martes, 30 de junio de 2009

¡Viva la democracia!

Enrique Ubieta Gómez
Cada quien con su papel. Eso es la democracia. Los políticos sonríen, hablan, hablan sin parar, hacen lo que no dicen, y se guardan la carta militar para casos extremos. El ejército desfila, recluta a muchachos pobres, encumbra a hijitos de papá, y en situaciones extremas acude al llamado de los políticos. Y los medios, ah los medios, construyen escenarios, sucesos, esperanzas, desilusiones; trazan sobre el aire, con finos ademanes, las fronteras de la verdad y la mentira, de los sueños y las pesadillas. Veamos las cosas más terrenalmente: los políticos pueden ser contradictorios (esa es su esencia), por ejemplo, Hillary Clinton puede hacer de mala, y decir –cuando ya todos los estados latinoamericanos han condenado el golpe--: “la administración considera que la situación ha evolucionado en un golpe, pero de momento evitamos calificar los hechos en Honduras”, para que enseguida Obama, con el ceño fruncido y la sonrisa benévola en los labios, haga de bueno y descalifique esas declaraciones con una rotunda condena a los golpistas.
Los militares no se molestan por ello; saben que cada quien se comporta según el buen guión de una democracia, y que los políticos deben decir lo que deben decir. Pero los medios, ah los medios, empiezan a tejer largas, delgadas e inofensivas telarañas, que terminan por enredarnos, por inmovilizarnos. Pongo un ejemplo, CNN –como ven, hablo en grande--, empieza diciendo que el presidente hondureño fue “detenido” por los militares, no dice que fue “secuestrado” (y ellos sí dominan el idioma), hasta que resulta imposible el escamoteo de los términos. Pero no se rinden: esa es su misión. Entre noticias de aquí y de allá, empieza a infiltrarse una noticia: “el presidente depuesto no respetaba la legalidad”; si somos observadores la veremos crecer con la misma alegría con la que crece cualquier criatura viviente. Hasta que se traga a la noticia de partida: el golpe de estado vuelve a convertirse en arresto judicial. Los militares cumplían órdenes de los tribunales.
Mientras, los golpistas nombran a un nuevo presidente y a su gabinete. Todos los estados del mundo lo desconocen –hasta Obama, ese es el papel de los políticos en una democracia--, pero la CNN subrepticiamente empieza a referirse a Zelaya como ex presidente y a Patricia Rodas como ex canciller. Bien, pero puede pasar que el truco no funcione, o que funcione a medias. Sobran los recursos. Por ejemplo –y los últimos acontecimientos en Honduras nos proporcionan tantos ejemplos, que cualquier maestro de escuela podría impartir un curso completo con ellos--, la CNN y los grandes medios repiten una y otra vez que todo está en orden, que la resistencia es mínima y se limita a “organizaciones sociales de izquierda”. Hablan de la perniciosa influencia de Chávez y de Fidel. Las imágenes muestran calles solitarias, y soldados que cuidan la tranquilidad ciudadana ante la irreflexiva actitud de los extremistas. Los enfrentamientos entre manifestantes y soldados, los arrestos y los heridos, no se televisan, es decir, no existen. Los canales locales –sucursales de CNN y demás medios imperiales--, trasmiten muñequitos, y la CNN “se hace la loca”. Cuando ya han arrestado o secuestrado (elija usted el término correcto) a más de 160 líderes populares, y dispersado a los manifestantes de la capital –los del interior, sin información, se dan cuenta de lo sucedido muchas horas después--, el nuevo “presidente” convoca a una manifestación de respaldo a su nombramiento. Entonces las calles elegidas se llenan de cámaras de la CNN, siempre en pos del mejor perfil. El dictador de facto hace entonces lo que debe hacer un político en esos casos y levanta el brazo en señal de victoria, como si acabase de ganar las elecciones. La pantalla del televisor se llena de multitudes que vitorean al usurpador, mientras que en un recuadro inferior, el genuino presidente hace sus descargos. Hay un instante en que usted no sabrá ya distinguir quien es el presidente constitucional y quien de los dos hombres, Micheletti o Zelaya, es el autor del golpe de estado. El espectáculo alcanza su clímax cuando Micheletti --¿todos los dictadores llevan apellidos italianos?--, clama desde la tribuna, como corresponde a un político: ¡viva la democracia!
Pero no quiero hacerle perder tiempo. He descrito las funciones de cada actor en una "democracia", pero no he dicho lo más importante: nunca preste atención a lo que dicen los políticos, eso es irrelevante. Si usted quiere saber cuál es la verdadera opinión de Obama u otro presidente del grupo de los que cuentan (ya sabe a qué me refiero), escuche lo que dice CNN, lea la prensa norteamericana, que es como decir, lea la gran prensa de cualquier estado. Ahora viene mi advertencia: esa prensa está preparando las condiciones para presionar un acuerdo que mediatice el regreso de Zelaya. Quiero decir, que más allá de su carisma y de sus palabras de afecto, Obama se explica más claramente en la voz de sus medios, porque para eso son los políticos y para eso son los medios, en una “genuina” democracia. Y Obama también quiere aplastar la insurrección latinoamericana.

POETAS CONTRA EL GOLPE

Lo que pudo ser un apacible domingo de comunión de ideas en Honduras, nos une a personas de todo el mundo en la condena al golpe de estado militar que sufre ese pueblo y su presidente Zelaya. Desde Santiago de Cuba, ciudad que durante meses se ha preparado para recibir una amplia delegación de artistas e intelectuales hondureños, país al cual está dedicada esta edición del Festival del Caribe convocado del 3 al 9 de julio, sumo mi voz, como Coordinadora del Encuentro de Poetas del Caribe y el Mundo, a las muchas voces que se alzan contra el atropello y la violencia que intenta aplastar los sueños de la mayoría.
Con la confianza, como escribiera Joel James, en que un mundo mejor no es sólo posible, sino inevitable, termino con estos versos del joven poeta Heber Sorto, parte de la delegación oficial hondureña al Festival: “No somos los frutos oscuros de esta tierra / entre nosotros está el amor, / nada puede perdernos, / nada.”
El sábado 4 de julio, en la mañana de inauguración del Encuentro de Poetas del Caribe y el Mundo, del Festival del Caribe, poetas santiagueros realizarán una lectura homenaje de poesía hondureña y será leída la Declaración solidaria con el pueblo de Honduras.

Teresa Melo, escritora
Santiago de Cuba

¡HONDURAS, PELEA! ¡RÍNDETE GORILETTI!


Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros
que tienen en sí el decoro de muchos hombres.
Esos son los que se rebelan con fuerza terrible
contra los que les roban a los pueblos su libertad,
que es robarles a los hombres su decoro.
José Martí

