Enrique Ubieta Gómez
Fragmentos del libro Venezuela rebelde (La Habana, Casa Editora Abril, 2006).
“Una de las reconciliaciones más esperadas por las niñas de todo el mundo está a punto de producirse: Barbie, la muñeca más famosa de la historia, puede volver con Ken, su eterna pareja”, anunciaba en 2006 la prensa trasnacional en sus páginas “sociales”, como si se tratara de una noticia del jet set. Para que las niñas no tuviesen dudas en su comportamiento futuro, el artículo explicaba que si Barbie aceptaba nuevamente a Ken, era sólo porque “el rubicundo surfista abandonó su aspecto trasnochado para convertirse en un joven sofisticado”. Los diseñadores dicen haberse inspirado en las estrellas de Hollywood, Brad Pitt y Orlando Bloom. Las objeciones que en los años setenta del siglo pasado se le hicieron a esta muñeca que imponía el canon occidental de la belleza humana en el mundo infantil –y que contribuyeron a que las niñas gorditas o bajitas, negras o indígenas, se sintieran inconformes y avergonzadas de sus cuerpos–, fueron formalmente “zanjadas” con la producción de Barbies negras, asiáticas, latinas y hasta indígenas. Pero estas nuevas modelos no aportaron la diversidad estética que supondrían sus diferencias de cultura: aunque cambiaban de color, todas seguían el ideal de belleza de la rubia original. Era imprescindible la estandarización del mercado en torno al cuerpo humano.
El mercado unificó el canon de belleza, lo occidentalizó, para que la mujer pudiera ser un objeto universalmente vendible, sea cual fuese su origen cultural o racial. Las muchachas pobres, si son hermosas (para nada importa si son inteligentes, si son estudiosas, si son trabajadoras), pueden ajustar sus virtudes a un patrón comercializable, y utilizar ese don natural para ser ricas. Todo vale en el camino de cada aspirante a Cenicienta, en el juego de espejos y de ilusiones que es la reproducción capitalista de valores.
Mientras el gobierno venezolano impulsa las misiones sociales, y eleva la calidad de vida de la población más pobre, ofreciéndole salud, educación, cultura y nuevas oportunidades de reinserción social y laboral, la prensa y la televisión opositoras estimulan el individualismo, la esperanza en el enriquecimiento fácil, la idea de que la calidad de vida sólo puede sustentarse en la acumulación de dinero, en el consumismo, la idolatría por el american way of life. Guerra de ideas, de concepciones de vida, de patrones de conducta.
Fundación Miss Venezuela
La meca de las muchachas hermosas que sueñan con la fama, el dinero, y el glamour, es una casona rosada, en lo alto de una cuesta residencial, muy cerca de una fábrica de sueños llamada Venevisión.
A un costado de la fachada un letrero color oro, tienta y promete: Miss Venezuela. ¿Quién es dueño de la Fundación Miss Venezuela? El Rey del espectáculo, dueño de los Leones de Caracas y del canal de televisión Venevisión: Gustavo Cisneros Rendiles. Con su habitual agudeza, Blanca Eeckhout me comentaba:
"Yo creo que el análisis no se ha hecho. Es decir, el trabajo de entender el papel de los medios no en el golpe de Estado, sino en toda la historia del punto fijismo. Los tipos lograron que la televisión en medio de un gobierno súper represivo, terrible –porque al igual que en el sur había una represión enorme con las dictaduras militares, aquí había una dictadura de derecha feroz con nombre democrático–, sirviera de cobertura, de mediadora. Este país vivía al ritmo de las Miss Venezuela, tanto que en las elecciones de 1998, la candidata que enfrentó a Chávez era una Miss Universo… Pero creo que es una investigación que no se ha hecho. Porque una de las primeras medidas que tomó Rómulo Betancourt, y eso es muy significativo, fue entregar Venevisión a Cisneros. Hay un momento en que el sello del punto fijismo también es la entrega del canal de televisión. Creo, además, que esa televisión estuvo influenciada por Cuba, por mucha de aquella gente que se vino con toda esa carga justamente anti revolucionaria, y que comienza a desarrollar su paraíso televisivo aquí. Todos los espectáculos Miss Venezuela son diseñados por cubanos, por un tipo que se llama Joaquín Riviera. El que hacía los grandes espectáculos era un cubano. Cada espectáculo se convertía en la referencia. Había escuelas para enseñarle a las niñas a modelar desde que tenían seis años, todavía sigue estando de alguna manera, pero ya no copa el imaginario social, y aún se hacen los shows esos de ponerle tetas a las mujeres, pero antes era una cosa masiva, y eso ha ido perdiendo fuerza. Y yo creo que uno de los primeros momentos de ruptura fue el 27 de febrero de 1989. Todo esto se pone muy en evidencia durante el proceso del golpe de Estado, en las dos intentonas militares. El 27 de febrero del 89 hay una especie de colapso, todos los ídolos se caen, y el pueblo se queda desnudo".
