Reproduzco aquí este comentario aunque está dirijido a la sección de Opiniones de los lectores de la revista La Calle del Medio, porque el artículo comentado fue también publicado en este espacio digital.
Ante todo un saludo afectuoso y muchas gracias por su publicación. Por suerte acá en la Isla siempre está disponible, incluso los números atrasados si me paso algunos meses sin pasar por el estanquillo. Gracias a eso di con el número 28, correspondiente a agosto del 2010 y quisiera opinar acerca del artículo "Servir, ¿es un placer?". Me interesó sobremanera el artículo porque me parece que es un análisis muy bueno de la situación que (puedo casi que afirmar sin lugar a dudas) afecta a toda nuestra sociedad y es una de las mayores causas de disgustos
e insatisfacciones que confrontamos dia a dia. Me tomé el atrevimiento de leerlo en uno de nuestros matutinos, pues me interesaba ver la reacción de las personas que me rodean en mi trabajo, que tiene que ver mucho con atención al público y la satisfacción de un buen trato. Puedo asegurar que a pesar de ser el pago de impuestos una de las cosas que las personas hacen con menos placer, considero que en nuestra entidad se da un buen servicio y se sigue una política muy estricta a todos los niveles, que incluye desde la buena apariencia de nuestros trabajadores, la cortesía y la profesionalidad, hasta la tolerancia con los que manifiestan su inconformidad de forma desagradable (que son los menos en realidad).
A pesar de todo, mientras leía el artículo, pude ver algunas caras hoscas cuando me refería al ajuste de los horarios por actividades festivas. Posteriormente recibí algunas críticas referentes a mi iniciativa de leer ese texto. Riposté que si de alguna manera entendíamos la veracidad de estas afirmaciones, nuestra vida sería mucho mas agradable y no nos quejaríamos de mala atención en vivienda, oficoda, bodegas, mercados..., pues somos mas servidos que servidores.
Para concluir y antes de que se me olvide, pudiera parecer macabro, pero ese mismo dia por la tarde fumigaron nuestras oficinas, y al siguiente al medio dia también. Cualquier coincidencia con hechos reales no es pura coincidencia. Entonces me pregunto; ¿sirven de algo los matutinos?
Gracias, Noriel H. C., Informático.
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