, luchador contra la dictadura de Batista, en el pueblo del mismo nombre.
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