Carlos Rodríguez Almaguer
Lo que está ocurriendo en Honduras ante los ojos del mundo es algo insólito para la época que recién comienza. Que un grupo de fascistas apoyado por la potencia imperialista que fue durante años dueña de América, asaltara el poder político elegido por un pueblo de este hemisferio, fue algo casi cotidiano durante el malhadado siglo veinte. Y también que algún que otro gobierno adulador y cobarde volteara el rostro hipócrita para no ver los crímenes que producían la traición y el egoísmo, y hasta llegara al descaro de reconocerles legitimidad a los criminales, también era algo común. Pero que un grupo de fascistas, además fanáticos, tan cegados por su prepotencia se crean capaces de enfrentarse impunemente a un mundo que está cambiando, que los ha emplazado cada minuto desde el inicio mismo de esta asonada golpista, y que no solo se ha limitado a condenar los fatídicos hechos, sino que comienza a retirar a sus diplomáticos en señal de desconocimiento y protesta, y les ha exigido con energía y coraje que depongan inmediatamente, sin condicionamientos, su grosera y bochornosa actitud, eso es lo inaudito.
Pero si lamentable y triste es lo que le está ocurriendo al pueblo civil hondureño que está cayendo ya bajo las balas y las porras de los militares; más lamentable aún es lo que le está ocurriendo al pueblo uniformado hondureño. Esos jóvenes soldados, clases y oficiales del ejército y la policía de Honduras que, manipulados por una cúpula de ambiciosos que jamás los han tenido en cuenta a la hora de repartirse el botín que arrancan desde hace varios siglos a las entrañas de la patria centroamericana, están arremetiendo contra otros jóvenes que demandan la restitución del orden constitucional y el regreso del presidente que ellos eligieron, esos soldados, digo, apuntan, disparan y arremeten cada segundo contra ellos mismos, contra sus hermanos, contra su propia familia.
Los soldados de Honduras no fueron fabricados in vitro, no fueron creados en los laboratorios de las oligarquías, son seres humanos que nacieron en el seno de ese propio pueblo al que hoy disparan inmisericorde y cobardemente. La inmensa mayoría de ellos, como expresó ayer el único presidente de los hondureños, José Manuel Zelaya, nacieron y pertenecen a los estratos más humildes de ese pueblo valiente que hoy les demanda cordura y coraje para que actúen según sus convicciones y su patriotismo, y les recuerda que defender a la patria exige en primer lugar reducir a la obediencia, no al pueblo que la lleva en el corazón y la garantiza con su vida, sino a quienes siempre la han tenido como sirvienta de sus caprichos y hoy la toman de rehén para mantener sus ambiciones y privilegios.
El pueblo de Morazán está demostrando su estirpe. ¡No se equivoquen, gorilas!. La dignidad de un pueblo puede ser golpeada y adormecida, pero no puede ser exterminada porque un pueblo y un ser humano valen tanto como valga la dignidad y el valor que muestren en la vida. En cambio, la vergüenza de plegarse ante la tiranía es peor que la muerte. Los pueblos como el hondureño suelen ser como los mares: apacibles en la superficie, que es la paz y armonía de la sociedad, pero en cuanto presienten el ultraje de aquello que consideran su derecho, se precipitan con furia nunca vista y sobreviene entonces la terrible borrasca. ¡Pobres de los que se han atrevido a ofender y a agredir al pueblo noble y generoso de Francisco Morazán! La más aplastante de las derrotas los espera, y el baldón ignominioso de la traición y la cobardía los acompañará mientras respiren.
Los pueblos del mundo apremian a los gobiernos para que tomen medidas prácticas, porque cada minuto que pasa puede perderse una valiosa vida, se está humillando y golpeando a un hombre o a una mujer hondureña, y José Martí nos enseñó que el hombre verdadero debe sentir en su propia mejilla el golpe dado a cualquier mejilla de hombre. Cada bofetada, cada culatazo, cada bomba lacrimógena, cada palabra ofensiva, cada bala que entra en cuerpo hondureño, lo recibimos en nuestro propio cuerpo.
Ningún ser humano digno puede dormir tranquilo mientras los gorilas que han asaltado el poder en ese país no estén en sus jaulas, los ambiciosos frente a los tribunales, y el pueblo hondureño tranquilo y seguro disfrutando, junto al gobierno democrático que se ha dado a sí mismo, de la paz y la armonía que merecen porque solo en ellas pueden esforzarse cada jornada, con alegría y constancia, los ciudadanos que aspiran a levantar, con sus propias manos, las riquezas que harán más feliz y generosa la república libre.
¡Honduras, pelea!
¡Ríndete Goriletti!
Los pueblos del mundo no permitirán que perdure esta afrenta.
La señorita de marras (aunque se supone, según el consorcio PRISA - El País, que el mundo entero está pendiente de sus comentarios, pido disculpas por el galimatías que solo unos pocos entendidos descifrarán), acaba de pronunciarse sobre lo ocurrido en Honduras y casualmente opina lo mismo que el consorcio PRISA - El País.

HECHOS, NO PALABRAS (NI SONRISAS)

"El golpe de estado fascista contra el presidente Zelaya es una afrenta contra todos los pueblos". Palabras de Raúl en la Cumbre del Grupo de Río en Managua. TEXTO COMPLETO AQUÍ

El fascista Hernández Busto habló

Varias veces hemos emplazado en estas páginas al bushista Hernández Busto para que se pronuncie sobre el golpe de estado en Honduras. Finalmente, en unas breves líneas que preceden a muy selectos links de la derecha internacional, se queja de... !!!la condena del gobierno español al golpe de estado!!!: "No entiendo la posición de España --dice-- en el asunto de Honduras. El Estado español conoce como ninguno que hay encuestas que pueden ser anticonstitucionales, aunque digan no tener “carácter vinculante”. Su apoyo a Zelaya, cuyo argumento central, recién expresado en la cumbre de Managua, es que una encuesta (sobre la famosa “cuarta urna”) no puede ser declarada ilegal, resulta un poco contradictorio". Para que nadie dude de sus entrañas fascistas, este "demócrata" libertario que hace unos días colaboraba con entusiasmo en el fallido derrocamiento del gobierno iraní, ahora lamenta la unánime condena a los golpistas hondureños. Su guión no lo escribe ni siquiera el timorato gobierno español, sino las más oscuras fuerzas neoconservadoras del imperio. El que paga manda.

DISFRUTE: Honduras ¿no merece una carta persa? por Eliades Acosta Matos

RESISTENCIA Y REPRESIÓN EN HONDURAS

Hoy martes, quiero empezar el día con imágenes, no con palabras. Algunas agencias han tratado de presentar una Honduras en calma y orden después del golpe de estado. Pero estas fotos no pueden ser desmentidas. Que el lector juzgue.











Un editorial que parece que condena un golpe

Buena respuesta de Pascual Serrano a un editorial de El País. Selecciono solo un párrafo y pongo el link aquí:

"(...) ¿La solución? Para Bastenier (editorialista de El País), "que vuelva Zelaya, que se olvide del referéndum, y que las presidenciales de noviembre decidan hacia dónde quiere ir el país". "El único presidente de Honduras es Manuel Zelaya," concluyó, "todo lo otro es una farsa".
Ahora lo entendemos todo. El golpe no se puede defender, eso lo sabe hasta El País. De lo que se trata es de que los militares devuelvan al presidente con la condición de que ya no haga lo que quería el presidente, sino lo que querían los militares: que no convocase la consulta. Por si alguno no se había enterado en qué consiste la democracia: en que los gobernantes pueden hacer lo que quieran siempre y cuando estén de acuerdo las oligarquías y los militares (y el diario El País). Mira que lo tienen dicho".

Honduras: ¿está escrito?

