La Isla Desconocida navega en pos de sí misma, la utopía en pos de la utopía, buscándose y hallándose siempre a medias, en mares cercanos a los dominios reales.
jueves, 10 de junio de 2010
Hernández Busto salta y ruega: "pregúuuntenme, pregúuuntenme".
Parece que la liberación del dinerito prometido por el Gobierno norteamericano se repartirá según la categorización que alguna burocrática Comisión federal haga sobre la "efectividad" de cada proyecto contrarrevolucionario. Hernández Busto no sabe qué hacer para llamar la atención. Como el burrito de Shrek, salta y pide la palabra sin ser tomado en cuenta. Ya nadie lo cita. Acude entonces a un viejo post de mi blog --de hace un año--, en el que Eliades Acosta Matos desmenuza sus servicios al imperialismo en la guerra cultural contra el Che Guevara, uno de los símbolos inexpugnables de la Humanidad. Da pena ajena.
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