Eliades Acosta Matos
Especial para La Isla Desconocida
John Negroponte es uno de los tiburones del acuario neoconservador. Jaime Daremblum, apenas un limpia-peceras, esos parias encargados de hacer desaparecer los detritus del fondo, los restos de la digestión de los que mandan. Por eso en la crisis hondureña, fangosa y arriesgada para las reputaciones de los guapos del barrio político de la derecha yanqui, Negroponte, ex embajador en Honduras calla, reservado, y mandan a la hoguera con las torpezas de su artículo a un locuaz Jaime Daremblun. Alguien tenía que sacar la cara a nombre del clan, y si el Sr. Daremblum quería seguir luciendo sus costosas corbatas, justo es que reciba una buena dosis de los guantazos conque la opinión pública mundial, los organismos internacionales y los gobiernos del mundo “aplauden” sus tesis de que en Honduras no ha habido un golpe de estado, apenas una “reacción contra una líder que había pisoteado la ley”, y que la “participación del ejército fue simbólica, autorizado por la Corte Suprema”.
Quien desee compilar una cartografía con los itinerarios del odio neoconservador contra los procesos democráticos de América Latina, no podrá eludir la ardua tarea de leer los artículos farragosos de Jaime Daremblum:
-- ¿Sobre la revolución bolivariana y Hugo Chavez?, “Las peligrosas conexiones de Chávez”, del 24 de septiembre del 2008 y “El proyecto dictatorial de Chávez”, del 4 de febrero del 2009.
-- ¿Sobre Argentina y la presidente Cristina Kirchner?, “Argentina cuesta abajo”, del 5 de noviembre del 2008.
-- ¿Sobre Bolivia y el presidente Evo Morales? “El triste caso de Bolivia”, del 11 de marzo del 2009.
-- ¿Sobre Nicaragua y el presidente Daniel Ortega?, “Una ayudita al comandante Ortega”, del 15 de abril del 2009.
-- ¿Sobre la Revolución cubana? “Cuba no califica”, del 17 de junio del 2009.
-- ¿Sobre las relaciones entre los gobiernos latinoamericanos e Irán? “Ofensiva iraní en Latinoamérica”, del 27 de mayo del 2009, y “Ortega y Chávez abrazan a Ahmadineyab”, del 25 de junio del 2009, apenas dos días antes del golpe en Honduras.
Como se observa, el Sr. Daremblum tiene sobrados méritos para ser el actual director de los “especialistas en Latinoamérica” del Hudson Institute. En ese sentido, se entiende que bajo sus auspicios se celebrase el pasado 19 de febrero una mesa redonda en esa institución bajo el sugestivo título de “¿Qué tan fuerte es la democracia en América Central?”, que contó con la participación de lo que los inefables alabarderos del Hudson llamaron “un grupo de expertos selectos y distinguidos”, entre los que se encontraba un procónsul derrotado, como lo fue Caleb Mc Carry, encargado de la “transición en Cuba”, Anne Krueguer, una directora neoliberal del Fondo Monetario Internacional , y John Walters, que coordinó durante ocho años la política antidrogas del gobierno de Bush.
El Hudson Insitute donde pastan los “especialistas latinoamericanos” del sr Daremblum, se define como “una organización de investigación no partidista dedicada a las investigaciones innovadoras y los análisis que promueven la seguridad global, la prosperidad y la libertad” ¿Será por eso que el Sr. Daremblum y sus cotorras de la contra ilustrada cubana, como Ernesto Hernández Busto, insisten en pasarnos el bodrio de que lo de Honduras es un golpe de estado atípico, innovador, inédito?
Hudson reconoce que “… busca guiar a los líderes globales en los asuntos de negocios y de gobierno”. ¿Será por eso que cuando algún presidente democráticamente electo, como Manuel Zelaya de Honduras, se resiste a ser “guiado” se gana automáticamente un despertar entre bayonetas y fusiles, un secuestro y una expulsión de su propio país?
Hudson Institute, donde derrocha encantos y corbatas abrillantadas alguien como Jaime Daremblum, admite que
“… en los años 90 ayudamos a los países recién liberados del Báltico a implantar sus economías de mercado y hoy trabajamos por la transformación político- económica del mundo musulmán” ¿Formarán parte de tales programas los métodos de apaleamiento y ametrallamiento de multitudes indefensas ensayados contra el pueblo hondureño por los protagonistas de esta “acción militar legalizada por la Corte Suprema”, que el Sr. Daremblum insiste en llamar “democrático”?
Pero jamás subestimemos la capacidad de causar asombro que tienen los neoliberales y los neoconservadores, que son uno y lo mismo, llegado el momento de las definiciones. Y es que buscando datos de este esforzado paladín de la batalla de ideas en nuestro continente, que es el Sr. Daremblum llegamos a la página web http://www.muckety.com/. Allí, en un gráfico de relaciones personales se muestra que dos entidades norteamericanas, la Fuerza Aérea y el Analytic Service Inc confluyen en un personaje llamado John Alexander Gordon, del cual, a su vez, parten tres flechitas, una que lleva a una organización llamada Securing America´s Future Energy, otra a la administración de George W. Bush, y una tercera al Atlantic Council. De este último parte una línea que termina en un nombre: Jaime Daremblum.
Y he aquí, Sancho, que hemos topado con la Iglesia, pues ese inocente John Alexander Gordon que aparece unido al colorido Sr. Daremblum por el cordón umbilical del Atlantic Council, es nada más y nada menos que general de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, fue Subdirector de la CIA y asesor del director del Homeland Security, entre el 2003 y el 2004.
Ya sabemos, al menos, por qué calla ese tiburón neoconservador que es John Negroponte, y por qué han echado pa´lante, como un carrito de helado, al elegante Sr. Daremblum.
(Continuará)
La Isla Desconocida navega en pos de sí misma, la utopía en pos de la utopía, buscándose y hallándose siempre a medias, en mares cercanos a los dominios reales.
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