jueves, 31 de diciembre de 2009

Cubanos avizoran el 2010 (Segunda parte).

«En el 2010 Cuba seguirá desafiándonos. Necesitamos estudiar, investigar y conocer el país actual, sus realidades, conflictos y tendencias; las personas, grupos sociales y procesos en curso. Y hacerlo para ofrecer los resultados a la sociedad, con el fin de que esta se valga honestamente y con valentía de ellos.
«Hay por delante problemas esenciales, como la sorda y gigantesca guerra cultural interna que en Cuba se libra entre socialismo y capitalismo. Es necesario poner toda la sabiduría universal alcanzada en función del predominio de la solidaridad humana, del poder popular, del gobierno de la sociedad sobre la economía, de la defensa de la soberanía, es decir, en función del socialismo.
«Hay que promover más la participación y el control populares para fortalecer el proceso revolucionario. Por otro lado, el debate es tan necesario a la sociedad como la respiración a las personas.
«En todo el país existe un nuevo contingente de juventud que une a sus capacidades y expectativas unos ideales que rechazan la sucia manera de vivir que exige el capitalismo, que quieren que sus vidas y Cuba continúen la colosal aventura abierta por la Revolución. Pero ellos no aceptan viejos rezos, ni burócratas, ni comidas para bebés. Tengo la convicción de que ellos serán capaces de entender y asumir la gigantesca tarea que les tocará realizar, que sabrán cumplir sus deberes y exigir sus derechos, que serán decisivos en las nuevas creaciones socialistas en el 2010 y en los años por venir.
«En el 2010 todo tendrá que partir de las tremendas dificultades económicas que analizaron el día 20 de diciembre la Asamblea Nacional y Raúl. Ante las duras carencias de recursos materiales, resulta más claro que nunca que el factor subjetivo es el determinante en la transición socialista —como explicaba el Che— y más claros por tanto los deberes que cumplir y las posibilidades de aportar del pensamiento social. Sería criminal no utilizar el inmenso potencial que hemos acumulado en los campos de la conciencia y del conocimiento.
«No es necesario ningún recurso material para ser solidarios y fraternos; para ser laboriosos y no vivir del esfuerzo ajeno o de espaldas a lo que el país necesita; para retribuir al trabajo y distribuir las riquezas con justicia social; para servir a los demás como queremos que nos sirvan a nosotros; para brindarles una nueva educación a los niños y jóvenes; para que los medios de comunicación sean reales y útiles al pueblo; para que la política sea un lugar de participación popular, de servicio, de creaciones y de iniciativas. El 2010 puede ser un año trascendental, que se recuerde por siempre, pero solo lo será si entre todos somos capaces de haberlo convertido en trascendental».
(Fernando Martínez Heredia, director general del Instituto de Investigaciones Culturales Juan Marinello)
// Entrevista de Marianela Marín, Alina Perera y José Alejandro Rodríguez.

Mensajes de los Cinco por el aniversario 51 del triunfo de la Revolución.

Queridos hijas e hijos de nuestra digna patria:
Con alegría y orgullo arribamos a un nuevo año, y con él a otro aniversario del triunfo que rescató para nosotros la soberanía del pueblo; con todo lo que ello implica en cuanto a verdadera participación política, nuevas formas de relaciones humanas, cultura solidaria y una sociedad con un enfoque racional ante los desafíos globales de nuestro tiempo.
Pasado medio siglo, pudiera esperarse del imperio el elemental respeto a la decisión soberana de un pueblo; pero todo pareciera indicar que la Doctrina Monroe, primera piedra de su construcción, será la última trinchera de su desmantelamiento. Las acciones recorren los caminos viejos. El lenguaje, estancado en el concepto infantil de palos y zanahorias. En las cámaras legislativas del gobierno más poderoso de la historia, siguen resonando algunas voces cuyo desdén por la decencia y cuya simplonería harían palidecer de vergüenza a Calígula; todo para seguir justificando la criminal política contra Cuba.
Como están hoy las cosas, se hace difícil precisar si el joven y prometedor presidente, electo por una mayoría esperanzada, no terminará sucumbiendo ante la minoría vocinglera y oscurantista que le desprecia. Para nosotros repreguntaría los mismos designios brutales bajo una hermosa envoltura; una apuesta a la ingenuidad de los cubanos donde no han podido hacer mella el miedo, la mentira descarnada, la división o la incitación a la avaricia.
Cincuenta y un años de una revolución como la nuestra son motivo suficiente para celebrar, y escalón adecuado para reflexionar, proyectarnos y seguir andando. Desde nuestras celdas en el corazón del imperio, en las que nunca se originará un claudicante lamento, nos unimos al júbilo patrio; les exhortamos a la firmeza, a la agudeza y a estar alertas; y les deseamos éxitos en el reto enorme de defender, perfeccionar y seguir construyendo nuestro socialismo.

Un fuerte abrazo.
René González Sehwerert

¡Viva Cuba soberana!
A Fidel, a Raúl y a todo nuestro pueblo una calurosa felicitación en el aniversario 51 del triunfo de la Revolución
Una décima a nombre de los Cinco
Con su libertad, su gloria
mi heroico pueblo canta.
Himnos de unidad levanta
la trascendental Victoria.
Nuestra redentora historia
donde se sembró un mañana
es la fuente donde mana
un grito del corazón:
¡Viva la Revolución!
¡Viva Cuba soberana!

En el 2010 les deseamos éxitos en todas las tareas de nuestra gloriosa y digna obra socialista.
Un fuerte abrazo revolucionario. ¡Venceremos!

Antonio Guerrero Rodríguez
27 de diciembre de 2009
F.D.C. Miami

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Tiboreo de Gorki Águila (A ritmo de la Charanga).

Y siguen apareciendo décimas de fin de año.

por LQQD.
Cuéntame cómo te ha ido
en tu largo caminar,
tú que te fuiste a cantar
al “Paraíso perdido”.
Andas de moco caído
sin ganar para salami.
A dónde he venido, mami,
dicen que tu voz desgana.
“Yo que “gozaba” en La Habana,
ahora llorando en Miami”.

Cubanos avizoran el 2010. (Primera parte).

Roturando el 2010.
"P’al 2010, todo el mundo le va a tener los ojos encima a la comida del pueblo, porque es la primera necesidad. Eso va a halar más que una carreta de bueyes; se lo asegura Tripilingo, con una guardarraya de años en el surco."Hay mucha gente metida en la agricultura, y eso no puede ser para sonsear. Habrá que destrabar muchas mancuernas, como la famosa comercialización, a ver si el boniato llega fresco a la mesa, y no se pasa dando vueltas para al final comerlo “entumío”. A eso es a lo primero que hay que ponerle el dedo arriba: a la rapidez del surco a la mesa."En 2010 habrá que respetar la rotación de las tierras, si queremos condumio. Saber qué cultivo debe sembrarse detrás de otro, y no “meter cañonas”. "Con los 100 000 nuevos usufructuarios que recibieron la tierra para sacarle el jugo; y los que venimos de antes, si lográramos al menos 500 quintales por hombre al año, este país comería bueno y barato. Es una cuestión de vergüenza". "Menos reuniones para el 2010. No me pongan presidencias en el surco. Los que dirigen el campo tienen que dejar a la gente trabajar, sin tanto picoteo, que hace perder el tiempo, con esa andadera de aquí pa’llá". "La tierra no está hecha para desamorados y gente que le dé lo mismo que salga el Sol. Hay que seguir vinculando el hombre al área, y que la gente gane por sus resultados. No es “coge la guataca y guataquea allí”. Es trabajar bien y con calidad, porque también te beneficias. Eso es lo que da el sentido de pertenencia".
(Pedro Hernández, alias «Tripilingo». Una especie de oráculo en el agro cubano. Un cuarto de siglo al frente de una Cooperativa de Producción Agropecuaria en Quivicán, y hoy jubilado, pero no ausente)