Aunque tuve que insistir muchas veces con su asistente para concretar el encuentro, no fue en realidad difícil contactar a Osmel Sousa, presidente de la Fundación Miss Venezuela, una estrella del mundo del espectáculo, jefe de las páginas sociales de El Nacional –cuyo dueño es Miguel Henrique Otero Castillo, hijo del fallecido escritor comunista Miguel Otero Silva, hoy ideológica y financieramente respaldado por el grupo Cisneros– donde a veces aparece retratado junto a las personalidades de las fiestas reseñadas de la “alta sociedad”. De origen cubano, emigró siendo un niño a Venezuela, país en el que pudo realizar su vocación artística. Padece una rara enfermedad que le ha provocado una incapacidad de retención de nuevos conocimientos, pero es un hábil dibujante: “hacía retratos perfectos de tu cara, si yo veía que estabas gordo la ponía delgada, si no me gustaba ese pelo te lo ponía distinto. Y así comencé en una revista y mis páginas tuvieron mucho éxito”, dice. Pero los concursos de belleza fueron su verdadera vocación y a ellos llegó casi de forma natural. “Cuando era pequeño en Cuba –me cuenta--, como no estudiaba en el colegio, mientras la maestra estaba explicando yo cogía el cuaderno y empezaba a dibujar, hacía una mujer, y otra, y otra, después miraba cual era la que mejor me había quedado –era un concurso lo que estaba haciendo–, trataba de copiarla en otra página y la dejaba ahí. Gozaba una bola con eso”. Fue muy amable y abierto al responder mis preguntas, aún sabiendo que era cubano y sobre todo, que vivía en Cuba. Me mostró personalmente los diferentes departamentos de la casona. Orgulloso y ajeno a cualquier reflexión sociológica o crítica de su trabajo, ingenuo como un niño, no guardó secretos, ni cuidó sus palabras. Así, desnudo, se presenta.
"Cuando empecé a trabajar en publicidad, lo hice en la agencia de modelos. En aquel momento, no había nadie en el campo publicitario en Venezuela que hiciera figuras femeninas como las mías. Me llamaban de todos lados, hacía bolsas, afiches, todavía hay por ahí un paquete de harina pan que lo hice yo, y estoy hablando de hace treinta años. Entonces bueno, empecé a trabajar en esa agencia, hice ahí lo que me dio la gana".
O sea, la agencia Miss Venezuela…
"Ellos tenían Miss Venezuela como parte de una campaña publicitaria, organizaban el concurso, yo hacía los avisos de prensa, unos folletos internos, cosas así para el concurso. Yo veía a las muchachas, y decía, me gusta aquella, pero no me gustaba la más bonita, sino una regularcita. Entonces esa me la llevaba a escondidas, la preparaba, le acomodaba, no sé qué, paf, y ganaba. Y así sucedió durante seis años, tanto fue que ya al segundo y tercer años todo el mundo sabía que aquello era así. Claro, yo era muy importante dentro de la compañía, porque hacía el vestuario, el diseño de la ropa.