José Steinsleger
En los comicios presidenciales de 2005, en pleno escrutinio, el candidato Porfirio Lobo (Partido Nacional, conservador, oficialista) visitó al embajador de Washington en Honduras y le propuso que vigilara el conteo de votos.
"Actúe con mesura. La tendencia demuestra que hay un ganador", comentó Charles Ford. Cabizbajo, el presidente del Congreso Nacional abandonó la legación diplomática, aceptando los hechos: el liberal Manuel Zelaya, ganadero y directivo de la banca privada, sería el nuevo
gobernante del país más pobre del continente, después de Haití. Nacional, liberal, políticos corruptos… ¿qué más da?
Hitos del siglo veinte hondureño: en 1924, un milico de la United Fruit, Vicente Tosta, fue proclamado presidente provisional a bordo del buque de guerra estadunidense Milwaukee; en 1944, un tirano, Tiburcio Carías Andino, proclamó como único candidato al ilustre patriota Franklin D. Roosevelt (sic), y para hacerla corta, en el decenio de 1980, políticos y militares convirtieron a Honduras en una gran base de agresión militar contra los pueblos de El Salvador y Nicaragua sandinista.
Llegó el nuevo siglo, y las cosas siguieron tal cual. Aunque no tan igual: 80 por ciento de pobreza, éxitos del trabajo semiesclavo en maquiladoras estadunidenses, notables récords en asuntos de explotación sexual infantil, y ejecución a mansalva de niños y jóvenes criminalizados como pandilleros. Tan sólo de 1998 a 2005, la institución Casa Alianza de Tegucigalpa contabilizó por lo menos 2 mil 720 asesinatos de adolescentes y jóvenes, entre 12 y 22 años.
Simultáneamente, el pueblo hondureño se iba organizando: marchas y concentraciones masivas contra el desempleo y los salarios de hambre, protestas de fiscales contra la corrupción institucional y combativa solidaridad de pueblos, aldeas y comunidades perdidas que cerraron
filas con los médicos cubanos hostigados por los colegios de profesionales.
Lobo, Zelaya. Hijos del mismo tronco. Para la contienda, Lobo contrató a Mark Klugmann (ex consejero del presidente republicano Ronald Reagan), y Zelaya se entendió con Ted Devine, estratega de la campaña del demócrata John Kerry. Los empresarios hondureños, tranquilos. Limándose las uñas, la democracia respiraba en paz: ¡qué buen tratado de libre comercio tenemos con Estados Unidos!
Y de súbito… el comandante mandó a…No, nada de comandantes. Por arriba y desde la derecha,
Zelaya empezó a tomar distancia de la gente linda. Y cometió el gran error de preguntarse por qué si en los folletos de turismo Honduras es comparada con Suiza, el ingreso per cápita de un hondureño asciende a 2 mil 793 dólares anuales, y el de un suizo a 53 mil 352 dólares.
Zelaya llegó a una conclusión obvia: siete millones de suizos, siete millones de hondureños. Está claro: Honduras no es Suiza. ¿Qué tal si hacemos una república socialmente integrada, y a tono con los grandes proyectos latinoamericanos de integración en marcha?
Luego, el presidente cometió varios actos de alta traición: viajó a Cuba, se entrevistó con Fidel, y dijo: vengo de la patria de Francisco de Morazán. Viajó a Venezuela, se entrevistó con Chávez, y dijo: vengo del país cuna del constitucionalista bolivariano José Cecilio del Valle. Por enésima vez, un discurso que no encajaba con los manuales de izquierda: “soy liberal, pero socialista…” La oligarquía y lumpeburguesía hondureña, olfatearon que tan sólo ese discurso preanunciaba un camino sin regreso. Zelaya apuró el paso: Honduras ingresó a la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba), firmó acuerdos petroleros con Venezuela, se enfrentó a toda la partidocracia, aumentó el salario mínimo y profundizó su alianza con los sectores populares. En suma, hizo todo aquello que odian Washington, Madrid, y las áureas firmas de Vargas Llosa & asociados.
Hace menos de un mes, en la histórica reunión de cancilleres de la OEA (San Pedro Sula), el presidente de Honduras dijo lo que ningún gobernante puede decir en las narices del imperio: "No podemos irnos de esta asamblea sin reparar la infamia contra un pueblo (Cuba, “naturally”)". Principio del fin. En la noche del viernes 15 de junio, a las 6 de la tarde, en la colonia Satélite del anillo periférico de Tegucigalpa, un par de tiros perforaron el vidrio panorámico del coche que llevaba al gobernante. Y ayer, en la madrugada, Zelaya fue derrocado por un golpe de Estado.
Un día antes, el genio que conduce la OEA declaró al periódico Reforma de México: "a pesar de lo que se observa (sic), hoy en día hay instituciones. Y aunque en algunas partes son muy frágiles, no se pensaría en un retroceso de ningún tipo".

Honduras: Se intensifica represión militar.


Luther Castillo denunció la muerte de un compañero de resistencia quien fue atropellado por un camión militar y murió poco después en un hospital de la capital. En tanto decenas de manifestantes han sido heridos por la acción del Ejército en su avance sobre los manifestantes.
El líder social, igualmente subrayó que hay un gran número de detenidos pero se desconoce el paradero de estos y se teme por la integridad física de ellos.
El Ejército luego de reagruparse ha intensificado su acción represiva, lanzando bombas lacrimógenas y chorros de agua rojo con químicos contra los manifestantes que repelen la violenta acción con piedras, como única arma. Sobre la zona vuelan helicópteros del Ejército. Las cámaras de Telesur denuncian a esta hora de la tarde la intensificación de la represión militar en las principales calles de Tegucigalpa a donde el pueblo, pacificamente había salido a reclamar el regreso de su presidente Manuel Zelaya.

LLEGÓ RAÚL

Llegó Raúl esta tarde (a las 4: 16 p. m., para ser exactos) a Managua. Se inicia la Cumbre del ALBA para respaldar al presidente hondureño Manuel Zelaya y condenar el golpe militar. Seguidamente tendrá lugar, con el mismo propósito, la Reunión del Grupo de Río.

Honduras, ¿no merece una carta persa?

Eliades Acosta Matos

Desde que se inició en Irán el penúltimo intento derrotado de contrarrevolución sacado del libro de colorear de los chicos literarios de la CIA, varios denodados bloggers del exilio ilustrado cubano se empeñaron en ofrecernos su versión personal y solariega de las “Cartas Persas” de Montesquieu. Estos "patriotas" verticales, dedicados a tiempo completo a la causa cubana, como siguiendo una súbita inspiración internacionalista de derecha, más o menos del mismo tipo que la promovida por los neoconservadores yanquis, se olvidaron por unos días de La Habana, lo arrojaron todo al fuego iraní, se rasgaron las vestiduras libertarias, en pose de matronas romanas ante la historia, y atiborraron sus páginas con noticias ciertas y trucadas, con chismes y rumores, con hechos y deseos que terminaron --como era de esperar--, no solo por enseñar demasiado las ligas bajo el vestido, sino también en el más completo de los ridículos.
Lo que debió ser el arrasador tsunami que nos anunciaban, capaz de barrer con una revolución popular a base de mensajes de Twitter, culminó en un charquito gelatinoso donde hoy es posible observar, retorciéndose, a los entusiastas apocalípticos de las vísperas. Quien desee seguir minuto a minuto esta telenovela por encargo, que se remita al blog “Penúltimos días”, donde un crepuscular Ernesto Hernández Busto ha pasado en sus posts sobre Irán de la euforia al abatimiento, tras endosarle al lector más entradas dedicadas al tema que las 161 cartas persas escritas por Charles-Louis de Secondat, barón de Montesquieu, y claro, sin haber logrado que triunfase la opción pro-yanqui y guarimbera en aquel país, ni tampoco para sí la entrada a academia alguna, como no sea la del inspector Closeau, como sí se recompensó al enciclopedista de marras por su novela satírica.
Pero la capacidad de ridículo de la contra ilustrada cubana es insospechada y he aquí que se acaba de sacar una carta ganadora de la manga: de la extrema locuacidad persa ha transitado, sin pudor alguno, al casi absoluto silencio hondureño.
Las elevadas consignas libertarias, en el caso iraní, y el fanatismo democrático que hizo que Hernández Busto se soñase como una desmelenada Juana de Arco conduciendo al pueblo cubano a derrocar a la Revolución, por todo 23, han sido apresuradamente guardadas bajo siete llaves, pues en Honduras lo que ha ocurrido, nos dice, es la “detención del presidente Zelaya”, y si bien es cierto que fue mediante un golpe de estado, lo importante no es condenarlo, como ha hecho la comunidad internacional en pleno, sino matizarlo diciendo que ciertos rasgos de él lo “alejan del perfil clásico”.
Lo que Hernández Busto toma de la realidad hondureña, con pinza y guantes de seda, contrastando con sus viriles bravatas y su intransigencia de las vísperas, eso que llama con lenguaje políticamente correcto como un “golpe alejado del perfil clásico”, ¿debe entenderse como un lamento de que aún estos gorilas de utilería no hayan empezado las desapariciones de prisioneros, las masacres, las torturas, el uso de los estadios para concentrar detenidos, o no se hayan atrevido a bombardear la casa de gobierno, limitándose, oh decadencia de los tiempos, a patear las puertas?
De esta manera, con su amelcochada cobertura iraní y su anémica cobertura hondureña Hernández Busto vence gallardamente nuevas etapas en su carrera para coronarse “El Mingo del Año”. Dudo que otros ya lo puedan alcanzar en el monopolio de la trompetilla nacional, que tradicionalmente ha herido en este suelo el delicado oído de ciertos señoritos metidos a políticos.
Cuando las calles de Tegucigalpa están siendo holladas por tanques y la constitución manchada por los mismos milicos golpistas que aprendieron a torturar con los yanquis en la “Escuela de las Américas” y a conspirar contra la voluntad popular y la verdadera democracia con los embajadores y agregados militares de esa nación, Hernández Busto, atrapado entre su retórica y la realidad, se refugia en su blog publicando una foto, de marzo de 1956, cuando Marlon Brando llegó a La Habana para comprarse una buena tumbadora.
Cuando un golpe militar de derecha en América Latina, como este de Honduras, resulta tan evidentemente anacrónico, nadie se atreve a apoyarlo, y mucho menos a reconocer la paternidad que se adivina, y que es la misma de siempre; cuando se le sabe condenado a un inminente fracaso y a seguir la misma ruta hacia el basurero de la historia que el efímero gobierno de “Carmona, el Breve”, en Venezuela, entonces hay pruebas renovadas de que asistimos a una nueva época en el continente y el mundo, y que la otrora creatividad triunfante de los chicos literarios de la CIA y sus cotorras, merece un replanteo, pues en los últimos tiempos no ponen una.
Y como vienen tiempos de crisis, de ajustes de plantillas y de despidos, quizás consuele saber a los autores de estos remakes de las “Cartas Persas”, derrotados ya en las calles de Teheràn, y que son los mismos del silencio cómplice alrededor del golpe en Honduras, que el problema es más general.
Montesquieu no solo publicó en 1721 esas “Cartas Persas”, también lo hizo, en 1734, con otra obra cuyo título puede que reconforte en algo a los hoy silenciosos y sutiles vocingleros de las vísperas, haciéndoles entender las causas profundas de sus derrotas consecutivas: “Consideraciones sobre las causas de la grandeza de los Romanos y de su decadencia.”
Decadencia imperial, es la explicación más exacta.