Respeto a la inteligencia
"Cuba necesita que el 2010 venga con otra cara para quienes creen que muchas de las soluciones del país no están en los contenedores, sino en la inteligencia de sus obreros, técnicos y profesionales". "Es hora de poner coto a tantas importaciones innecesarias en medio de tantas necesidades. El cubano es creativo, y en los años más duros del período especial lo demostró con soluciones que ahora dan risa, pero que resolvieron de momento muchas situaciones". "En la IMECA hemos creado proyectos que duermen sin que en otras empresas, que pudieran emplearlos, alguien se preocupe por generalizarlos". "¿Qué no pudieran darles los innovadores a este país, y no se hace por tibieza, falta de reconocimiento y otras causas? Hay muchas innovaciones que se engavetan y no se generalizan. Se quedan metidas en un archivo para que el tiempo y las polillas les pasen la cuenta". "Por eso el 2010 podría ser la buena oportunidad para no mirar tanto hacia afuera y aplicar esa sabiduría que el cubano ha sedimentado tanto. Esa sabiduría hay que regarla y cuidarla, porque se pierde. Guerra a las polillas".
(Ingeniero Carlos Méndez, innovador destacado de Industria Mecánica Caribe. Coautor de numerosos proyectos nacionales de maquinarias)
Cocinando el cariño.
La retaguardia tiene mucho de vanguardia y eso bien lo sabe una mujer que en el fogón ha guisado tantas victorias de los suyos. Le pone la válvula a la olla y evoca al compañero de la vida, al combatiente de la Sierra que la apuntala desde el recuerdo. "Me acostumbré a timonear una casa, porque mi esposo cumplió muchas misiones fuera de Cuba y yo me encargaba de que nada faltara. Así crié a mi hija de 35 años, y así estoy criando una nieta “postiza” que vive en mi casa desde que tiene ocho meses". Qué no habrá pasado esta mujer desde el pedestal de las ollas y las herviduras, en tantos años difíciles. Y así y todo, se asoma a la ventana y ve entre las brumas de lo impredecible, un 2010 con optimismo. "Con mucho amor y unión familiar se pueden sobrellevar mejor los problemas. Una relación de respeto y consideración entre los miembros de la familia puede ayudar a que si el año viene feo, lo hagamos lindo. En cualquier tiempo, si la unión está presente, se sale adelante".
(Teresita Ciclé, ama de casa del Wajay. Sus impecables tendederas se distinguen en todo el barrio)
Tomado de Juventud Rebelde (entrevistas de Marianela Martín, Alina Perera y José Alejandro Rodríguez)

lunes, 28 de diciembre de 2009

SE DESHIELA EL PLANETA.

El narrador, poeta y ensayista Jorge Ángel Hernández, ha enviado a La isla desconocida un poema de su libro inédito Casos no resueltos.

Como cubos cansados de enfriar bienes raíces

los hielos se desprenden.

No serán nunca más la superficie inasible.

Llegarán las especies a invadirlos,

a pulsar sus calores y sus ritmos.

Se apresura el deshielo; cada año

vendremos a cambiar los calendarios,

a añadir a los meses comodines.

Hasta que el tiempo retorne hacia sí mismo

y sobre el esperar

ya no quede otra opción

que el mandoble de lanzar cada hora a sobrevida.

El espectáculo paga y así vamos

a probar que el derrumbe es tan vulgar

que sus tomas de efectos especiales

no convencen al párpado alienado.

Se deshiela el planeta y lo servimos

en sorbos a la roca,

en gargantas sedientas

que lo van descolgando de su imagen.

RESPUESTA A PACO NADAL.

Ángel Martínez Niubó.
Acabo de leer “Cuba, epílogo con sabor Agridulce”, texto publicado por Paco Nadal, en un blog del periódico español EL PAÍS (http://lacomunidad.elpais.com/paco-nadal/2008/9/16/cuba-epilogo-con-sabor-agridulce). El artículo no deja de ser una visión superficial y prejuiciada sobre la isla. Lástima que el blog se titule "EL VIAJERO"… pues no parece ser la valoración final de alguien que conoce el mundo. ¿Qué otro país de Suramérica -le pregunto a Paco- muestra hoy los altos índices sociales que exhibe Cuba?
En la isla tenemos dificultades, es cierto, pero sueños también... y llevamos la certeza de caminar por las calles más tranquilas de América. Detrás de las dificultades que menciona el texto está la valoración superficial que hace su autor...
Escribe Paco muy a prisa, sin tocar el fondo o la raíz de los problemas. Dice el autor que "un viajero no puede ser alguien estúpido que solo le preocupa fotografiarse delante de las catedrales y pasarlo bien. Es alguien también comprometido y crítico con lo que le rodea. Y solo puedo ser muy crítico con lo que he vivido en Cuba".
Así dice, pero como viajero bien pudo entrar a las escuelas de la isla y ver la alegría y la seguridad de los niños, veo que no lo hizo. Como viajero pudo entrar a los centros de embarazadas (Hogares Maternos) y comprender por qué los cubanos tenemos tan baja mortalidad al nacer, veo que no lo hizo. Como viajero pudo observar nuestras carencias materiales, pero por qué no se detuvo en nuestra capacidad y tranquilidad y seguridad para soñar.
Habla del taxista que “trastoca” el taxímetro para ganar más… No es un invento cubano. Sé que lo hacen muchos en el mundo, e incluso te llevan por las zonas con más tráfico para que el viaje demore más… Los de aquí, al menos, no te proponen drogas cuando subes.
América Latina está llena de personas que duermen en las calles, de niños que limpian autos y no saben leer, de enfermos que mueren frente a los hospitales y que no pueden ser atendidos por no tener dinero. Eso no ocurre en Cuba.
Hace poco un amigo español me contó que desde hace cinco años trabaja con una persona y que apenas sabe dónde vive su compañero de trabajo. Los cubanos no podemos entender eso… Es verdad que hay días en que salimos a la calle para que el vecino nos preste un poquito de azúcar o café… pero lo conseguimos, porque desde niños aprendimos a ser solidarios, a tender la mano, a formar familia, a saber que en cada casa hay un cubano presto a quererte.
Nunca olvido como una vez –por motivos de estudio- viajé a Bogotá, Colombia, y vi las calles llenas de niños pidiendo dinero, y durmiendo en los portales o bajo los puentes, envueltos en unos cartones inmensos. Nunca olvido la embarazada que sobre la acera, con su otro hijo cerca, me pidió dinero. Son hechos a los que en Cuba no estamos acostumbrados y por eso una mañana pedí que por favor, me regresaran a la isla.
Puede ser cierto que se “resuelva” algún jabón y algún que otro producto en las fábricas… Acepto como dices, que a veces alguien pueda “robarlo” (y no es esa la palabra) ni somos así los cubanos. Hay hechos ilegales, lo sé, pero hay que saber la diferencia entre lo que se hace por maldad y lo que se hace por necesidad. Has de conocer bien lo que se hace por maldad pues la corrupción en España llega a zonas insospechadas.
Hay en España fraudes en la Seguridad Social: ¿O no hay “pensionistas jubilados que permanecen en activo”?
Hay Fraudes en el Desempleo: ¿O no existe la Simulación de una situación legal de desempleo para recibir ganancias…?
Hay en España fraudes a la prestación farmacéutica.
¿O las farmacias no facturan productos -no dispensados- a un precio superior al autorizado...?
La lista es larga: fraude en subvenciones, fraude fiscal, fraude inmoviliario, fraude en las aduanas, fraude del IVA.
¿Cómo vas a escribir entonces del taxista cubano…, o del que llevó tres pares de zapatos de la fábrica? “Dices que llevas décadas viajando y que ningún destino te ha impactado tanto como Cuba”. No viajes. Ve únicamente al Google, “pincha” imágenes y observa allí fotos de niños hambrientos… Ninguno de ellos, te lo aseguro, es cubano.
“Ningún destino te ha impactado tanto como este…” Así dices y me duelen esas ocho palabras… ¿No sabes que en nuestro poderoso vecino del norte hay 50 millones de norteamericanos que carecen de acceso a los cuidados médicos o a las redes de seguridad social?
“Ningún destino te ha impactado tanto como este” hay tantos, pero tantos países, donde las mayorías carecen de alimentos, educación y cuidados médicos… ¿ Qué destinos conoces entonces…?
Le falta a tu trabajo “ahondar” en los problemas, buscar las raíces, buscar la historia. Es verdad, Paco, que "un viajero no puede ser alguien estúpido que solo le preocupa fotografiarse delante de las catedrales y pasarlo bien”. No creo que sean estúpidos los que se hacen fotos delante de esas maravillas de la arquitectura (no me gustan las ofensas).
Lo que si es triste es escribir de un país sin conocer su historia. Por eso tu trabajo, aunque bien escrito, me parece una visión superficial y prejuiciada de una isla, que al decir del poeta, está rodeada de amor por todas partes.

Nota informativa para Heriberto.

Heriberto: el autor de la décima que puede leerse más abajo en este blog no es Alpidio. Ya sé que es el Día de los Santos Inocentes, y que mataste dos pájaros interiores de un tiro, porque necesitabas dar rienda suelta a la ciberfuria y porque querías desmarcarte de un viejo amigo. Pero Alpidio, que es un excelente poeta --como bien sabes--, no es el único decimista del país.
Y sin embargo, se mueve-- diría Galileo. La broma de la décima se torna asunto serio en los comentarios de tu post. Los reproduzco sin (nuevos) comentarios:

Carlos Carreño dijo...
Hola Heriberto, me sorprende que no respondas a ninguno de mis mensajes ni que me regreses las llamadas que te hago a diario desde hace poco mas de un mes. La verdad me urge que me regreses el poemario que te entregue para que me ayudaras a editar, tengo a mi editorial esperando por el texto final y la verdad es que me preocupa mucho lo que pueda ser del material en este momento. Te agradezco que me llames urgente al 407-371-9258 o me escribas a carlos@artelibertino.com - Veo que publicas cosas a diario en tu blog, que sigues activo pero no puedes comunicarte conmigo. La verdad este asunto ya es preocupante al punto que me toca dejarte mensajes por este medio que es lo ultimo que me imagine que tendria que hacer. Asi que te agradezco que por favor me digas cuando y en donde puedo pasar a buscar mis textos porque estoy bastante sentido con este tema. Carlos Carreño Salvador Durer

Anónimo dijo...
Detenido Heriberto Hernández por retención ilegal de poemarios.
NOTA: Después de publicado este post, Heriberto retiró de su blog los dos comentarios que yo cito aquí. Parece que lo que se narra en ellos es bastante comprometedor.