"Como trabajaba en un periódico, porque a todas estas, la primera vez que me salí de la agencia fue porque un editor amigo mío, Miguel Ángel Capriles [dueño de los periódicos Últimas Noticias y El Mundo y de una fortuna que en 1996, al morir, era de 550 millones de dólares; su hijo mayor, de iguales nombres, es el propietario actual], me dijo: “¿Por qué no le haces suplencia a un cronista social que se va de vacaciones, pues hace cuarenta años que no coge vacaciones y va a tener unas largas como de tres meses, y le haces la suplencia como cronista social y así conoces gente para tu página de dibujos?”, y es que a mí me costaba mucho trabajo sacar gente, porque no conocía mucha gente del ambiente social, y entonces le digo: pero no sé escribir, porque para mí la hache no existe, la be alta y la chiquita son la misma, la ce y la ese también [se ríe], entonces me pusieron un señor que se llama Abel Trujillo, muy conocido como escritor. Decía que él me corregía el chino, decía “¿ahí está el chino?”, sí aquí está, claro yo hacía el diseño de la página y eso quedaba muy bonito, y tenía muy poquito texto, porque siempre fui gráfico, de mucha fotografía y mucha composición fotográfica bonita.
"Pero era muy duro para mí, porque estaba en la agencia, hasta las doce, a esa hora me iba para la Cadena Capriles a hacer esto, y a las dos y media o las tres volvía, era un matadero. Entonces hablé con Ignacio, que era con quien más contacto tenía en la agencia y le dije: vamos a hacer una cosa, yo no voy a seguir dibujando, voy a trabajar solamente en la época del concurso, que eran dos meses, tres meses, en la tarde, porque voy a hacer esto y creo que te va a favorecer mucho –porque en ese momento entraban en el concurso las que tocaban a la puerta, y ya yo buscaba–. Le dije: voy a estar en sitios, en lugares donde voy a conocer gente, muchachas bonitas de cierta categoría para meterlas al concurso. Lo convencí, y así lo hicimos, yo trabajaba solamente los tres meses del concurso, en la tarde y lo demás ya. Así me fui alejando del dibujo.
"Cuando murió Ignacio –le dio un infarto, lo llevaron a Houston y lo operaron, pero no sobrepasó la operación–, los Cisneros compraron el concurso. Ya lo habían comprado, pero no se sabía nada, y en ese ir y venir de la cosa social mía, ya había hecho amistad con ellos, sobre todo con sus esposas. La noche que trajeron a Ignacio de Houston, la del velorio, vino uno de los hermanos, que ya no estaba haciendo publicidad y me dijo: “Mira, tú sabes mucho de este concurso de Miss Venezuela y ellos quieren hablar contigo”. Entonces me dijeron: “Como estás fuertemente involucrado en el concurso, queremos que lo manejes”.
¿En qué año fue eso?
"En el año 80, 81. Ya habíamos tenido la primera Miss Universo. Entonces llego yo y digo, como ya no hay una agencia de publicidad, a mí se me ocurre que debemos hacer una escuela, lo mismo que hago siempre con una, que tengo que hacerlo escondido, vamos a hacerlo con todas, prepararlas, además, eso es lo que me gusta. A mí me gusta ver la evolución, tú sabes, lo que hacía con los dibujos, pero ahora lo hago con las muchachas propiamente. Y empezamos. Me mandaron a una casa ahí en El Rosal, ahí estuve como diez años, y monté la escuela. En ese momento, buscándolas por allí y por acá, con las agencias de modelos, gente que más o menos sabía mi gusto me traía muchachas y yo escogía. Ahora estoy haciendo casting en el interior; antes tenía la agencia de modelos aquí, pero ya no hacen el trabajo como antes y entonces voy al interior.
Pero cuando se habla de una muchacha que es Miss, por ejemplo, de Carabobo...
"No, no, yo no iba para el interior, a mí el interior no me gusta, me iba para la agencia de modelos tal y escogía tres; yo decía: tú eres miss Distrito Federal, tú Falcón, tú Anzoátegui, tú tal cosa. Iba para otra agencia, y sacaba cuatro, tú eres Nueva Esparta, tú eres tal, tú eres esta, y esta, y que esta no es de allá, que no sé qué, qué importa eso, todas son venezolanas...
¿Pero actualmente sigue siendo así?
