La Isla Desconocida navega en pos de sí misma, la utopía en pos de la utopía, buscándose y hallándose siempre a medias, en mares cercanos a los dominios reales.
domingo, 25 de octubre de 2009
La comedia intelectual de Enrique Krauze.
Respuesta del autor de la biografía de García Márquez a un ensayo de Krauze centrado en la descripción de las relaciones de amistad del colombiano con Fidel.
Gerald Martin.
Pero bueno, la explicación es sencilla. Enrique Krauze, el bien conocido caudillo cultural, jefe de Letras Libres, no es, cuando escribe en Letras Libres, un historiador, ni mucho menos un crítico: es un ideólogo. Su misión es limitar y redefinir el cambio, negar la legitimidad de las izquierdas políticas y culturales y –bueno, todos somos seres humanos– aumentar y pulir su propia vanidad. Es, literal y literariamente, un biógrafo del poder.En este caso, repito, Enrique Krauze no ha reseñado un libro sobre la vida y obra de Gabriel García Márquez: ha escrito un ensayo –exactamente como toda la clase intelectual mexicana habría podido prever– sobre la relación entre Gabriel García Márquez y Fidel Castro. Porque Castro es una de sus grandes obsesiones. (Es interesante, y a primera vista sorprendente, constatar la hostilidad muy particular y especialmente virulenta de la derecha intelectual mexicana, dentro del contexto latinoamericano en general, hacia Fidel Castro –semejante, de una manera intrincada y muy sutil, a la relativa indiferencia del establishment mexicano hacia la figura de Bolívar, a quien llegaremos, si bien indirectamente, a su debido tiempo.) (...) Utilizando el método consabido de los que no están convencidos de sus propios argumentos, pese al tono de suficiencia –y sí, “autoridad”– con que los propone, Krauze cita casi exclusivamente a sus correligionarios conservadores. Mi compatriota Malcolm Deas, primero en la cola, es un historiador excelente y muy distinguido, pero todos sabemos dónde está colocado políticamente. (...) Y después de Deas vienen las otras citas inevitables, si bien monótonas en su absoluta previsibilidad, de sus colaboradores en el viejo y el nuevo testamento del profeta Octavio (Zaid, Rossi, Vargas Llosa) y de los superestrellas conservadores (esta vez no sale Berlin pero está Borges, ese conocido experto político y, nuevamente, Vargas Llosa), y no puede faltar, obviamente, el mismísimo don Octavio, para quien (Krauze lo cita y el mismo Paz me lo dijo personalmente) García Márquez y su amigo mexicano (bueno, no tan mexicano) Carlos Fuentes “no son escritores serios”.
LEA AQUÍ EL TEXTO COMPLETO.
¿Por qué no publicaste también el ensayo de Krauze? Es magnífico. ¿Y por qué también dejaste fuera de tu blog la respuesta que Krauze dió a Martin?
ResponderEliminarLa respuesta de Krauze está incluida en el link que puse, revísalo para que lo compruebes. Pero la noticia es la magnífica réplica de Martin. Dejó a Krauze sin plumas y cacareando.
ResponderEliminarOye Ubieta, no comas mas mierda con tu mamertismo anacronico , que Martin no le da ni por los tobillos a Krauze.
ResponderEliminarAcuerdate chico lo que dijo el Coronel : "Hierba comun,de esa que comen los burros..."
Cordial saludo.
Yantely
Yantely: Supongo que no tienes una sola argumentación que esgrimir cuando el texto te molesta tanto, y reaccionas con insultos inútiles. Ya sé que ustedes tienen su altarsito para los "santos" de la derecha --Dios me perdone--, pero la verdad es que Martin es irrefutable (Krauze ni lo intentó, se desvió haciéndose el sueco) en su argumentación: una cosa es Octavio Paz y otra bien diferente su discípulo --solo en términos ideológicos--, Krauze. Aprovecho para decir que en mi blog solo publicaré réplicas con argumentos, sin ofensas. Y que no publico textos en inglés. En Cuba se habla español.
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