Nuevo tiboreo de Heriberto Hernández Medina.

Por LQQD
El oficio de editor
lo aprendió en los lupanares:
paga con dos ejemplares
roba el derecho de autor.
Este triste malhechor
embauca hasta al amigo
Ah Chayote, qué castigo
eres para quien confía:
robas hasta poesía
¡Cómo te has vuelto boñigo!

domingo, 27 de diciembre de 2009

En las provincias centrales.

Este fin de semana estuve en las provincias centrales, compartiendo con mis amigos los buenos deseos para el nuevo año: filosofía, literatura y política, familia y sociedad. Como siempre, llevé La Calle del Medio. Regresé feliz para festejar con mi familia el año que llega, y el 51 aniversario de la Revolución.

Tiboreo de Heriberto Hernández Medina.

Un colaborador inspirado anuncia la aparición de una serie de versillos en La isla desconocida.

por LQQD.
Heriberto Hernández, brote
de blenorragia electrónica
con que infecta verso y crónica
del arranque al estrambote.
Conocido por Chayote
en la loma del Capiro,
también se dedica al giro
de la estafa editorial
¿Será Bluebird animal
cruce de aura y vampiro?

viernes, 25 de diciembre de 2009

EN CONTRA DE LA IGUALDAD (DE LAS NARANJAS).

Santiago Alba Rico
Especial para La Calle del Medio 20
La tierra no es esférica sino rugosa, ondulada, abollada, bulbosa, irregular como un boniato. Vista de lejos -desde el espacio, desde un avión, en un mapa-, con los pies en el aire, se nos antoja tan geométrica que no la podemos sentir amenazada, nos parece tan próxima que no puede darnos miedo. Pero en lo alto de la montaña más alta seguimos tocando el suelo y por eso allí nos sentimos inseguros; lo que llamamos vértigo o acrofobia es en realidad un horizóntigo o geofobia; el miedo, no a las alturas, no, sino a la extensión irregular de la Tierra, a su “bajura” temblorosa e inclinada desplegada ante los ojos desde la raíz de los zapatos. Desde el cielo, el planeta parece un juguete; desde la colina, parece una patata. Todo en él son arrugas, pliegues, inclinaciones; todo en él son bultos y hendiduras. Hasta la línea del horizonte se baja, no por catetos, hipotenusas y cosenos, sino por quebraduras, sinuosidades, levantamientos, aproximaciones. La Tierra es un terremoto provisionalmente endurecido, un oleaje momentáneamente sólido.
Como ya sólo imaginamos la Tierra -con sus mares, continentes y países- desde el aire y en los mapas, hemos acabado por considerarla un producto nuestro, artificial y controlado. Nos tranquiliza concebirla así, como un producto industrial y no como un azar natural, porque cada vez nos da más miedo aceptar la fragilidad, la inexactitud, la irregularidad, la irrepetibilidad de nuestra existencia. La oposición entre la industria y la naturaleza, y la superioridad de la primera, tiene que ver con el hecho de que, mientras que la naturaleza sólo produce jimaguas como excepción y anomalía, la industria puede producir en serie y de manera potencialmente ilimitada objetos idénticos. La naturaleza no sabe reproducirse sin producir diferencias: entre dos cuerpos, entre dos montañas, entre dos hierbas. La industria se reproduce, al contrario, produciendo identidades: la misma tuerca, la misma camisa, el mismo carro. Que la naturaleza produzca dos cosas iguales resulta inquietante; que una cadena de montaje produzca dos cosas distintas se considera un defecto. Los iguales naturales dan miedo; los distintos industriales van a parar al cubo de los desperdicios. Nos tranquiliza, sí, pensar en el planeta como salido de una fábrica, redondo, bien acabado, reproducible a voluntad. ¿No podremos hacer otro igual, otros iguales, cuando se nos acabe? ¿Llenar el universo de bolitas azules, ponerlas en fila, habitarlas eternamente?
El capitalismo, a través del mercado, ha impuesto una medida industrial para valorar la calidad no sólo de las tuercas y los accesorios eléctricos -necesariamente sometidos a estandarización o normalización- sino también los alimentos y los conocimientos. Así lo explica con ironía el veterinario y músico Antonio Calvache en un excelente artículo: “No hay comida de más calidad que la que puedes encontrar en un Macdonald's. En efecto, pide una Macpollo en cualquier lugar del planeta, cualquier día del año y a cualquier hora y recibirás exactamente la misma masa, consistencia, sabor, olor de carne, la misma esponjosidad y diámetro del pan, el mismo color, grosor, textura de los trocitos de lechuga, idénticos granitos de sésamo, etc. Para conseguir esto, la multinacional se jacta de tener proveedores en los cinco continentes. Así, si plantamos la misma variedad de tomate en una tierra con similar composición y utilizamos los mismos abonos, se conseguirá que un tomate chileno en febrero sea igual que uno marroquí en abril o uno de Almería en junio”. Curiosamente, la asociación mental entre calidad e igualdad, inducida por las grandes multinacionales de la alimentación, ha acabado por acelerar la trágica pérdida de biodiversidad en el mundo. El planeta es una patata y las patatas son todas distintas entre sí, abolladas e irregulares; el planeta es un tomate y los tomates son todos distintos entre sí; el planeta es un tabaco y los tabacos, si son buenos, son todos distintos entre sí. Pero el planeta es un boliche y los boliches, reproducibles en serie, son todos lisos, brillantes, idénticos entre sí. También deben serlo las papas, los tomates, las manzanas; y así desconfiamos de todas las irregularidades que introduce la naturaleza, de todas las diferencias que introducen las manos. Queremos manejar siempre el mismo carro, lo que es bastante sensato; pero queremos comernos siempre la misma naranja y fumarnos siempre el mismo tabaco, lo que amenaza 10.000 años de enriquecimiento biológico y de placeres civilizados.
¿Resultado? La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que el 75% de la diversidad genética de los cultivos se ha perdido durante el último siglo. Históricamente, el ser humano ha utilizado para sus necesidades entre 7.000 y 10.000 especies; hoy, sólo se cultivan unas 150 y doce de ellas representan más del 70% del consumo humano. En Estados Unidos, por ejemplo, ha desaparecido de los campos el 93% de las variedades de frutas y productos hortícolas en los últimos cien años. En España, en los años setenta había 380 variedades de melón; en 2009 se encuentran en el mercado entre 10 y 12. En México en la actualidad sólo sobrevive el 20% de las variedades de maíz que se cultivaban en 1930.
¿Resultado? El buen gusto, el refinamiento, el know-how, el cuidado, la atención, la destreza, la belleza de cientos de generaciones se pierden al mismo tiempo que el respeto por las cosas, el sentido de la supervivencia y la capacidad de resistencia. Vivimos en el aire, sin vértigo ni angustia. El planeta tierra es un producto industrial; las papas y los tomates también. El planeta tierra es un boliche; las naranjas y los melones también. Lo mismo, por supuesto, que los hombres, las mujeres y los niños.
Imaginamos el mercado como una gran fiesta de la variedad, la multiplicación y la diferencia. Es, ya lo vemos, todo lo contrario. ¿Se puede decir al menos que, en una relación inversamente proporcional, el capitalismo sustituye la biodiversidad por logodiversidad y nos compensa de la riqueza natural de que nos priva, de los refinamientos que nos roba y de la vida que nos acorta multiplicando las marcas, ya que no los productos? Ni siquiera eso es cierto. De las miles de bebidas refrescantes registradas en todo el mundo, el 73% pertenecen a Coca-Cola o Pepsi-Cola. La cervecera Heineken, por su parte, es dueña de 130 marcas de cervezas en 65 países y la ominosa casa Nestlé es propietaria de 15 marcas de cafés, 12 de bebidas, 16 de productos no frescos, 30 de helados, 17 de comida infantil, 3 de alimentos para deportistas, 5 de condimentos, 5 de congelados, 4 de productos refrigerados, 51 de chocolates y galletas y 19 de alimentos para mascotas. Según la visión religiosa tradicional, un solo dios creó la pluralísima riqueza de la madre tierra; bajo el capitalismo, 4 o 5 dioses, al mismo tiempo que la destruyen, crean en su lugar, para ocultar la pérdida colectiva, para obtener beneficios privados, un alegre bullicio de nombres y logotipos.
Esto es malo. Pero peor aún es que nos sintamos tan contentos, tan civilizados, tan avanzados, con este empobrecimiento.

jueves, 24 de diciembre de 2009

La Calle del Medio 20 (diciembre).

