Omar Rafael García Lazo
México
1. La policía de Guerrero y el ejército nacional, con la anuencia de los poderes locales y la complicidad estructural del Estado mexicano, asesinaron 43 adolescentes normalistas.
2. El Gobierno sigue negando la vinculación de las instituciones nacionales y a duras penas han achacado toda la responsabilidad a grupos mafiosos en contubernio con el alcalde de Iguala.
3. Aún no se han arrestado a todos los responsables materiales e intelectuales.
4. Los medios de prensa nacionales e internacionales han reducido su cobertura a mera crónica roja. Han desenfocado la demanda de justicia de los padres y compañeros, además de omitir cualquier alusión a la responsabilidad del Estado con el crimen y con la creación de condiciones democráticas y de seguridad para evitar que hechos como este, habituales ya en México, se repitan.
Venezuela
1. Un miembro de la Policía Nacional Bolivariana, desoyendo todas las instrucciones existentes, cae en la trampa de la provocación y asesina a un adolescente vinculado a las protestas que en San Cristóbal, Táchira, elementos violentos tratan de reactivar para derrocar al gobierno nacional.
2. Las instituciones del Estado, léase, presidente de la República, presidente del Parlamento, Gobernador de Táchira, Fiscal General, Defensor del Pueblo y otros altos cargos se pronuncian, inmediatamente, contra el execrable crimen y demandan de las autoridades pertinentes una respuesta jurídica efectiva.
3. Rápidamente fue arrestado el autor material del crimen y se inició en su contra un proceso judicial.
4. La prensa nacional e internacional omite o reduce la respuesta del Estado y las instituciones venezolanas ante el crimen y se concentran en inflamar el acontecimiento para continuar posicionando la matriz de opinión que resalta que en “Venezuela se violan los derechos humanos”.
Algunas conclusiones preliminares:
1. La Revolución Bolivariana es un objetivo prioritario de EE.UU. mientras que México, eufemísticamente llamado “aliado”, no es otra cosa que parte de la “frontera sur” de EE.UU., sobre todo después de que el país azteca entrara en el TLCAN. Para Washington en Venezuela se violan los derechos humanos, en México no existen.
2. Los medios en manos de la derecha latinoamericana e internacional siguen actuando como actores políticos e imponen, de forma articulada, las agendas mediáticas en consonancia con los intereses políticos de EE.UU. y sus aliados regionales.
3. Los medios de comunicación revolucionarios de la región siguen a la defensiva y desarticulados.
4. La izquierda regional debe pasar de la denuncia a las propuestas concretas en términos comunicacionales.
5. Se precisa de acciones comunicativas concertadas para revertir la ofensiva mediática derechista y contrarrevolucionaria que forma parte de la contraofensiva del imperialismo dirigida a revertir los cambios políticos en América Latina y el Caribe.
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