LA AMÉRICA NUEVA

“Los malos no triunfan sino allí
donde los buenos son indiferentes.”
José Martí

Carlos Rodríguez Almaguer.

“Honduras es un pueblo generoso y simpático, en que se debe tener fe”, escribía José Martí, en las páginas de La América, de Nueva York, en junio de 1884. Y tal parece que, también en junio pero de 2009, esta sentencia se haya escrita en el cielo hondureño desde que hace unos días comenzó a gestarse la tormenta que en la madrugada de ayer desencadenó los truenos vergonzosos de la asonada golpista contra el presidente escogido libre y democráticamente por el pueblo de Honduras, José Manuel Zelaya.
Y en el pueblo hondureño han creído y junto a él se han alineado, sin demora, los pueblos de Nuestra América. Acaso antes de que muchos de los propios hondureños, víctimas de un silencio mediático y una manipulación criminal de la opinión pública, se dieran cuenta de lo que en verdad sucedía en su capital y en su país, ya muchos pueblos, por vía de sus presidentes y de sus cancilleres, protestaban contra el atropello de la libertad hondureña y condenaban el asalto vandálico y el asesinato de la Constitución de esa República americana.
Dichosa empieza a ser, sin duda, en estos tiempos nuevos, nuestra Madre América luego de tantos siglos de humillaciones y de enfrentamientos violentos contra quienes han querido siempre conculcar el derecho de sus hijos a disfrutar la libertad a que les llama una naturaleza inigualablemente hermosa, cuya impronta va impresa en su carácter: acogedores y hospitalarios con los que en paz y amistad pisan sus playas, y terribles e impenetrables para quienes en son de guerra y de conquista hoyan el suelo vendito en que nacieron.
Dichosa empieza a ser esta América Nueva, porque el tiempo en que la voz y el sentimiento de los pueblos que la conforman están en esencia y previsoramente puestos en la voz y el sentimiento de quienes los representan, es un tiempo dichoso. Venezuela, Cuba, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Argentina, Brasil… tantos otros que no han vacilado en condenar este artero atentado, que no es solo contra la constitucionalidad hondureña, sino contra los nuevos tiempos que se abren para nuestro “pequeño género humano”, como nos llamó Bolívar, para esta “raza original, fiera y artística”, como nos llamó José Martí.
La posición de los presidentes Chávez, Daniel, Correa, Evo, de Raúl y Fidel, apoyando el derecho del pueblo hondureño, y el valor y el patriotismo del presidente Zelaya y de su canciller, es una lección magistral de la altísima ética humanista y del compromiso que mueve a la práctica política contemporánea en Nuestra América. La claridad meridiana de sus planteamientos unido a la capacidad movilizadora de la opinión pública nacional e internacional, han constituido un elemento definitorio de la situación que vive el hermano país. Al atardecer del propio día del golpe, ya los gorilas estaban moral y políticamente derrotados por la opinión pública internacional. Nadie ha estado dispuesto a apoyar semejante retroceso a las brutalidades cavernarias de otros tiempos. La efectividad de los mecanismos de integración regionales está enfrentando con éxito visible la dura prueba que le han impuesto con su arbitrariedad los “Gorilettis” trasnochados que, acostumbrados a la impunidad de que han gozado por generaciones al amparo de sus amos rubios, no creyeron siquiera necesario, antes de cometer este “error suicida” —como lo llamó certeramente Fidel— informarse de la realidad que los circunda y que los ha petrificado como fósiles vivientes, energúmenos que se creen capaces todavía de inventar la rueda y, por ello mismo, tampoco pudieron darse cuenta de que ya el amo no tiene ni tendrá jamás sobre nuestros pueblos y sus dirigentes el efecto hipnótico ni el reflejo condicionado de otrora.
Tampoco son los mismos tiempos para el amo del norte, que en su actual postura frente a los tristes hechos de estos días ha marcado un importante hito en la historia de sus relaciones con nuestros pueblos en los últimos doscientos años. Sea por una casi increíble honestidad política, o por una más probable y astuta conveniencia, la actitud del gobierno de los Estados Unidos frente al golpe de estado en Honduras es un hilo de luz en la larga y tenebrosa noche de su ejercicio político y de su diplomacia, especialmente en este hemisferio, y ojalá signifique el inicio de un rescate sincero de los mejores valores éticos que hicieron nacer a esa gran nación y la convirtieron en su momento en el símbolo de la libertad y la admiración de los pueblos. “Un gran país como éste, —diría en su momento Pablo Neruda— despojado de su prepotencia política y económica, sería un regalo para el mundo”. Por eso también es grande el significado de la actual realidad que viven nuestras repúblicas americanas, pues, como advirtió a tiempo—con un siglo de tiempo—José Martí, la independencia y la dignidad de nuestras naciones no solo es buena para nosotros sus hijos, sino que será también una tabla de salvación para el honor duramente lastimado, y ya dudoso, de la gran república del norte, que en el desarrollo de su territorio alcanzaría más segura grandeza que en la innoble conquista de sus vecinos menores, y en la pelea inhumana que con la posesión de ellas abriría contra las potencias del orbe por el predominio del mundo.
En este contexto, la reacción del pueblo hondureño es otro ejemplo para todos los pueblos y un motivo más de orgullo para los que no solo nacimos en nuestra América, sino que nos preciamos de ser hijos de esta tierra dolorosa y sublime. Y como en su momento el heroico pueblo venezolano, y luego el boliviano y el ecuatoriano, los hondureños tampoco han podido ser anulados por la abulia y la estolidez promovidas desde el norte y enfatizadas por las oligarquías a través de sus medios masivos de enajenación, y han salido a defender a los representantes electos libremente por ellos, como la manera más eficaz e inmediata de hacer respetar sus derechos individuales.
Ya los tiempos de los pueblos sumisos e indolentes compuestos por masas informes sin conciencia de sí, de su poder y de su historia, han quedado atrás. Ningún hombre ni mujer americano, una vez iluminada la conciencia y vivida intensamente la gloria de estos tiempos, volverá a bajar la cabeza otra vez ante la prepotencia y la ambición. Se acabó la impunidad en nuestra Madre América. Nadie volverá a golpear el rostro de un indio, de un negro, de un mestizo, de un americano de Nuestra América, ni de quienes sean elegidos como sus representantes, sin que se levanten espontáneamente al cielo, potentes y justicieros, millones de voces acusadoras y de puños reivindicadores.
A los golpistas de hoy y a los que puedan estar incubando ese virus nefasto ya en vías de erradicación; a los privilegiados parásitos de las oligarquías que han vejado durante siglos a nuestros pueblos, y a los oportunistas que cambian de color según cambia el ambiente, les decimos, mirándolos de frente y sin miedo, como diría en un verso inolvidable el Poeta Nacional de Cuba, Nicolás Guillén:
¡SE ACABÓ!

No sé por qué piensas tú

Nicolás Guillén

No sé por qué piensas tú,
soldado, que te odio yo,
si somos la misma cosa
yo,
tú.

Tú eres pobre, lo soy yo;
soy de abajo, lo eres tú;
¿de dónde has sacado tú,
soldado, que te odio yo?