Ya está en la red el PDF de La Calle del Medio correspondiente al mes de diciembre, y en pocos días en los estanquillos del país. Hoy presentaremos los dos últimos números y debatiremos algunos de sus temas en el Centro de Neurociencias de Cuba.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Tu llorando en Miami, yo gozando en La Habana.

Versión al piano de Varela. Léalo aquí.

¿El imperio supersticioso?

E. U. G.
Todo parece juego, azar; la vida es una ruleta que premia y castiga según amanezcan los astros. O una letra marcada. Un designio misterioso, inevitable, que solo los elegidos descifran. Walter Mercado lo anuncia "con mucho amor": dinero, romance, éxito, poder. Todo a escala humana, de manera que cada lector o telespectador piense que ha sido elegido. Los babalaos cubanos anuncian "la letra del año". Y Newsweek, la revista conservadora norteamericana, lanza sus predicciones, extrañamente asociadas a sus más notorias frustraciones: muerte de Fidel, golpe de estado en Venezuela, consolidación económica de Brasil como una nueva China, entre otras. Pero a diferencia de ilusionistas y religiosos auténticos, los estrategas norteamericanos apenas pueden esconder sus intenciones desestabilizadoras. Predecir un golpe de estado es incitarlo, es proponerlo --y ya vimos en Honduras que los gobiernos de facto "legales" para la derecha, han vuelto--, y si la predicción la formula precisamente quien los organiza, el anuncio se convierte en amenaza. La "posible" muerte de Fidel en el año se anuncia "justamente en momentos en que el presidente Hugo Chávez y otros visitantes extranjeros han elogiado la recuperación física del veterano líder comunista", según El Nuevo Herald. Una muerte que debe hacer cambiar a Cuba, es decir, hacerla renunciar a su proyecto alternativo. Para Estados Unidos, que mejoren las relaciones con la pequeña isla insubordinada, en su lógica imperial, significa que esta se rinda. Y sí, quizás el gobierno norteamericano necesite una China en este continente que frene a la del otro lado del Pacífico. Y desplace a Venezuela del liderazgo regional. Al concederle la sede del Campeonato Mundial de Fútbol y de la Olimpiada, los países ricos le han dado una bienvenida anticipada al club. Que el imperio --que todo lo sabe porque todo lo trama--, prediga, es más verosímil, más preocupante, que lo haga Walter Mercado. ¿El imperio se ha tornado supersticioso? Cada noche enciende una vela para hacer cumplir sus sueños, trabaja en las sombras, pero sabe poco.

martes, 22 de diciembre de 2009

¡Aquí Radio Progreso, presentando: Alegrías de Sobremesa!

Un adelanto de La Calle del Medio 20 que sé que disfrutarán.
Sheyla Valladares Quevedo
En La Habana existe un edificio dentro de otro. Tal vez, es un detalle que los cubanos han pasado por alto, habituados a edificaciones tan llamativas como el Capitolio, el Focsa o el edificio Bacardí, por citar algunos.
Uno es obra de la ingeniería civil y el otro de la ingeniería creadora de un hombre, Alberto Luberta. Para mayores señales, ambos se ubican en la calle Infanta, frente al cabaret Las Vegas.
Evidentemente, se trata de la emisora Radio Progreso, que cumple este diciembre 80 años de su salida al aire, y de ese edificio de vecinos ocurrentes y simpáticos, conocido por todos como Alegrías de Sobremesa.
Este gran show humorístico musical provoca las delicias de la familia cubana hace 44 años. Por él han desfilado las mejores orquestas de la isla, así como figuras de la actuación de altísimo nivel, con una capacidad única para hacernos reír. Todos acompañados siempre por la voz y el carisma indiscutible del locutor, Eduardo Rosillo.

Alegrías de sobremesa sigue ahí
Cuando mencionamos el nombre de este programa, uno de los más antiguos en la radiofonía cubana, tenemos que recurrir invariablemente al de su creador Alberto Luberta.
Cada día durante 41 años este hombre insufló vida a los más diversos personajes. Construyó un edificio de vecinos en el mismo centro de La Habana desde el cual supo irradiar toda la cubanía característica de los que habitamos este país, a partir del reflejo de experiencias cotidianas, comunes a todos.
Entonces no fue difícil que Rita Paranganillo bajara por La Rampa habanera en busca del Malecón o que la pareja explosiva de la mulatísima Estelvina y Sandalio, el Vola´o, recorriera la calle Enramada en el medio de Santiago de Cuba, sin causar el menor asombro. Toda Cuba los conoce porque ellos son parte del pueblo, respiran como ellos, hablan como ellos, viven como ellos.
Y así sucedió durante largo tiempo hasta que Alberto Luberta se despidió de sus personajes queridos. Pero como más sabe el diablo por viejo que por diablo, antes de irse dejó listo el relevo: un muchacho con quién compartía el barbero, ciertos rasgos a la hora de escribir, el amor por el teatro vernáculo y, por consiguiente, por cada uno de los personajes de Alegrías de Sobremesa.
Con el batón en sus manos desde hace tres años, como gusta decir, el joven escritor Ahmed Otero Prado rememora sus inicios:
“Un día me aparecí en su casa con unos guiones y a él le gustaron. A la semana siguiente ya yo estaba escribiendo el programa Fiesta guajira de Radio Progreso. Lo que no sabía era que él me estaba preparando, nunca me lo dijo. Un día del 2007 me pregunta si yo estaría dispuesto a quedarme con Alegrías. Aquello me sorprendió, pero más que el honor de escribir el programa yo quería el de escribir con él. Eso fue en enero y la idea era que en septiembre él se jubilara. Pero en marzo con motivo de su participación en el Festival Nacional de la Radio en Villa Clara, me dejó a cargo del programa toda una semana. Y entonces de corre corre tuve que hacer los primeros 8 libretos. Esa fue la prueba de fuego. Después vino la gira nacional dedicada a Luberta que también tuve que escribir. En esos momentos llegamos a hacer hasta guiones a cuatro manos. Eso fue uno de los estímulos que tuve antes de escribir diariamente el programa.”
Y fue así cómo la preocupación de los trabajadores de Radio Progreso –sobre todo la del elenco de Alegrías de sobremesa--, de que fuera a perderse este espectáculo humorístico musical, quedó sin sustento.
Entonces se impuso el reto de seguir siendo un exponente del humor de situaciones en la radio, a partir de la conjugación de elementos de la idiosincrasia cubana actualizados al calor de los imperativos de la época y las maneras de consumir los productos radiofónicos de las nuevas generaciones. Para el recién estrenado escritor de Alegrías de sobremesa, esto constituyó una premisa desde el principio:
“Cuando empecé a escribir humor, María de los Ángeles Santana me aconsejó que recordara que el humor de hoy no podía ser el mismo que hiciera ella, pues ya la gente no se ríe de lo que se reía hace 25 años. Los códigos referenciales cambian, aunque las fórmulas básicas siguen siendo las mismas. El cubano quiere buscarse y verse reflejado. Y creo que ahí está la clave del éxito de un programa humorístico”.
El colectivo actoral de Alegrías… también está consciente de la importancia de mantener un espacio como este dentro de la programación de la radio nacional. Al decir de Aurora Basnuevo “es un ejemplo, un clásico de la radio nacional. El único programa que conserva el teatro vernáculo, que se ha ido perdiendo porque los jóvenes no han tenido la oportunidad de hacerlo. A cada rato se pierden los actores, se pierden los escritores, por eso es que debemos defendernos. Queremos mantenernos porque de lo contrario sería perder un reflejo importante de lo que nos identifica como cubanos. Además es un programa que también tiene gran audiencia fuera de Cuba a través de Internet, en países como Francia o México”.
Todo lo anterior sólo viene a confirmar que el humor costumbrista como también le llaman no es un género pasado de moda o poco atractivo para las nuevas generaciones de escritores que llegan a la radio. En el caso de Ahmed Otero sigue siendo una opción válida sobre la que todavía se puede trabajar:
“Si preguntas por la calle todavía se recuerdan los tiempos de Detrás de la fachada y San Nicolás del Peladero porque eran de este tipo (costumbristas). Yo no creo que los jóvenes tengan que asumir una nueva forma de hacer el humor, sino poder mantener esa línea aportándole elementos novedosos, actuales, enriqueciéndola. Tal vez, con otra forma de decir, con otro tratamiento de los temas, pero sí manteniendo la sabia del vernáculo que en definitiva nos viene desde el siglo XIX”.
Indudablemente, aunque tras los destinos de los personajes de Alegrías de sobremesa ya no está el genio de Alberto Luberta –aunque se mantiene como al más activo colaborador--, estos tres años de trabajo con un nuevo creador han servido para consolidar nuevas historias y dotar al programa de un nuevo dinamismo.

