Parece que las aguas toman su lugar. A pesar de las deserciones, Cuba se las arregla para componer equipos de primer nivel. Del III Clásico, en el 2013, nos abandonaron Pito Abreu, Arruebarruena, José Miguel Fernández, Rusney Castillo, Yasmany Tomás... Mientras competían por Cuba decíamos que no estaban al nivel de la MBL, pero todos se insertaron con éxito en ese circuito. "Los peloteros cubanos (y por tanto el béisbol cubano como un todo) son mucho, mucho mejores en las dos últimas décadas que antes de 1960", afirma categórico Peter C. Bjarkman, estudioso estadounidense de nuestro béisbol. Y añade: "Creo que los jugadores en Cuba durante los últimos diez años son los mejores, y que (son) los equipos cubanos más talentosos que Cuba ha presentado (aunque no llegaron a las finales como la escuadra de 2006 que tuvo varios breaks que rompieron en su favor todo el tiempo). Vimos lo que Cepeda, Abreu, Bell y otros podían hacer contra lanzadores de Grandes Ligas".
Lo cierto es que existe la intención de desestructurar la Serie Nacional, despojándola de sus mejores jugadores, y que cuando un equipo de provincia empieza a despegar (Villa Clara, Cienfuegos, Matanzas), los scouts se centran en ellos. Hay personas que creen que la pelota cubana "ya no sirve", y en su fuero interno desean que los equipos nacionales pierdan. Pero ya lo dije, año tras año, Cuba se las arregla para componer equipos de primer nivel. En octubre pasado ganamos los Juegos Centroamericanos. Los escépticos dijeron que el nivel de los contendientes era bajo. Antes de partir hacia la recién finalizada Serie del Caribe se apresuraron en devaluar cualquier resultado: puesto que llevábamos "un equipo Cuba" (y no solo el de la provincia ganadora de la Serie), una derrota sería un desastre, y una victoria no sería meritoria. Perdimos los primeros partidos –más por un factor sicológico que de calidad deportiva y quizás por deudas de entrenamiento, mal cumplido durante nuestra Serie–, y los elogios a los contrarios crecieron. Venezuela se presentó con cuatro grandeligas y ocho prospectos de las Mayores –enumeración hecha con admiración–, y se dio como favorita contra Cuba. Sorpresa: ganamos 8 x 4. Mi hermano me comentaba que en cierta ocasión había leído un comentario en un sitio de Internet que se refería a un equipo contrario al que Cuba había vencido de manera peyorativa "porque no tenía a sus mejores jugadores de Grandes Ligas", y que a continuación encontró otro que decía con sorna: bueno, el nuestro tampoco, pero todos en principio son prospectos de la MLB, al menos en sueños. Hoy Cuba –parodiando el letrero de la camiseta del equipo mexicano que decía "Jalisco es México": "Pinar del Río es Cuba"– venció a México y se llevó, inesperada e indeseadamente para algunos, el título de la Serie del Caribe. Me alegro. Que sufran los escépticos. Ahora vamos por el oro en los Panamericanos de 2015.
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