La Isla Desconocida navega en pos de sí misma, la utopía en pos de la utopía, buscándose y hallándose siempre a medias, en mares cercanos a los dominios reales.
lunes, 1 de marzo de 2010
Epístola de un amigo.
Enrique: Leo las ofensas que vierten contra ti, y me pregunto si los humanos en verdad podemos llamarnos Homo sapiens sapiens. Cómo podemos vincular la sabiduría redundada que expresa ese doble sapiens, a la burda injuria o el simple gruñido en sustitución de la idea. Busco en el diccionario las palabras "concepto" y "filosofía", y veo que no tienen antónimos. Eso es porque lo único que puede oponerse a una razón es otra razón; el argumento solo puede ser enfrentado con otro argumento. Sucede, sin embargo, que estos son los mismos que asesinaron a Federico García Lorca; aquellos que pusieron a morir lentamente a Miguel Hernández solo porque no toleraban sus ideas. Yo estuve en el cubil donde encerraron a Miguel en Alicante, un hueco escavado en la roca viva, al que se accedía por una larga y húmeda escalera donde ahora siempre hay una flor. Tú eres escritor y filósofo, y tus armas son las ideas. Quienes te amenazan con la tortura, el asesinato, o el juicio sumarísimo por tan solo argumentar ideas, son simplemente unos fascistas. Son para mí el antónimo del Homo sapiens sapiens. Puedes publicar esta nota en tu blog. Te abrazo, Antonio Rodríguez Salvador
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