¡Qué gente caballero, pero qué gente!
Alegrías de sobremesa es un programa que siempre tuvo la suerte de poseer uno de los elencos más sólidos dentro de la radio cubana. El talento creador de actores como Marta Jiménez Oropesa, Martha Velazco, Hidalberto Delgado, Wilfredo Fernández, Antonio Rivero, Juan Carlos Romero, Antonio Ñico Hernández (Sarría), Armando Soler, Aurora Basnuevo, Mario Limonta, Ramoncito Hernández, Aida Isalbe, Diana Rosa Suárez, Juan Julio Alfonso, entre otros, lograron sentar una pauta que regiría el posterior desempeño de los artistas que entrarían a formar parte del colectivo.
Alberto Luberta siempre se cuidó de hilvanar sus historias con tal coherencia que la entrada o salida de personajes, por imperativos como la muerte o la jubilación, no constituyeran una solución de emergencia sino parte de la dramaturgia que sostenía el programa.
Esta misma línea ha intentado seguir el nuevo escritor. Así lo corroboran las palabras de la actriz María Leisa Olivera.
“Yo también soy de las últimas que ha entrado. El personaje que hago (Chiqui) fue el último que introdujo Luberta. Con Ahmed no ha habido un bache, no lo he sentido en los libretos, ni en el estudio, ni en la calle con el público”
Si la historia colectiva demanda las naturales actualizaciones y con ella la aparición de nuevos personajes, ésta es una decisión que se toma colegiadamente, entre todos como cuenta Ahmed Otero.
“El primer personaje que yo incorporé a Alegrías de sobremesa, fue el personaje de Constantín el profesor de teatro de Chiqui, que hace Moisés Rodríguez (uno de los Robertos), porque en el programa hacía falta. Aunque sí había comediantes, algunas contrafiguras, necesitábamos cómicos. Luberta estuvo de acuerdo porque siempre los personajes que he incorporado los he pasado por el filtro. Entonces coincidió conmigo en que Moisés era un cómico nato y que podría encajar muy bien en Alegrías.”
Diana Rosa Suárez recuerda que un procedimiento similar ocurrió con el personaje de Chicho/Hilario Peña ante la necesidad de incorporar una figura que desempeñara un papel similar al que en sus tiempos realizara Hidalberto Delgado con su inolvidable Paco.
“Ese personaje fue muy discutido antes de que entrara en el colectivo porque queríamos un actor bueno, con talento y hasta ahora estamos muy felices con él”.
La presencia de este tipo de personaje en un programa humorístico es vital, ya que sobre él recae el peso de las situaciones hilarantes aunque no sea éste quien provoque el chiste, algo que Aurora Basnuevo se encarga de explicar:
“A Hilario Peña le toca remedar un poco a Hidalberto Delgado y esa tarea no es fácil porque era la mejor contrafigura. Además este es un rol muy difícil. Casi siempre los actores no aceptan hacerlo porque quieren ser ellos los que hacen los chistes y muchas veces logran el efecto contrario, por lo que yo les digo los mata chistes. Cuando tú le dices algo a Diana Rosa, que es una contrafigura también, ella te lo engrandece. Las respuestas que da Mario a mis cosas inmediatamente provoca la risa y eso es muy importante. Yo creo que la contrafigura es la que hace el chiste en realidad porque al ligarse con el cómico logra su efecto total. Y eso no lo sabe hacer todo el mundo”
En un momento determinado se impuso la necesidad de introducir personajes jóvenes de la mano de actores noveles, pues constituía una parte de la sociedad cubana con escasa representación dentro del programa, como el papel interpretado por Michel Labarta/Yunieski.
Su creador acepta contar que le “costó trabajo que las personas del medio lo aceptaran, no así el público, porque muchas veces existe mucha mojigatería. Y de pronto él era un muchacho de este país con su forma de hablar atropellada como muchos en nuestras calles y su forma de ver la vida. En este sentido yo siempre defendí la importancia de sus valores como persona y no su forma de decir. Para apoyarlo mejor hice un estudio sobre otros personajes similares que tuvo Alegrías de sobremesa y que como característica principal tenían el uso del retruécano, las inadecuaciones léxicas, el cambio de palabras por otras y eso no desvirtuaba para nada el objetivo del programa y no daba malas enseñanzas. En este caso ha tenido mucha aceptación sobre todo dentro del público joven”.
En las más de cuatro décadas vividas por Alegrías de sobremesa, como mismo se ha impuesto la inserción de nuevos personajes también lo ha sido la modernización de los establecidos para estar acorde con el momento en que ocurre la recepción del programa.
De ahí que como confiesa Aida Isalbe/Bebita, una de sus fundadoras, “los personajes como el mío han sufrido cambios. Porque la Bebita no empezó diciendo esos paquetes que dice ahora pero el público la sigue aceptando con esta característica porque precisamente a veces encontramos personas así, convivimos con ellas. Y Alegrías de sobremesa sigue representado al pueblo”
Ramoncito Hernández, otro de los actores consagrados, quien tiene a su cargo varios personajes como el del niño que desordena la rutina del edificio, también se siente muy entusiasmado con los nuevos aires de su personaje, el cual “ha ganado en juventud, en ritmo. Algo que es muy importante: sin perder la calidad con que siempre se le brindó al público”.
Otras de las transformaciones las ha sufrido el personaje de Estelvina, la mulatísima, como todos los cubanos la conocen; quién se siente “modernizada pues ahora es una mulata con sonido surround, sistema DVD y lector mp3. Algo que no decía antes cuando era sonido estereofónico, música indirecta y doble casetera”.

Recorriendo los caminos
El colectivo de Alegrías de sobremesa no se conforma sólo con sentar cátedra desde los estudios de la casi centenaria Radio Progreso. Desde hace décadas protagoniza giras nacionales que constituyen, sin duda, verdaderas fiestas populares en cada uno de los lugares que visitan.
Pepito Ciérvides, director general de este programa, es uno de los más entusiastas defensores de esta manera de interactuar con la radioaudiencia del país y guarda en su memoria anécdotas hermosas que vale la pena recordar.
“En todo el país, la gente nos sigue para vernos. En Camagüey cayó un aguacero y se fue hasta la luz en la mitad de la ciudad. Las entradas estaban vendidas hacía una semana y aún bajo la lluvia la gente llevaba carteles que decían: ¡Que vuelvan otra vez!, ¡Qué vuelva Alegrías de sobremesa! El público se lanzaba encima de los actores y los tocaba como para comprobar si eran reales. Era una cosa muy grande.
Yo nunca pensé que en toda la isla la gente nos siguiera de esa manera. Nos pedían que repitiéramos las funciones porque no cabían en los teatros. Eran plazas llenas de gente en Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus, Santiago de Cuba. Para mí eso tiene un valor muy grande porque seguimos haciendo teatro bufo, vernáculo, que es el nuestro, con respeto. Por eso es que nos hemos mantenido por tantos años”.
Esta percepción del director es apoyada igualmente por Ahmed Otero, aunque éste se toma tiempo para poner en consideración otros aspectos que piensa coadyuvan también al éxito del programa.
“En algunos medios siempre ha habido el intento de hacer costumbrismo al estilo de los años setenta. Entonces percibes que el ritmo no es el mismo, que los chistes huelen a viejo. Cuando lo analizas te das cuenta de que tal vez no se están usando bien los códigos referenciales y que la forma de decir ya no es la misma o los actores escogidos no son los más indicados para ese espectáculo. Sobre esto último creo que la clave está en nuclear actores experimentados con otros que el público también desea disfrutar. Esto es algo que caracteriza a Alegrías…, que todo su elenco, salvo excepciones, son actores, no humoristas. Toda su vida se han dedicado a actuar, no a contar chistes. Creo que en la combinación está la clave para dar pasos significativos en este sentido”

En espera de que suene la fanfarria en el estudio 4
En los 44 años que Alegrías de sobremesa se ha mantenido al aire, no han sido pocos los escollos sorteados. Uno de los más difíciles todavía no acaba de superarlo. Y es que en 2004 un incendio devastó el estudio-teatro donde actuaban todo el elenco y las orquestas más importantes del país, junto a un público que rebosaba el lugar cada tarde.
El contexto donde nace cada día el programa hoy es completamente distinto. El estudio es pequeño, hay que poner discos y solo puede acceder al él un número pequeño de asistentes.
A pesar de que los actores continúan dando lo mejor de sí, sienten como María Leisa Olivera que, “es una lástima todo este tiempo que el público se ha perdido el disfrute de un espectáculo que es de sus raíces, de su cultura. Yo que entré hace cinco años no he podido vivir lo que los demás. Como es realmente Alegrías de sobremesa, no se puede hacer y la gente se lo está perdiendo, lo mismo la gente de La Habana, que de las provincias, que tanto venían”.
“Alegrías de sobremesa es una combinación de música, humor, público y si falla un elemento ya no es lo mismo”, afirma Ahmed Otero. También agrega que, “el actor tampoco se motiva igual porque no es lo mismo encontrarse con un público eufórico, que se ría incluso de lo que no es chiste como nos ha pasado a veces en los teatros. Pero si se pierde el espectáculo, el actor no puede ver directamente la respuesta de la audiencia y así saber si lo que dijo funcionó”
Aún así, todavía existen personas que insisten en llegarse hasta la calle Infanta, para disfrutar de las situaciones sabrosas que se originan cada tarde en Radio Progreso. Como un grupo de estudiantes de tecnológico que gozaron de lo lindo en cuanto Eduardo Rosillo se paró frente al micrófono como cada tarde hace 41 años para decir: “Y continuamos riendo con un libreto de Ahmed Otero Prado y las actuaciones de Aurora Basnuevo, Mario Limonta, Aida Isalbe, Ramoncito Hernández… ”

lunes, 21 de diciembre de 2009

Del guiño en la aldea universal al emoticono en la aldea global.

