La actual agenda de discusiones del ICAIC y la vanguardia de nuestros cineastas ha sido diseñada a partir de las preocupaciones que compartimos sobre el cine cubano la institución y los creadores, incluida la base jurídica que propicie su desarrollo. El punto de vista del debate que hemos defendido ha sido, es y será inequívocamente revolucionario. No puede haber lugar en nuestros foros para los enemigos de la Revolución. Trabajamos, junto a otros organismos e instituciones del Estado, para encontrarle solución a los problemas de la creación audiovisual, desde una perspectiva anticolonial, antiimperialista y socialista.
El pasado sábado 28 de noviembre rechazamos la presencia de varios mercenarios en el Centro Cultural Fresa y Chocolate del ICAIC, donde se realizaba un encuentro de cineastas junto a su institución. Ninguno de los organizadores los había invitado y su sola presencia constituía una provocación y un acto premeditado para utilizar ese tipo de espacio como plataforma de proselitismo y legitimación.
Ante cualquier intento de distorsionar los resultados del trabajo mancomunado entre los cineastas y el ICAIC, nos sentimos en el deber moral de ratificar nuestro compromiso con la Patria, con la cultura cubana y con la Revolución, sin la cual no hubiera sido posible la existencia del propio ICAIC y de una obra educacional y cultural de emancipación, que es orgullo de nuestro pueblo.
Fiel a los principios trazados en Palabras a los intelectuales, el ICAIC rechazará toda provocación, mantendrá la discusión franca, comprometida y responsable con la vanguardia de los creadores y seguirá siendo consecuente con la política cultural de la Revolución.
Presidencia del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos
3 de diciembre de 2015
El peligroso ejemplo de Cuba
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