Me duele que a veces tú
te olvides de quién soy yo;
caramba, si yo soy tú,
lo mismo que tú eres yo.
Pero no por eso yo
he de malquererte, tú;
si somos la misma cosa,
yo,
tú,
no sé por qué piensas tú,
soldado, que te odio yo.

Ya nos veremos yo y tú,
juntos en la misma calle,
hombro con hombro, tú y yo,
sin odios ni yo ni tú,
pero sabiendo tú y yo,
a dónde vamos yo y tú...
!no sé por qué piensas tú,
soldado, que te odio yo!

domingo, 28 de junio de 2009

LIBERADA PATRICIA RODAS, CANCILLER HONDUREÑA

Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, al inicio de la Cumbre del ALBA, que se celebra en estos momentos en Managua, anunció que recibió un mensaje donde se le comunicó que la canciller secuestrada, Patricia Rodas, partió hace unos 20 minutos hacia México.

Diputada de Unificación Democrática denuncia persecución a legisladores

Jorge Legañoa.
La diputada Silvia Ayala, del partido Unificación Democrática (UD) de Honduras denunció ante el mundo —vía telefónica a través de Venezolana de Televisión— la persecución de que son objeto los legisladores de su Partido, los que no fueron convocados para las sesiones del Congreso por estar opuestos al golpe. Silvia Ayala subrayó que es falso que el Congreso eligiera unánimemente al presidente de facto. El pueblo está frente a la casa presidencial resistiendo. Los golpistas han cerrado los medios de comunicación masiva, incluyendo el canal del gobierno. Solo están trasmitiendo los medios de la derecha y se han dedicado a poner muñequitos, películas e informaciones sobre Michael Jackson. La diputada de Unificación Democrática denunció igualmente el secuestro de la canciller hondureña Patricia Rodas por parte de los militares golpistas y reiteró que no se sabe donde la tienen secuestrada.

Reflexiones del compañero Fidel. Un error suicida.

En la reflexión escrita la noche del jueves 25, hace tres días, dije: “Ignoramos qué ocurrirá esta noche o mañana en Honduras pero la conducta valiente de Zelaya pasará a la historia.”Dos párrafos antes había señalado: “…Lo que allí ocurra será una prueba para la OEA y para la actual administración de Estados Unidos.”La prehistórica institución interamericana se había reunido al otro día en Washington, y en una apagada y tibia resolución prometió realizar las gestiones pertinentes de inmediato para buscar una armonía entre las partes en pugna. Es decir, una negociación entre los golpistas y el Presidente Constitucional de Honduras.El alto jefe militar, que seguía al mando de las Fuerzas Armadas hondureñas, hacía pronunciamientos públicos en discrepancia con las posiciones del Presidente, mientras solo de modo meramente formal reconocía su autoridad.No necesitaban los golpistas otra cosa de la OEA. Les importó un bledo la presencia de un gran número de observadores internacionales que viajaron a ese país para dar fe de una consulta popular, a los cuales Zelaya habló hasta altas horas de la noche. Antes del amanecer de hoy lanzaron alrededor de 200 soldados profesionales bien entrenados y armados contra la residencia del Presidente, los que apartando rudamente la escuadra de la Guardia de Honor secuestraron a Zelaya, quien en ese momento dormía, lo conducen a la base aérea, lo montan por la fuerza en un avión y lo transportan a un aeropuerto en Costa Rica. A las 8 y 30 de la mañana, conocimos por Telesur la noticia del asalto a la Casa Presidencial y el secuestro. El Presidente no pudo asistir al acto inicial de la consulta popular que tendría lugar este domingo. Se desconocía lo que habían hecho con él. La emisora de televisión oficial fue silenciada. Deseaban impedir la divulgación prematura de la traicionera acción a través de Telesur y Cubavisión Internacional, que informaban de los hechos. Suspendieron por ello los centros de retransmisión y terminaron cortando la electricidad a todo el país. Todavía el Congreso y los altos tribunales envueltos en la conspiración no habían publicado las decisiones que justificaban la conjura. Primero llevaron a cabo el incalificable golpe militar y luego lo legalizaron. El pueblo se despertó con los hechos consumados y comenzó a reaccionar con creciente indignación. No se sabía el destino de Zelaya. Tres horas más tarde, la reacción popular era tal que se vio a mujeres golpeando con el puño a los soldados, cuyos fusiles casi se les caían de las manos por puro desconcierto y nerviosismo. Inicialmente sus movimientos parecían los de un extraño combate contra fantasmas, más tarde trataban de tapar con las manos las cámaras de Telesur, apuntaban temblorosos sus fusiles contra los reporteros, y a veces, cuando la gente avanzaba, los soldados retrocedían. Enviaron transportadores blindados con cañones y ametralladoras. La población discutía sin miedo con las dotaciones de los blindados; la reacción popular era asombrosa. Alrededor de las 2 de la tarde, en coordinación con los golpistas, una mayoría domesticada del Congreso depuso a Zelaya, Presidente Constitucional de Honduras, y designó un nuevo Jefe de Estado, afirmando al mundo que aquel había renunciado, presentando una firma falsificada. Minutos después, Zelaya, desde un aeropuerto en Costa Rica, informó todo lo ocurrido y desmintió categóricamente la noticia de su renuncia. Los conspiradores hicieron el ridículo ante el mundo. Otras muchas cosas ocurrieron hoy. Cubavisión se dedicó por entero a desenmascarar el golpe, informando todo el tiempo a nuestra población.Hubo hechos de carácter netamente fascista, que no por esperados dejan de asombrar.Patricia Rodas, la ministra de Relaciones Exteriores de Honduras, fue después de Zelaya el objetivo fundamental de los golpistas. Otro destacamento fue enviado a su residencia. Ella, valiente y decidida, se movió rápido, no perdió un minuto en denunciar por todos los medios el golpe. Nuestro embajador había hecho contacto con Patricia para conocer la situación, como lo hicieron otros embajadores. En un momento determinado les solicitó a los representantes diplomáticos de Venezuela, Nicaragua y Cuba reunirse con ella, que, ferozmente acosada, necesitaba protección diplomática. Nuestro embajador, que desde el primer instante estaba autorizado a brindar el máximo apoyo a la Ministra constitucional y legal, partió para visitarla en su propia residencia.Cuando estaban ya en su casa, el mando golpista envió al mayor Oceguera para arrestarla. Ellos se pusieron delante de la mujer y le dicen que está bajo protección diplomática, y solo se puede mover en compañía de los embajadores. Oceguera discute con ellos y lo hace de forma respetuosa. Minutos después penetran en la casa entre 12 ó 15 hombres uniformados y encapuchados. Los tres embajadores se abrazan a Patricia; los enmascarados actúan de manera brutal y logran separar a los embajadores de Venezuela y Nicaragua; Hernández la toma tan fuertemente por uno de los brazos, que los enmascarados los arrastran a los dos hasta una furgoneta; los conducen a la base aérea, donde logran separarlos, y se la llevan. Estando allí detenido, Bruno, que tenía noticias del secuestro, se comunica con él a través del celular; un enmascarado trata de arrebatarle rudamente el teléfono; el embajador cubano, que ya había sido golpeado en casa de Patricia, le grita: “¡No me empujes, cojones!” No recuerdo si la palabra que pronunció fuese alguna vez utilizada por Cervantes, pero sin duda el embajador Juan Carlos Hernández enriqueció nuestro idioma.Después lo dejaron en una carretera lejos de la misión y antes de abandonarlo le dijeron que, si hablaba, podía sucederle algo peor. “¡Nada es peor que la muerte!”, les respondió con dignidad, “y no por ello les temo a ustedes.” Los vecinos de la zona lo ayudaron a regresar a la embajada, desde donde de inmediato se comunicó otra vez con Bruno. Con ese alto mando golpista no se puede negociar, hay que exigirle la renuncia y que otros oficiales más jóvenes y no comprometidos con la oligarquía ocupen el mando militar, o no habrá jamás un gobierno “del pueblo, por el pueblo y para el pueblo” en Honduras.Los golpistas, acorralados y aislados, no tienen salvación posible si se enfrenta con firmeza el problema.Hasta la señora Clinton declaró ya en horas de la tarde que Zelaya es el único Presidente de Honduras, y los golpistas hondureños ni siquiera respiran sin el apoyo de Estados Unidos.En camisa de dormir hasta hace unas horas, Zelaya será reconocido por el mundo como el único Presidente Constitucional de Honduras.