No, desde hace unos cuatro años estoy yendo, pero no por esto, estoy yendo porque muchas agencias de modelos aquí han cerrado, ya no se hace tanto comercial como antes y no tienen tanta vida, y en el interior sí hay mucho material. Entonces tengo gente ya en el interior ubicada. Por ejemplo, ahora mismo me voy para San Cristóbal y se hace un casting, y allí escojo una, dos, o tres. Después voy a Mérida, escojo una, dos o tres, lo que haya; a Maracaibo, voy a Barquisimeto, voy a Velencia, a Maracay, y más nada.
Esas son las principales ciudades. ¿Y las demás?
Igual que antes, a dedo, tú eres tal cosa, y tú eres tal cosa.
Pero bueno, de esas que usted escoge...
Todas son venezolanas y van a representar al Estado que quieran, porque aquí no hay una belleza determinada por Estado, no existe una diferencia entre una maracucha y una de Caracas. Yo nada más veo que sean 24 buenas.
Y una vez que las selecciona, ellas pasan a su escuela durante un tiempo. ¿Qué tiempo deben permanecer allí?
Desde ahora, como seis meses. Bueno hay algunas que duran, tengo una que está desde el año pasado, que no la metí porque estaba un poquito gorda, y se está preparando para este año.
¿Qué les enseña en la escuela?
Bueno, la escuela consiste en lo siguiente: primero yo las veo, y se hace lo que haya que hacerles. Se ha criticado mucho lo de las cirugías plásticas, pero las cirugías plásticas es el borrador mío [hace gesto de borrar en el papel], lo que yo hacía, le ponía una cara y decía, ay no, está muy fea [borra de nuevo], y la hacía bonita. Y es una alternativa muy importante para mí, para ver una evolución positiva en una muchacha. Hoy en día, una reina de belleza, una actriz, una cantante, un personaje para el show business, todas las estrellas de cine, las artistas de televisión, y todas las modelos, se hacen cirugías plásticas para perfeccionar los detalles que tienen mal, que la naturaleza los hizo mal; y lo digo en voz alta; claro, en otros concursos, en otros países, no tienen la plata para hacerla, porque una cirugía plástica cuesta muy caro, y estas las pagamos nosotros.
La Fundación paga esas cirugías.
Sí, las muchachas vienen aquí y si hace falta, porque si no hace falta no, pero si tiene un buen material, si tiene un buen tamaño, una buena conformación, un bonito pelo, y tiene una nariz fea… mira, tuve la suerte, no sé si la suerte o lo que fuera, que la primera vez que yo dirigí un concurso, fue la primera vez que yo operé a una de la nariz, y ganó el Miss Universo, ¿qué quiso decir el destino con eso? Sigan operando ¿verdad? Nunca antes habíamos ganado Miss Universo.
¿Y normalmente se aceptan las operaciones en los concursos?
No es que las acepten o no, ese tema no se toca, porque claro, la gente lo hace a escondidas, y yo no. En México fue Lupita Jones la primera que se operó, cuando se metió a Señorita México, se hizo bastantes cosas, se hizo busto, nariz, liposucción en la cintura, se hizo de todo. En Colombia les hacen cosas fortísimas, yo aquí no hago sino detalles, porque aquí hay mujeres bonitas, no hay por qué implantarles glúteos, implantarles pantorrilla, como hacen en Colombia, aquí vienen muchachas bonitas. Si tienen las pantorrillas demasiado flaquitas, simplemente no las meto.
Y a la hora de concursar, deben saber también expresarse, tener algunos conocimientos.
Deberían, pero claro, el problema que tenemos en Venezuela es que las mujeres bonitas, jóvenes, se casan. Es muy difícil conseguir una mujer de 22 años bella, que no se haya casado, porque ya a los 19 las están agarrando. Entonces tenemos que recurrir a muchachas muy jóvenes, que no tienen sino un bachillerato o un primer año de la carrera y no puedes exigirle a una muchacha de estas características grandes conocimientos intelectuales, y más que aquí la clase alta es la de las muchachas que mandan a estudiar al exterior, que les exigen que lean; la clase media y baja no, es muy difícil.