Antonio Rodríguez Salvador.
Alguna vez he dicho que la Autopista Nacional, la única de largo aliento que tenemos en Cuba, empieza en Taguasco y termina en La Habana. No confundo las jerarquías: si el tamaño de los pueblos se midiese por el grado de relación emotiva entre sus habitantes, está claro que un taguasquense medio suele conocer a muchas más personas en Taguasco, que un habanero en La Habana.
Y digo Conocer —así con mayúscula. Saber de cualquier paisano su nombre y apellidos, y el de los padres, y el de los primos; y donde estudió, y cómo se llamaba la primera novia que tuvo.
En las grandes ciudades, las vidas suelen ir por dimensiones paralelas: cada persona viaja en su ruta como por un laberinto de cristal, donde se puede ver al vecino, pero acaso distorsionado; ajeno de la intimidad. Hay algo en las grandes ciudades que difumina al individuo; lo empaña y lo hermetiza; lo torna extraño para el semejante. En La Habana, por ejemplo, pareciese que hay un solo guagüero: ese alguien que en realidad percibimos como un algo, como una cosa. La mayoría de las veces el guagüero es una suerte de sustancia secundaria, según la lógica aristotélica, una abstracción; cuántas veces no lo habremos visto como una contestadora automática que en cada parada repite: “No se amontonen delante; un paso atrás, por favor”.
Exagero, naturalmente…, pero no tanto. Palabras como “usuario”, “transeúnte”, “pasajero”, y demás bloques lingüísticos que masifican al prójimo y lo reducen a un cometido, son impensables en los pueblos pequeños. En Taguasco, por ejemplo, el que está comprando en la tienda es Javier, la que viene por la acera es Tamara, y quien montó en la guagua fue Martín. Personas que cargan sobre sus hombros una historia; que son únicas al tiempo que semejantes. Por eso no es lo mismo un guiño en Taguasco que en La Habana. Si estoy en la Rampa y una desconocida de pronto me hace una seña, solo tengo dos alternativas: la dejo pasar o me disfrazo de seductor; en Taguasco, sin embargo, ese mismo guiño significa saludo, complicidad, alerta, armonía…
Desde luego, no pretendo negar el desarrollo. Las grandes ciudades, tienen la virtud de ser cosmopolitas: son una puerta al mundo, y también la matriz donde lo extraño se junta con lo propio, para incorporar genes frescos a la cultura. Son mirada hacia delante, carrera en busca de la modernidad; expansión y síntesis del pensamiento. En las ciudades grandes, lo ajeno se tamiza y se amulata, hasta que un día llega a formar parte de la idiosincrasia.
Los pueblos pequeños, entretanto, son la sustancia del mito y el carácter de la tradición. Ni Buenos Aires, ni Ciudad México, ni La Habana, podrían encarnar el espíritu de todo un continente. Sin embargo, esto puede hacerlo Macondo, legendaria aldea creada por García Márquez en su novela Cien años de soledad, o aquella otra del sur norteamericano, Yoknapatawpha, imaginada por el escritor William Faulkner. No por gusto las telenovelas brasileñas más disfrutadas por el público cubano han sido aquellas donde las historias trascurren en pueblos pequeños: Cabocla, La Bajada, El Resplandor; las aldehuelas de Doña Bella y la Esclava Isaura. Es en estos pequeños pueblos donde los personajes se parecen más a las personas comunes; dejan de ser caricaturas para encarnarnos a nosotros mismos.
Lo universal podría entenderse entonces como ese “yo el otro”, del que hablaba Rimbaud, o como una suerte de democracia íntima donde “nada humano es ajeno”; según dijeron Terencio y Carlos Marx. En fin, y por seguir citando a autores ilustres, como recomendaba León Tolstoi: “Si quieres ser universal, pinta tu aldea”. Sin embargo, para definir lo universal quizá no tendría que acudir a demasiadas fuentes autorizadas; apenas escuchar lo que dice mi vecino Alberto Pila: “para conocer al otro solo hay que hacerse un sí mismo”.
De este modo también es lícito decir que la Autopista Nacional empieza en Taguasco y termina en La Habana. Para ser cosmopolita y mirar afuera, primero hay que ser universal y vernos por dentro. La cultura que somos es sobre todo el mito que somos: el imaginario, las costumbres, la tradición popular; sobre estos pilares se erige el pensamiento, las artes, la opinión.
Sin embargo, de pronto todos estos conceptos deberán ser revisados. Internet, teléfono, televisión, y otras tecnologías que eliminan tiempo y distancia, hace creer que somos el Clark Kent contemporáneo, aquel anónimo periodista que en un santiamén era capaz de trasformarse en Superman. De esta manera, los anónimos pueblos con igual celeridad se trasforman en sustancia de la Aldea Global, y así consiguen tener el mundo al alcance de la mano. Con apenas un clic es posible entrar al cine, al banco, a la librería.
Ahora el parque Maceo, o Agromante, o Martí; o aquella esquina donde solíamos discutir de béisbol o de política o de lo que nos pareciese oportuno: el Gallo de Oro en Taguasco, La Moderna, en Jatibonico; La Revoltosa, en Cabaiguán; cambia de nombre y se llama Facebook, MySpace o Hi5. Todo parecería apenas un cambio de nombre; solo la vida que resulta cada vez más perfecta; salvo que el guiño de la muchacha ya no provoca la súbita impresión de que el aire es más limpio, y los colores más brillantes; su guiño se ha trasformado en una de esas caritas amarillas, redondas y virtuales llamadas emoticonos o smileys, mediante el cual pretende transmitirnos su estado de ánimo, sin enteramente lograrlo.
Ya su beso no viene acompañado del aliento natural y estremecedor, ni del latido que intuimos bajo su blusa, ni de la mirada que nos acaricia. De pronto el amor también se vuelve técnico. Porque ciertamente, las tecnologías han acercado distancias; y eso es fantástico; pero al mismo tiempo han alejado cercanías, y entonces hasta nuestros vecinos en ocasiones se tornan fotos, videos, correos electrónicos.
Y ahora cada 31 de octubre hay que celebrar el Halloween, o el cuarto jueves de noviembre el Thanksgiving, y el tercer lunes de febrero el Presidents Day. Uno no sabe muy bien qué está celebrando: aquél comenta que estaba deliciosa su salsa de arándanos, otro que su pavo estaba relleno con pan de maíz y salvia: la conversación es natural, y entonces uno no halla cómo decirles que también tuvo un fin de semana feliz, el cual culminó con un gran banquete a base de arroz congris, macho asado y yuca con mojo. No va a ser uno el clásico aguafiestas que los obligue a buscar en el diccionario, menos aún a ser tenido por gente que no posee cultura de Internet. Por eso, lo mismo que los demás, termina mandando un emoticono feliz, con un gorrito de cumpleaños rematado con un pompón blanco. Manda, además, dos copas virtuales con un “espumoso” champagne, que quizá nada tengan que ver con sus fiestas, pero que, en cambio, van a resultar más expresivas que una disquisición de cómo se asa un macho en puya.
Uno creía estar chateando con un grupo de norteamericanos, pero resulta que no: el llamado John es en verdad de Buenos Aires, y Jack es de Río de Janeiro, y Joe de Bruselas. A última hora entran al foro Billy que es de Burundi, y Frank de Haití, y entonces yo me quedo pasmado: ¿Quién dice que la Aldea Global no es cosmopolita? Ya sabía yo que en ella podemos hallar redes sociales hasta para los muertos: MyDeathSpace; y para los perros y los gatos: Unitedcats; y para las flores, y los cactus, y los helechos, y las aves… En ella también podemos hallar amigos lo mismo en Madrid, que en Los Ángeles que Copenhague, y ahora resulta que también en Burundi y en Haití.
¿Acaso habrá una red social para el burundés y otra para el haitiano; habrá para los ugandeses y los nepalíes?, me pregunto. Abro entonces otra ventana, las busco, pero no las hallo Todo se aclara, sin embargo, cuando Billy y Frank explican que en realidad viven en Nueva York, y en el mismo edificio… Ah, y que el famoso Presidents Day que están celebrando, como era lógico suponer, es el de los presidentes norteamericanos.

domingo, 20 de diciembre de 2009

A propósito de una cita de Montaner sobre la alternabilidad capitalista.