Fidel Castro Ruz
Junio 28 de 2009
6 y 14 p.m.

Una batalla continental entre al alba y el ocaso

E. U. G.

Un golpe de estado en un país latinoamericano es hoy inviable: produciría la muerte instantánea de la OEA, que respira con pulmones artificiales. De haber aceptado Zelaya una renuncia obligada, las cosas quizás hubiesen sido más fáciles para los que en definitiva añoran su derrocamiento. Pero algunos no acaban de entender que los tiempos son otros. No sé si la relación del embajador estadounidense con las fuerzas opositoras a la legalidad en Honduras avanzó más de lo que Obama deseaba, pero lo cierto es que ese es el camino equivocado. Los gobernantes de facto en Honduras no pueden permitirse un rompimiento masivo con sus pares latinoamericanos, sin el apoyo de Estados Unidos. Y Estados Unidos no puede dar ese apoyo. Eso me hace deducir que la institucionalidad será restablecida en Honduras y que Micheletti (Goriletti, como lo llama Chávez) será otro Pedro el Breve. A pesar de ello, la CNN ha montado su show mediático sobre viejos rieles: habla de tránsito forzoso de gobierno en Honduras, trata a Zelaya de ex presidente, y se permite ironías e irrespetos imperiales. Porque el asunto no se cierra con el posible regreso de Zelaya. Los medios de desinformación han insinuado que el presidente hondureño desconocía la legalidad constitucional de su país. EFE, la agencia oficialista del gobierno español (que apenas se ha pronunciado, al igual que el resto de los estados europeos), acogida a una falsa objetividad, divulga el argumento golpista de que la “destitución” es el resultado de “reiteradas violaciones” a la Constitución, a las leyes y sentencias judiciales por parte del gobernante destituido. Pienso que lo que se propone ahora el imperialismo es negociar el regreso de Zelaya, no solo en cuanto al posible perdón de los implicados en el golpe, sino, sobre todo, de cara a una eventual moderación política del presidente hondureño que se ampare en lo que llaman ya “una reconciliación nacional”. En realidad, estamos ante una prueba de fuerza: Estados Unidos, que cuenta con la recomposición de facto de los poderes en Honduras y con toda la maquinaria propagandística de sus medios, de una parte; de la otra, una fuerza desconocida, para sí y para los demás, que es la nueva América Latina, lo que dicho en palabras de Chávez, “es una batalla continental entre las fuerzas retrógradas y las fuerzas del alba, y no me refiero exactamente a la alianza bolivariana (para las Américas), sino a (los países que representan el) amanecer”. Esa es la batalla que hoy libran en Managua los presidentes del ALBA y que mañana enfrentarán los centroamericanos. Esa batalla definirá el destino de Nuestra América.

HONDURAS: AMANECIÓ DE GOLPE


“El único modo de vencer el imperialismo

en los pueblos mayores, y el militarismo en los menores,

es ser todos soldados.”

José Martí.

Carlos Rodríguez Almaguer.
Esta mañana ha sido de duro aprendizaje para el pueblo hondureño, y en general, para todos los pueblos latinoamericanos: el siglo XXI no es en sí mismo una panacea que abolirá para siempre las prácticas retrógradas de las oligarquías que durante siglos han detentado el poder en nuestro hemisferio, ni del imperialismo que lo ha utilizado y vapuleado a gusto y conveniencia como su patio trasero.
Cuando el 13 de abril de 2001 el pueblo venezolano, luego de dura lucha y al precio de numerosas vidas de sus mejores hijos, restituía a la vez a su presidente, Hugo Chávez Frías, y con él el orden constitucional en la patria de Bolívar, creíamos haber asistido a la última asonada golpista llevada a la práctica en nuestras repúblicas americanas, y que tales prácticas quedarían en la historia como una triste tendencia del siglo XX.
A pesar de las reiteradas denuncias del propio presidente Chávez y más tarde, del presidente boliviano Evo Morales, sobre planes de reincidencias golpistas por parte de sectores oligárquicos de sus países, secundados por vetustas jerarquías militares, muchos no creían posible que tales planes se llevaran a efecto y aún otros tildaban de exageradas las declaraciones de ambos mandatarios, cuando no de ser un argumento o una “finta” política para mantener determinado estado psicológico en la población que resultara favorable para la implementación de las políticas de sus gobiernos.
Sin embargo, esta mañana hemos despertado en medio de una terrible lección, cuya didáctica aplastante no admite dudas: el golpismo es todavía una amenaza latente para los gobiernos que han llegado al poder, no como fruto de componendas y arreglos de camarillas, sino apoyados por los movimientos sociales que nuclean a las grandes mayorías de nuestros pueblos. Para quienes creían que habían quedado atrás los días de la teoría marxista como fundamento científico de los oprimidos de este mundo, vuelven a manifestarse con fuerza inexorable los fundamentos de la lucha de clases. Vuelve a manifestarse en su dura crudeza aquella verdad rotunda de que los poderosos no entregarán sus privilegios mansamente, sino que, aferrados a ellos serían capaces de masacrar no importa a cuántos de los que se les opongan. Nuestros pueblos han debido aprender en el fragor de las batallas sociales y políticas de este tiempo que tampoco en el siglo XXI les será regalado ningún derecho por los que ostentan el poder económico; que cualquier demanda de justicia deberá ser defendida con valor y firmeza de forma sostenida, como lo hace en este momento el pueblo hondureño, porque la justicia no se defiende sola, ni las conquistas se sostienen per se una vez alcanzadas. La lucha infatigable, disciplinada y consciente, será la única garantía que tendremos siempre los pueblos para nuestros derechos.
Ante la faz del mundo se ha producido este nuevo atropello a la legalidad de una nación, y una vez más han sido sus propios hijos, vistiendo el uniforme militar, quienes han asestado el golpe artero contra el pecho de su patria. Cada golpe militar contra los poderes constitucionales de un Estado es una manifestación de las anomalías que padecen los sistemas educacionales de esos Estados. Es difícil que un ciudadano educado en el amor a su país y a su historia, que conozca el devenir del pueblo del que nace, no importa en cuál de sus estratos sociales, pueda volver los cañones de sus fusiles contra su propio pueblo.
Pero de todo esto muchas son las lecciones que se derivan. A saber, que la realidad de Nuestra América realmente ha cambiado a favor de las mayorías desposeídas; que los líderes latinoamericanos surgidos al calor de estos nuevos tiempos han sabido asumir certeramente y sin ingenuidades su papel, y que su evaluación de la realidad política del mundo es clara y objetiva; que esa nueva realidad americana ha condicionado también las posiciones públicas de gobiernos foráneos otrora impune y descaradamente aliados a este tipo de acciones; que por primera vez en la historia de este continente no solo los pueblos sino también los gobiernos se unen prontamente para enfrentar esta afrenta a una de las naciones hermanas, y que a nuestros pueblos ya no habrá quien vuelva a humillarlos y a vejarlos de nuevo, porque han descubierto por sí mismos esa verdad tremenda que viene repitiéndose generación tras generación: ES MEJOR MORIR DE PIE QUE VIVIR DE RODILLAS.

Denuncia canciller de Cuba golpe de Estado en Honduras

Elson Concepción Pérez
Tomado de Granma
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, condenó ante la prensa nacional y extranjera acreditada en nuestro país, el brutal golpe de Estado perpetrado en Honduras contra el presidente constitucional Manuel Zelaya.
De igual forma denunció el secuestro de la canciller hondureña, Patricia Rodas, y exigió su liberación y respeto a su vida.
Rodríguez explicó la forma brutal en que Rodas fue secuestrada en momentos en que los embajadores de Cuba, Venezuela y Nicaragua le brindaban protección con su inmunidad diplomática.
El mayor Oceguera, de las Fuerzas Armadas Hondureñas, se presentó en el lugar donde los tres embajadores estaban con la canciller, y unos minutos después irrumpió en el lugar un grupo de uniformados encapuchados portando armas largas, golpearon a los embajadores y a la propia canciller.
Se refirió a que en esas circunstancias, el diplomático antillano Juan Carlos Hernández tomó a la canciller por un brazo para evitar que se la llevaran; no obstante, tanto la ministra Patricia Rodas como el embajador cubano fueron golpeados y conducidos hasta una furgoneta sin chapa por dichos encapuchados pertenecientes a las Fuerzas Armadas Hondureñas que los llevaron hasta la jefatura de la Fuerza Aérea de Honduras.
Momentos más tarde el embajador fue sacado por la fuerza, después de haber sido separado de manera violenta de Patricia Rodas y llevado a la calle.
El titular cubano de Exteriores dijo ante la prensa que convocaba a las Naciones Unidas, al Movimiento de Países No Alienados, al Grupo de Río, al Consejo Permanente de la OEA a exigir la libertad incondicional e inmediata y garantías para la vida de la canciller Patricia Rodas por parte de los militares golpistas.
Dijo que en Honduras se encuentran 486 cubanos, la inmensa mayoría de ellos médicos prestando sus servicios en toda la geografía de ese país. Están protegidos por el pueblo hondureño, ateniéndose a que su labor es únicamente humanitaria y consiste solo en aliviar el dolor y la enfermedad de los hermanos hondureños, precisó.