Ahora que menciona eso, dicen que Lupita Jones también ganó por su buena expresión, sabía inglés perfectamente.
Sí, y un poquitico de trampa que hicieron también, yo estaba allí.
Óigame, y ¿qué pasa después, cuando ganan?
Cuando ganan estas muchachas se hacen ricas, famosas, y de todo, ¿tú viste a Alicia Machado?
Sí, ahora salió en Playboy.
Salió desnuda en el Playboy y le pagaron 300 000 dólares.
Pero ella parece que siente cierto rencor de esa época, me dio la impresión al leer la noticia.
No, ella sigue sacándole punta a eso, pero no es rencorosa.
¿Porque le hicieron hacer una sesión de ejercicios en público, frente a toda la prensa? No, lo que sucedió fue que al mes de haber ganado el Miss Universo vendieron el concurso. El concurso era del Madison Square Garden, y lo compra Donald Trump, y hubo un proceso de tres meses con cambio de personal, de todo, y a ella la dejaron sola, no hubo quien se ocupara de ella porque todo el mundo se iba y entraba gente nueva. Cuando entró la gente nueva la encontraron gordita porque claro, se abandonó, y ella nunca había engordado, porque estuvo aquí en Miss Venezuela y nunca fue gorda. Pero allá en Estados Unidos, con el cambio de comida y todo eso, engordó. Cuando la encontraron estaba gorda y empezaron a hacerle críticas y a ella no le gustó.
Un despacho de la agencia EFE, al anunciar su reciente aparición en Playboy, rememoraba así el incidente: “En 1996, el empresario era el dueño del concurso y humilló a Machado cuando la llamó ‘una máquina de comer’, por haber engordado 13, 6 kilos, después de lograr la corona con 53, 5 kilos”.24 Ella lo recuerda así:
"Me ha costado muchos años superarlo, levantarme y recuperar la seguridad en mí. Sobre todo porque era una adolescente. Confiaba en mi capacidad intelectual, en mi profesionalismo, pero llegué a sentirme muy insegura en relación con mi cuerpo. Y estar en Playboy me ha hecho reconocer que estoy bien, recuperada. Es asumir que ya todo acabó".
La bella Miss Universo 1996 fijó residencia en dos ciudades, México D.F. y Miami; hace unos años provocó un escándalo cuando se dejó filmar mientras hacía el amor en un reality show de España, ahora aparece desnuda en la famosa revista Playboy,25 pero tiene planes para actuar en una telenovela mexicana y en la película I love Miami, que tendrá como argumento un supuesto episodio de la vida de Fidel. Todo vale.
¿Qué pasa con las que no ganan Miss Venezuela?
Todas las que están en la televisión [en Venevisión, el canal de Cisneros] vienen de Miss Venezuela, pero ninguna lo fue, y muchas de ellas ni siquiera clasificaron, y están de actrices, hay muchas. Y eso, bueno, el concurso de Miss Venezuela es un fenómeno social, desde el comienzo, la gente es frenética con el concurso, insultan y dicen, lo toman demasiado en serio.
¿No se hace trampa a la hora de elegir?
No, la única vez que quise hacer trampa… yo hacía trampa antes, déjame decirte, al principio cuando trabajaba en la agencia de publicidad yo hacía trampa, por eso cuando quieren hacer trampa ahora yo sé qué, por donde viene, quién la está haciendo, porque hice de todo para que ganaran las mías, pero ahorita lo que me interesa es una buena para que gane Miss Universo, ese es nuestro interés ahora, no que gane fulanita por fulanita, ni menganita. Yo he tenido hasta amigos que han metido sus hijas aquí y que no han quedado, que ahora son no enemigos, pero que se han alejado.
Y cuando ustedes logran que la Miss Venezuela obtenga el Miss Universo, ¿eso reporta algún beneficio?
Nada, solamente el beneficio publicitario y del éxito, pero del dinero no. Ellas reciben un premio de doscientos cincuenta mil dólares y nosotros no les quitamos nada.
¿Y Miss Venezuela?