Hace algunos días traía al blog un fragmento de mi libro sobre Venezuela de 2006, en el que citaba una frase lapidaria de Mario Vargas Llosa --no tengo que especificar su orientación política--, sobre la esencia sistémica de la mal llamada "izquierda democrática". Decía entonces el escritor-político sobre la recién finalizada campaña electoral (2005) que le diera la victoria a la Bachelet: "En el debate entre Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, que tuvo lugar pocos días antes del final de la segunda vuelta, 'había que ser vidente o rabdomante para descubrir aquellos puntos en que los candidatos de la izquierda y la derecha discrepaban de manera frontal. Pese a sus respectivos esfuerzos para distanciarse uno de otro, la verdad es que las diferencias no tocaban ningún tema neurálgico, sino asuntos más bien cuantitativos (para no decir nimios). Piñera, por ejemplo, quería poner más policías en las calles que la Bachelet'". Ahora, tras la primera vuelta de las nuevas elecciones, ganadas por Piñera frente a Frei --y ante un inusitado 20 por ciento que una nueva izquierda ha conseguido, obligando a una segunda vuelta--, Carlos Alberto Montaner, otro "místico" de la derecha con menos prestigio literario, escribe: "Naturalmente, hay diferencias entre Piñera y Frei, como las hay entre Obama y McCain, entre Thatcher y Blair, entre Aznar y Felipe González, pero son diferencias de matices. Esencialmente, discuten y discrepan sobre la intensidad de la presión fiscal y la asignación del gasto público, o sobre la tasa de interés, o sobre el volumen de la masa monetaria --temas extremadamente importantes, por cierto--, pero no cuestionan el corazón institucional del sistema, basado en la separación y equilibrio de poderes, ni los fundamentos filosóficos de la democracia liberal, ni el principio básico de que todos los ciudadanos deben colocarse bajo la autoridad de la ley (burguesa), comenzando por los gobernantes, porque están de acuerdo (con) ese modelo, acompañado por la libertad para producir y consumir". Excelente cita para respaldar la tesis de que la alternabilidad de los gobiernos en el capitalismo es solo de forma, nunca de contenido.

Kaloian Santos nos obsequia una foto.

Hoy salí a asaltar la ciudad con mi cámara.. rara vez escucho música cuando estoy haciendo fotos pues no quiero perderme ningún sonido ambiente. Y hoy no sé porqué extraña razón tenía conectado el mp3. En fin que caminando y escuchando un temaso de Santiago Feliú que se llama "Planeta Cuba" encontré esta foto... y en el momento de opturar por casualidad o alguna divinidad se terminaba la canción que concluyé así: "Por la Virgen de la Caridad, / por la sangre de San Ernesto, / sigue CUBA, sigue de verdad, sigue CUBA sigue resistiendo...!!!!" Y todavía hay incrédulos que sueñan con el fin, luego de medio siglo de grandezas de esta pequeña Isla!!! Los dejo con la foto y un gigante 2010 para nuestra CUBA y mis compatriotas!!!!! (KALOIAN SANTOS).

Raúl: No tenemos derecho a equivocarnos.

Algunos fragmentos de su discurso de hoy en la Asamblea Nacional:

-- El primero de agosto desde este podio me referí a la entrada en vigor de nuevos procedimientos para agilizar las transacciones con el exterior.
Hoy puedo anunciar que se han reducido en más de un tercio las retenciones de pagos acumuladas en aquella fecha y, a la vez que reiteramos el agradecimiento a nuestros socios por la confianza y comprensión expresada por la mayoría de ellos, ratificamos la firme voluntad de proseguir honrando hasta el último centavo de los compromisos asumidos, en correspondencia con las posibilidades de la economía.

-- Tengo conciencia de las expectativas y honestas preocupaciones, expresadas por los diputados y los ciudadanos en cuanto a la velocidad y profundidad de los cambios que tenemos que introducir en el funcionamiento de la economía, en aras del fortalecimiento de nuestra sociedad socialista.
En este sentido me limito, por ahora, a expresar que en la actualización del modelo económico cubano, cuestión en la que se avanza con un enfoque integral, no puede haber espacio a los riesgos de la improvisación y el apresuramiento. Es preciso caminar hacia el futuro, con paso firme y seguro, porque sencillamente no tenemos derecho a equivocarnos.
Nunca debemos olvidar la enseñanza de Martí cuando dijo: “Se ha de hacer despacio lo que ha de durar mucho”.

-- Aprovecho esta otra oportunidad, pues ya lo hemos planteado en varias ocasiones, para ratificar la sincera voluntad de Cuba de solucionar definitivamente el diferendo con Estados Unidos, a partir de un diálogo respetuoso, entre iguales, sobre cualquier asunto, sin menoscabo para nuestra independencia, soberanía y autodeterminación. Si el gobierno norteamericano realmente desea avanzar en las relaciones con Cuba, le recomiendo dejar atrás los condicionamientos de orden interno que pretende imponernos y que sólo a los cubanos compete decidir.
LEER EL DISCURSO ÍNTEGRAMENTE AQUÍ.

Los 5 de Cuba (según Varela).

Tomado inconsultamente del Blog de Varela.
Imagine que su vecino tiene una casa de huéspedes y de ahí le tiran piedras a usted para joderlo. Le rompen sus ventanas de cristal y en una de esas una visita suya sale herida con los vidrios. Incluso desde la casa de su vecino se le han colado en su patio varias veces y le han espantado las gallinas y roto las plantas ornamentales. Su perro fiel aparece envenenado y su gato ahorcado. Desde la casa vecina incluso le ponen música alta todo el santo día. Su familia apenas puede ver televisión tranquilamente y tienen que comprarse orejeras y hacer todo tipo de peripecias acústicas para disminuir el ruido que le viene de al lado. Y cuando usted va a salir al supermercado, de la casa de su vecino siempre sacan un camión que le bloquea la calle y usted tiene que dar un inmenso rodeo para ir por sus alimentos y las necesidades básicas del hogar. Finalmente usted decide hablar con su vecino y éste le confiesa que no es él, sino un primo que usted tiene que vive en un cuarto alquilado del vecino y la tiene cogida con usted por rencillas familiares. Usted llama a la policía y se queja pero no hay pruebas y sin orden judicial no pueden registrar la casa del vecino y además, su vecino goza de conexiones con las autoridades y la corte, pues tiene mucho dinero y la casa de huéspedes paga por protección policial. Entonces usted hace reunión de emergencia en su hogar y envía a un hijo suyo a la casa del vecino a que le meta el cuento de que está disgustado con usted y que quiere alquilarle otro cuarto. El vecino le alquila otro cuarto a su hijo. Y entonces su hijo procede a botarle el tirapiedras a su primo. A desaparecerle el veneno, el machete y la soga. Y a romperle el camión que le bloquea la calle. El vecino lo descubre, llama a la policía y acusa a su hijo de atentar contra las leyes de su casa de huéspedes y de crearle problemas a un buen huesped. La policía arresta a su hijo y un juez lo juzga. Y lo condenan por trasgresión, dañar propiedad y romper vehículo. Entonces su primo sigue viviendo en la casa del vecino, fanfarroneando de que es intocable y de que su hijo es un delincuente. Lo menos que usted puede hacer es poner una foto de su hijo en la sala y venerarlo como héroe de la familia. Al menos, de una manera u otra, la agresión desde la casa del vecino se ha controlado algo aunque sigan hostiles. Y porque no son comemierdas... saben que usted tiene más hijos. ©varela

Fidel: La verdad de lo ocurrido en la Cumbre.

A los jóvenes interesa más que a nadie el futuro.
Hasta hace muy poco se discutía sobre el tipo de sociedad en que viviríamos. Hoy se discute si la sociedad humana sobrevivirá.
No se trata de frases dramáticas. Hay que acostumbrarse a los hechos reales. Lo último que pueden perder los seres humanos es la esperanza. Con la verdad en la mano, hombres y mujeres de todas las edades, especialmente los jóvenes, han librado en la Cumbre ejemplar batalla, ofreciendo al mundo una gran lección.
LEER EL TEXTO ÍNTEGRO AQUÍ.

La Habana, domigo 20 de diciembre.