PALABRAS DEL EMBAJADOR CUBANO
Contactado telefónicamente por el ministro Bruno Rodríguez, el embajador cubano en Honduras describió cómo se produjo el secuestro de la canciller Patricia Rodas por los militares encapuchados, cuando ella era protegida por los jefes de las misiones diplomáticas de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Patricia y yo fuimos sacados del lugar violentamente y llevados en una furgoneta hasta la de de la Fuerza Aérea Hondureña, donde no me permitieron quedarme con ella y me sacaron de manera violenta, me arrebataron el teléfono y me dejaron en la calle. Me dijeron que me callara la boca o podía pasarme algo peor.
En las afueras del lugar me identifiqué ante pobladores presentes que me protegieron y llevaron hasta la misión diplomática cubana, dijo el diplomático.
Luego reafirmó que "aquí estamos firmes y decididos. Muchos amigos están apostados en las afueras de la misión para protegernos".

La intromisión de Washington al descubierto

E. U. G.
La vicepresidenta del Congreso hondureño ha confesado frente a las cámaras de CNN, que su “respetable institución” viene discutiendo la situación nacional –es decir, las tácticas que ha seguido la oligarquía hondureña en el enfrentamiento al gobierno legítimo de Zelaya--, desde hace un mes, con la presencia casi permanente del embajador norteamericano. Es el mismo embajador que no salió al teléfono cuando, secuestrado ya el presidente Zelaya, recibió una llamada de la canciller de ese país, Patricia Rodas. Horas antes de ser también secuestrada, la ministra había dicho que no sabía cual era la reacción del gobierno de Estados Unidos, porque “el embajador de Estados Unidos no nos contesta al teléfono”.
La confesión de la vicepresidenta del Congreso quizás sea un “desquite”, porque Estados Unidos alentó los incidentes de hoy, pero tomó distancia a última hora. El visto bueno de Washington no llegó hace unos días como se preveía, al punto de que el propio Zelaya había declarado a El País que “si sigo aquí es gracias a que Estados Unidos no apoyó el golpe”. Declaración de por sí implicante, en un país donde nada se hacía sin el consentimiento de la metrópolis. Pero o los militares hondureños y la oligarquía antinacional se tomaron “atribuciones”, como si fuesen independientes o la instrucción secreta de la Casa Blanca era proseguir, sin hacer caso a declaraciones públicas. Y han dejado a Obama al descubierto: resulta decepcionante ver al hombre que tantas esperanzas despierta, usando las mismas palabras y los mismos gestos gastados de sus antecesores. “Estoy profundamente preocupado por los reportes provenientes de Honduras”, dijo con el ceño fruncido en una imagen que –al conocerse la implicación y el detallado conocimiento previo de su embajador--, se torna cínica. Y todavía más cuando reclama, casi con ingenuidad, que “cualquier tensión o disputa existentes (sean) resueltas de manera pacífica a través del diálogo libre de cualquier interferencia extranjera”, insinuando como tal la solidaridad venezolana, cubana o nicaragüense. Pero esa solidaridad no es negociable, ni es secreta. Los latinoamericanos no vamos a darnos la espalda. Parecer justo y democrático, no es lo que se espera de Obama: se espera que lo sea. Por lo visto, sin embargo, es solo papel de regalo.

Penúltimos días calla

Hernández Bulto se quedó mudo, o sordo, o ciego. O simplemente espera orientaciones. Después de la furia informativa sobre Irán, a miles de millas de distancia de las costas cubanas, por un supuesto fraude --¿alguien puede decirme si se sintió agraviado cuando Bush hizo fraude en la Florida?--, ahora silencia un golpe de estado (sobre el que no hay dudas) en un país vecino al nuestro. Ayer hablaba del supuesto silencio de la prensa cubana sobre los acontecimientos de Irán, y hoy guarda silencio sobre Honduras, un pueblo hermano. Espero que pronto reciba orientaciones, para que pueda decir algo.

Golpe de Estado contra el ALBA

"Este golpe es también contra Venezuela, contra el ALBA", declaró enfáticamente el presidente Chávez. Los últimos acontecimientos han empeorado la situación: fueron secuestrados la canciller hondureña y los embajadores de Cuba, Nicaragua y Venezuela. Si el embajador venezolano es maltratado ello "constituiría de facto una declaración de guerra", advierte Chávez.

Honduras: solo el pueblo podrá revertir el golpe de estado

E. U. G.
El presidente de Honduras ha sido secuestrado en su residencia por militares armados y conducido, según algunas versiones, a una base aérea. Se inicia en ese pequeño estado centroamericano, en pleno siglo XXI, un golpe de estado. Reviso los titulares de la prensa “democrática” y encuentro algunos verdaderamente ejemplares (quiero decir, ejemplos de falacia y de hipocresía): el órgano de PRISA en Miami, El Nuevo Herald, no se ha enterado todavía del suceso, y en cambio mantiene una afirmación espuria, preparatoria, de titular: “Zelaya ignora oposición generalizada”. Sin dudas, es general la oposición de la aristocracia hondureña a una posible reforma constitucional que afecte sus intereses antinacionales. Sin embargo, el apoyo de la población a Zelaya es inmensamente mayoritario. ¿Y a qué se oponen los representantes de la “democracia”? ¡A una consulta popular! No se oponen a medidas arbitrarias, o al desconocimiento de la voluntad del pueblo (supuesta base de toda democracia), sino por el contrario, a que se tome en cuenta esa voluntad. El órgano de PRISA en España, El País, no habla de golpe de estado, palabras anacrónicas que suscitarían el rechazo inmediato de los lectores: dice “detenido” el presidente hondureño y la palabra adquiere cierto matiz leguleyo. Si se busca “golpe de estado” en Google, nada referente a Honduras aparecerá. Nada puede esperarse de los medios que defienden intereses trasnacionales, nada podrá esperarse de ningún gobierno “democrático” europeo, ni de Zapatero, cínico y escurridizo, ni de Obama, más blanco ahora en su silencio de zorro, a la espera de la presa que humilló al imperio en la pasada Cumbre de la OEA. Solo el pueblo hondureño y la más amplia solidaridad internacional de los pueblos de América Latina y del mundo podrán frenar esta violación de la democracia. ¿Quieren que los pueblos tomen nuevamente las armas? La democracia es una casa de espejos, de esas que existen en los parques de diversión, en las que uno puede ver su propio cuerpo de diferentes
formas: gordo, flaco, alto, bajo, etc. Los espejos proporcionan la ilusión necesaria de pluralidad: yo escojo una imagen, cualquiera, pero no puedo elegir a “otra persona”. Cuando algún intruso repara la “deficiencia” y sustituye los espejos por verdaderas opciones, gritan desesperados que se ha violado “la democracia”. La casa de espejos se hizo para conservar el capitalismo. Chávez, Evo, Correa, Ortega, Zelaya, son intrusos. No nos dejemos confundir. ¡Viva el Gobierno del Pueblo! Defender a Zelaya ahora, con las palabras, con las armas –más justas ahora que la Justicia sorda, ciega y muda--, con las piedras, con el corazón. Hay que defender al hombre que encarna la voluntad popular, más allá de cualquier discrepancia, de cualquier criterio que nos divida.