Miss Venezuela recibe un automóvil, un vestuario que llevan para todo, que se los voy a enseñar para que lo vean, y reciben mensualmente 2 000 dólares durante un año. Pero este año es una muchacha muyyy humilde…
¿Eso es usual?
Sí, bueno, hay algunas. Por ejemplo en España hay una ahorita que ha tenido mucho éxito, que era… con decirte que la mamá la regaló cuando chiquita, la regaló a una vecina, yo la recibí de ella y ahora tiene un éxito tremendo, fue Miss Venezuela y quedó primera finalista de Miss Universo. Y la de este año, es campeona nacional de remo, y el gobierno –porque ella es de Carúpano--, la gobernación de allá, le dio una beca para estudiar en Rumania, para hacerse profesional del remo. Me la encontré aquí con unos músculos demasiado marcados que hay que suavizárselos. A cada una hay que darle lo que necesita, ya se le han suavizado bastante, con un tratamiento especial. Entonces cuando llega la Miss Venezuela nos dedicamos a ella, a atacar sus defectos, a corregirlos, a prepararla.
Entonces están preparando a Jictzad para Miss Universo…
Va en junio. Tenemos clases desde la mañana hasta la noche, por eso vive en esta casa. Tiene un programa, que todavía no está completo, porque estoy ahondando en el lenguaje, tiene que comunicarse bien; ella te habla y las palabras te las deja así, las frases te las deja a la mitad y habla mucho con las manos. Después cuando fui a su casa, en Carúpano, vi que era casi un rancho. Y ella es muy buena muchacha, porque trabaja y ayuda a su mamá, a su hermano, a su casa, es más, en la beca de Rumania, le daban 200 dólares, imagínate tú, y ella mandaba 100 para su mamá y se quedaba con 100, y con eso vivía allá en Rumania, y aprendió un poquito de rumano. Entonces la metí a clases de inglés a ver, porque Miss Universo es un concurso americano y por lo menos que entienda un poquito, no para que se exprese en inglés en el escenario, pero para que entienda lo que está pasando, entonces está en eso ahorita.
El gran espectáculo de premiación se efectuó en el Poliedro de Caracas. Como siempre, Joaquín Riviera fue el director artístico, y su trabajo fue catalogado por la prensa como “el mejor de su trayectoria”. El jurado estuvo integrado por estrellas de Venevisión. Durante mi estancia en Venezuela visité el Poliedro de Caracas dos veces: cuando sesionó allí el Tribunal Antimperialista del Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes y para el evento de clausura del Foro Social Mundial. Pero la prensa, es decir, la oposición, se escandalizó esa noche por lo que constituyó probablemente la intromisión más intolerable de cuantas eran posibles: la interrupción de la transmisión televisiva del show, para presentar en vivo el breve discurso del presidente Chávez en Naciones Unidas, un discurso por demás excesivamente agresivo e injusto para con el imperialismo.
Uno de los grandes logros revolucionarios fue la eliminacion de estos concursos de porqueria, que lo unico que consiguen es embobecer a la gente, o sea que no piense, y explotar a las mujeres, ademas de sentar las bases del mercado de la belleza con el unico fin de hacer dinero.
ResponderEliminarEnrique, seguimos sin coincidir con usted en lo del individualismo. La sociedad de mercado es todo lo contrario: la sociedad conformista por excelencia. Para eso esta hecha la publicidad. Eso lo vemos en la industria de la musica capitalista actual, por ejemplo, donde todo fluye hacia un patron determinado (mientras hace cuatro decadas se basaba en patrones individualistas: solo triunfaban aquellos que llegaran con un ofrecimiento diferente). Silvio, por ejemplo, es un individualista consumado, pues su musica no busca conformarse a un patron: se viste diferente (o no le importa como se viste), canta diferente, y canta cosas diferentes. Con esto no hablamos ni de mejor ni de peor; simplemente diferente, que es la reafirmacion de nuestro ser (de toda la recombinacion genetica, del azar que consituye la fecundacion (una carrera en nos y otros dos millones de hermanos que quedaron en el camino), y nuestras respectivas experiencias individuales). Con esto no se quiere decir que no se sea solidario ni cooperativo; todo lo contrario, pues es la forma de manifestar nuestro componente social y racional, esa otra identidad nuestra. Una cosa no tiene que ver con la otra. En lo que si podemos estar de acuerdo es que en la sociedad de consumo se promueve el egoismo, la avaricia, y la competicion insana, que es la base del sistema, o se aprovechan causas supuestas altruistas como fuentes de publicidad de las empresas.
