El título de este post hubiese podido ser otro: "El eterno pulso del diablo y el ángel", o algo parecido. Pero lo cierto es que estas fotos aparecen en mi blog porque recogen el instante en que Ramiro Zardoya (Zardoyas), pintor, dibujante y diseñador –principal sostenedor de La Ubre en La Calle del Medio– y su novia, la creadora audiovisual Ivette Ávila, en compañía de mi hijo Víctor, estudiante de segundo año del ISDI, me regalaban este sugerente mural, ahora en una de las paredes del patio de mi casa.
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