Detenido no, Golpe de Estado en Honduras

¿Detenido el presidente hondureño? Así desinforma El País y reproduce Penúltimos días de prisa (de PRISA), se le traba la boca al hablar, se burla del castellano: !!Golpe de Estado en Honduras!!! ¿Regresa el fascismo?

viernes, 26 de junio de 2009

Premio Libertador al Pensamiento Crítico

A continuación nos permitimos reproducir el veredicto pronunciado por el jurado de la cuarta edición del Premio Libertador al Pensamiento Crítico, donde se anuncia la obra ganadora de la convocatoria 2008:

VEREDICTO

Reunidos en la ciudad de Caracas, a los veintitrés días del mes de junio del año 2009, los jurados del Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2008: Judith Valencia, Theotonio Dos Santos, Renán Vega Cantor, Bernard Duterme y J. A. Calzadilla Arreaza, rendimos homenaje a la fallecida poeta Stefania Mosca, quien inicialmente formaba parte del jurado.
Luego de debatir sobre las 102 obras presentadas, acordamos por mayoría de votos otorgar el Premio a István Mészáros por su obra El desafío y la carga del tiempo histórico. El Socialismo del Siglo XXI (Vadell Hermanos/CLACSO. Valencia-Venezuela, 2008).
Los jurados queremos poner de relieve la abundante participación de obras que abordan temas cruciales de nuestra contemporaneidad y constata la importancia de los procesos sociales vividos por América Latina en la reflexión crítica y en la producción de un pensamiento emancipatorio anti-capitalista.
En esta reflexión, pensadores de otras latitudes, como el autor del libro que ha merecido este premio, están generando obras de gran nivel teórico sobre los retos planteados por las propuestas alternativas que emergen en la región latinoamericana.
La obra premiada constituye la expresión de una corriente teórica de notable valor para el pensamiento crítico y la praxis política actuales. István Mészáros es uno de los principales representantes de la Escuela de Budapest, fundada por el eminente filósofo marxista György Lukács y desde finales de la década de 1950 viene construyendo un corpus teórico innovador, cuya máxima elaboración ha sido su obra Más allá de El Capital.
El desafío y la carga del tiempo histórico. El Socialismo del Siglo XXI, es una continuación de su esfuerzo teórico, que estudia las transformaciones experimentadas por el capital, por los movimientos sociales, políticos e intelectuales y la lucha por la construcción del Socialismo.
En este libro, Mészáros reconstruye con lucidez y originalidad el análisis de los procesos de lo que él denomina el “metabolismo social del capital”, abordando sus impactos sobre la supervivencia de la humanidad, la destrucción de la naturaleza, las nuevas formas de alienación, la mercantilización de la educación y la necesidad urgente de un proyecto revolucionario socialista.
En consonancia con las anteriores apreciaciones, los jurados decidimos otorgar menciones honoríficas a las siguientes obras por su significativo aporte al pensamiento crítico:

* Domenico Losurdo, El lenguaje del Imperio. Léxico de la ideología americana. Escolar y Mayo Editores. Madrid, 2008.
* Elisabeth Roig, Magui Balbuena. Semilla para una nueva siembra. Trompo Ediciones. Buenos Aires, 2008.
* Diana Raby, Democracia y Revolución: América Latina y el socialismo hoy. Monte Ávila Editores. Caracas, 2008.
* Claudio Katz, Las disyuntivas de la izquierda en América Latina. Ediciones Luxemburg. Buenos Aires, 2008.

Por otra parte, los miembros del jurado hemos considerado que ciertos libros presentados merecen una amplia difusión por su contribución pedagógica y didáctica para quienes busquen iniciarse en el cauce del pensamiento crítico. Por esta razón, recomendamos a los organizadores del Premio Libertador que promuevan la divulgación de los siguientes libros:

* Diego Guerrero, Un resumen completo de El Capital de Marx. Maia Ediciones. Madrid, 2008.
* José Bell Lara, La integración latinoamericana. Un camino inconcluso. Ediciones Ántropos. Bogotá, 2008.
* Hugo E. Biagini y Arturo A. Roig (Directores), Diccionario del pensamiento alternativo. Red de Editoriales Universitarias Nacionales. Editorial Biblos. Buenos Aires, 2008.
* Luz María Martínez Montiel, Africanos en América. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana, 2008.

De igual modo, la importancia del rescate de la memoria del período de terrorismo de Estado en América Latina, nos permite destacar la relevancia del libro en tres tomos: Álvaro Rico (Coordinador), Investigación histórica sobre la dictadura y el terrorismo de Estado en el Uruguay (1973-1985). Universidad de la República Oriental del Uruguay. Montevideo, 2008. Recomendamos que este trabajo forme parte de una documentación más amplia sobre los crímenes de Estado.
Finalmente, considerando la importancia de este premio para el avance de las transformaciones que hemos señalado, proponemos la realización de seminarios en torno a la obra premiada en cada edición del Premio Libertador, con el objeto de profundizar y difundir el pensamiento crítico de nuestro tiempo.

Judith Valencia

Theotonio Dos Santos

Renán Vega Cantor

Bernard Duterme

J. A. Calzadilla Arreaza

Michael Jackson y Barack Obama, ¿negros o blancos?



Enrique Ubieta Gómez
La muerte inesperada de Michael Jackson es noticia. Su vida, sus traumas, su talento, sus excentricidades, su moralidad, su trágico final, se abren a la discusión pública como objetos añorados de una tienda a la que una explosión dejó sin puertas ni cristales: usted puede entrar y tomar lo que desee, puede usar a su antojo cualquier fragmento de su cuerpo. No pretendo violar ese espacio, ni conocer su mundo interior –¿quién puede creer lo que las etiquetas marcan?: esa caja que tiene precio y se anuncia como “mundo interior”, es de utilería--, apenas quiero comentar este sorprendente despacho de DPA: “En Gran Bretaña, The Guardian intentó ubicar al autor de "Thriller" en el contexto político al que tiene acostumbrado a sus lectores, al describirlo como ‘el Barack Obama de la música pop’. ‘En los años 50 estaba Elvis. En los sesenta los Beatles. Los años 70 y 80 nos dieron a Michael Jackson, el primer artista negro que se convirtió en la estrella número uno del pop de su era’, escribió”. No me interesa el juicio artístico, sino el paralelo con Obama, el primer presidente negro de Estados Unidos. Porque si algo marcó definitivamente la imagen de Jackson –y ya sabemos que la imagen en las sociedades de mercado, son “el alma” de la mercancía--, fue su obsesivo “blanqueamiento” físico, inevitablemente moral. Desde los años sesenta sabemos que los “blancos” del Sur –los del Bronx, y los de América Latina, los de los barrios de emigrantes de París y los del Medio o Lejano Oriente--, son negros en el Norte, por clara que sea su piel y lacio el cabello: latinos nos dicen en Estados Unidos, sudacas nos llaman en España, y aunque ello pueda convertirse en ventaja si queremos vender sexo, o en temporadas altas de cierta “moda étnica”, en cuanto bajamos del avión nos embarga la desilusión (si alguna vez nos creímos el cuento). En el Sur no hay blancos. Malcolm X, tendenciosamente caracterizado por el Poder como un racista negro, decía en 1964: “cuando digo ‘revolución negra’ me refiero a todos los que no son blancos: los negros, los morenos, los rojos o los amarillos. Nuestros hermanos y hermanas en Asia, que fueron colonizados por los europeos, nuestros hermanos y hermanas en África, que fueron colonizados por los europeos, y los campesinos en América Latina, que fueron colonizados por los europeos...”. Porque en sentido clasista –que es el único que nos conduce al significado real del término “blanco”, como lo es el de “Norte” y “Sur”--, los blancos son los imperialistas, y la cultura blanca es la cultura de la dominación. Vistas las cosas así, ¿fue Michael Jackson negro? ¿es Barack Obama negro? El primero, a pesar de las múltiples cirugías estéticas y los tratamientos que estilizaron su rostro hasta el absurdo y lo decoloraron, fue un cantante negro: parecía blanco, pero era negro. El segundo parece negro, pero frente a cada noticia decepcionante comprobamos que actúa y piensa como blanco. El tiempo dirá, pero si un hombre es lo que hace y no lo que dice o parece, Obama es blanco, aunque nunca se aplique tratamientos para la piel ni se modifique su hoy redituable rostro mulato.