Saludos
Saludos
Creo que es posible y necesaria la defensa del individuo en el socialismo. Las revoluciones se producen para eliminar las trabas colectivas que imposibilitan el pleno desarrollo de las individualidades en el capitalismo: de la defensa de los derechos humanos universales en los albores de la revolución capitalista, antifeudal, el nuevo sistema pasó a encumbrar a una nueva elite casi idéntica a la anterior, a la postre también de sangre, cuya desmedida riqueza y concentración de capitales impide el desarrollo de las individualidades. El capitalismo funda su prédica no en el desarrollo de las individualidades --algo que solo puede hacer el socialismo--, sino en el individualismo, en el fomento del interés personal y egoista que es capaz de pasar por encima del interés de las restantes individualidades, y de aprovecharse de ellas. El capitalismo jamás podría sustentar una defensa plena del individuo, porque paradójicamente su esencia es individualista. El socialismo olvidó un poco la dimensión individual (nunca individualista) de su gesta, y debe recuperarla, porque ningún sistema ha hecho más por el individuo en la historia humana.
ResponderEliminarNuestro punto Enrique es que el capitalismo ni siquiera es individualista, si por individualismo se entiende una concepción del universo y la vida donde prima el individuo versus la comunidad, y por lo tanto el Estado se encarga de defender y proteger el desarrollo de las individualidades, donde entran los intereses personales. Ese es el capitalismo de Locke y los fundadores de Estados Unidos. El capitalismo actual, a través de la sociedad de consumo, ha borrado todo esto, imposibilitando, como usted dice, "el pleno desarrollo de las individualidades". Decir que el capitalismo es individualista es decir que se rige por una filosofía y un sistema ético, lo cual como usted y nosotros sabemos es falso: en el capitalismo el único fin es el beneficio económico y bajo un sistema tal -en esto concuerdan los filósofos del capitalismo a ultranza- no existe ningún principio ético que lo rija, pues el mercado carece de moral. Al contrario: al mercado le interesa acabar con cualquier vestigio de moral, con cualquier vestigio de pensamiento, convertir a los seres humanos en máquinas compradoras, o lo que se conoce como la alienación del individuo. En la sociedad de consumo el individuo -la individualidad- desaparece para integrar una nueva colectividad: los que se visten con Nike; los que toman Coca Cola; los que manejan Mercedes Benz. El estatus no viene de las individualidades, de su desarrollo -de quien alcanzó educarse, ayudar al prójimo-, sino de la sumisión a ciertos patrones colectivos asociados a ciertas marcas, comportamientos y otros instrumentos comerciales que afectan todas las áreas de la vida. La fase individualista del capitalismo ha sido superada. Ahora vivimos su fase irracional: egocéntrica. Concordamos con usted- se crea una nueva clase, los alienados, que alimentan la buena vida que se dan los capitalistas, esa clase de la que usted habla, la nueva aristocracia sustentada en los grandes capitales.
ResponderEliminarCreo que están confundiendo el término individualismo con la prioridad que puede o debe tener el individuo en una sociedad. El individualismo conduce a la negación del individuo, precisamente porque está divorciado de su condición social. El capitalismo en efecto enarboló en sus inicios los derechos individuales de todos, frente a los de casta, pero por su propia naturaleza devino en un sistema individualista que ahoga las individualidades, y las enajena. El camino del socialismo es más difícil, porque carece de rutas seguras: desarrollar y estimular plenamente las individualidades de manera que no se transformen en individualistas. El problema real es que la cultura dominante en el mundo es la individualista-consumista (nada que ver con los valores del individuo) y esa cultura lo permea todo, incluso a veces las buenas intenciones del socialismo.
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