Un frío leve, extrañamente espiritual, llena de nostalgias el domingo. El frío salitroso que invade esta porción costera de La Habana, me devuelve mis años de adolescencia. Y mientras en el Palacio de Convenciones se reúne el plenario de la Asamblea Nacional, varias decenas de estudiantes universitarios acuden a un trabajo voluntario, por el aniversario 87 de la FEU. En contra de mis deseos --dormir una mañana fría de domingo es uno de los mayores placeres humanos--, participo en el desyerbe matinal de cebollinos y lechugas. Pero disfruto la compañía de una juventud que sigue soñando y peleando por el futuro de Cuba. Almuerzo, adolorido y cansado, con mi mamá, que aún me ve como aquel joven universitario que fui. Ya no tengo fuerzas para asistir al concierto de Kool and The Gang en la Tribuna Antimperialista, ni a la última jornada de la Feria Internacional de Artesanías, como quería mi hermano. Paso rápidamente por la casa de 10kbzas, el diseñador de La Calle, y me informa que Industriales gana el juego frente a Santiago, con lo que salvaría la honrilla de esta subserie. Le traigo una foto de Pedro Medina, estelar receptor del equipo azul en años de gloria, de quien publicaremos una entrevista en la edición 20. Estoy finalmente en casa. La Habana discute, baila, juega a la pelota, trabaja, de cara al nuevo año. Aunque sea domingo, aunque este frío tropical nos llene de emociones imprecisas, y nos obligue a refugiarnos en un abrazo íntimo.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Palabras por el aniversario de la FEU.

Para mis amigas y amigos de la FEU.

Para los estudiantes la vida transcurre con lentitud, parcelada por exámenes, novias-novios, pases y eventos. En los años de infancia el tiempo no existe: uno puede quedarse hasta el anochecer sentado en el contén de la acera con un amigo, conversando de cosas “triviales”, o escuchando música. En la Universidad, el tiempo asoma el rostro por primera vez tras una puerta cercana. Es un rostro risueño, entusiasta, prometedor. Usualmente los estudiantes no traspasan esa puerta, y el tiempo espera impaciente del otro lado. La puerta es una línea de arrancada. Pero ustedes han elegido cruzar ese límite antes de que suene el disparo. Han asumido responsabilidades que no solo involucran a sus condiscípulos: ustedes han recibido un mandato que se trasmite de mano en mano desde hace 87 años.
Cuando se creó esta organización, no se pensaba solo en los estudiantes: se pensaba en Cuba, en América Latina, en el mundo. Porque ¿qué es un estudiante universitario? Un ser absolutamente convencido de que puede transformar el universo y recolocar las estrellas. Ya sabemos que la vida después ajusta un poco ese tremendismo, pero ¡si no fuera por ese ímpetu, por esa convicción, las cosas no se moverían ni un centímetro! Entonces, ustedes han cruzado el umbral de la Vida –la que empieza cuando se sale al ruedo para ejecutar sueños y probar ideas--, sin esperar a que suene el disparo de arrancada. Son grandes Principitos (o Princesitas) que conjugan la lógica de los niños, la pasión de los jóvenes y la decisión de los mayores. ¡Cuántas cosas pueden hacer!
Viven en un mundo complejo: si en los hermosos años sesenta ser revolucionario era relativamente fácil, porque estaba de moda, porque daba prestigio intelectual --¡hasta Borges y Vargas Llosa fueron de izquierda en esos años!--, porque estaba claro donde estaban los enemigos y donde los amigos, y existía un proyecto nítidamente diseñado de futuro; en los noventa y en los primeros años del nuevo siglo, las cosas son menos claras, más sinuosas, más arduas. Hubo un instante efímero en que la derecha se creyó vencedora y nos llamó idiotas a todos los combatientes por un mundo mejor, un instante en que los que necesitan del elogio intelectual de los poderosos, se enmascararon, se avergonzaron de su pasado, se autoflagelaron, y pidieron disculpas. Se decía que los inteligentes no eran revolucionarios y retornó una frase de los cincuenta que decía: “el que no sea comunista a los veinte años no tiene corazón; el que siga siendo comunista a los treinta no tiene cerebro”. Estaba de moda el cinismo.
Claro, después vino Chávez, vino Evo, vino Correa, y regresó Ortega y claro, aquí estaba ese gigante que se llama Fidel y este pueblo nuestro, que no claudicaba, que seguía navegando en busca de la utopía. Y el capitalismo, cansado, empezó a resoplar, a perder el aliento. Y el ecosistema nos lanzó serias e insistentes advertencias. Y la solidaridad –que Cuba nunca abandonó en lo interno y en lo externo--, volvió a crecer. Porque no se puede ser inteligente hoy, sin ser revolucionario.
El reto es mayor, más hermoso: ya no existen futuros previamente diseñados. En la línea de partida y en la de llegada hay un solo estandarte: el de los principios éticos. Ustedes tienen que forjar el futuro, crearlo con las manos, con las mismas de amar, diría Retamar. Y tienen una responsabilidad enorme: porque somos cubanos –hijos de Fidel, del Che, de la Revolución, hijos de Mella, de Echevarría, de Martí y de Maceo--, porque somos latinoamericanos, el continente que avanza a la vanguardia del proceso revolucionario contemporáneo, porque la Humanidad no puede esperar mucho más por la acción de sus hombres y mujeres concientes. Vivimos una intensa batalla y esa guerra se intensificará en los próximos años. Qué triste es saber que existen jóvenes viejos que luchan por la paz del acomodamiento, y se enroscan en el individualismo más feroz.
Si me permiten recomendarles algo, diría: no se preparen para ser políticos, prepárense para ser revolucionarios, siempre, así sean abogados, profesores, economistas, traductores o locutores de radio. Hagan revolución, siempre. Sean protagonistas activos de sus vidas. No se atasquen en lo cotidiano, en lo estrechamente personal; sean hombres y mujeres contemporáneos. Felicidades.

Resumen de semana.

Me salté el jueves, porque estoy en el cierre del último número del año de La Calle. Cada parto mensual nos deja exhautos pero felices: lo perfecto, repetía mi padre, es enemigo de lo bueno. Hoy visité a mis amigos de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), almorcé con ellos, porque el domingo se cumplen 87 años de que fuese fundada la organización... Y ese día festejaremos en un trabajo voluntario. Esta semana ha sido intensa: Cumbre del ALBA, sesiones de la Asamblea Nacional, encuentro de jóvenes intelectuales de América Latina en Casa de las Américas ("Casa tomada", se llamó el evento). Y yo con mis cierres agónicos.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

El Cyber Jineterismo.

Tomado del Blog de Varela.
Yoani Sánchez le tira fotos a 3 canisteles para un escrito de su blog. Y dice cuánto le gusta el canistel. Y a lo Leonardo Fabio, recuerda a su abuelita Milagros que hacía pan de la nada con sus chancletas de palo, chaca-chaca, chaca-chaca... y que ahora sólo pudo conseguir 3 canisteles y pone la foto (y sigue con el sabor de los canisteles). Pero nunca pudo postear fotos ni de 3 de sus hematomas cuando Rodney la sodomizó en la calle. Ya, según la prensa de Miami, se sabe que los 3 médicos que la atendieron en el policlínico son de la Seguridad del Estado y dieron falsos reportes y ni la quisieron curar. También se ha descubierto, en la blogosfera derechista, que su piel es milagrosa y se regenera en 48 horas, y que sólo le quedaron moretones en las nalgas (que no quiso mostrar a la BBC). Pero Macho Rico tampoco pudo tirarle fotos a planos cerrados de sus glúteos amoratados y postearlas en el blog porque fue a cumplir un deber de caballero a un duelo con Rodney en medio de un festival juvenil. Por la misma Yoani se sabe que ella ahora vive - y sufre - en La Habana porque no encontró curralo en Zurich. Pues debería denunciar a Suiza en su blog, no a Cuba. Aunque creo que en Suiza sentada en un laptop criticando la indolencia de bancos, relojerías y queseras, no era nadie. Pero en Cuba, hablando de la escasez de canisteles, sí. Si antes yo no atinaba a comprender por qué ella decidió regresar del paraíso helénico al infierno caribeño, ahora lo entiendo. Más claro el agua. Yoani no es boba. Para bobos es su blog. Que de paso no es un blog ni la cabeza de un guanajo sino un website más caro que el de la Casa Blanca (el sitio de internet del gobierno norteamericano tiene traducciones a menos idiomas que Generación Y y encima con enlaces a Twitter y Facebook; los que Obama no tiene). No quiero decir que la chica sea millonaria, lo que sugiero es que es embustera. Ni fue secuestrada, ni tuvo hematomas, ni buscó trabajo en Suiza, ni pasa trabajo en Cuba. Ha encontrado el modo de vivir de los que viven afuera. Se deja usar, desde luego, pero ése es el gaje del oficio. ©varela

Revolución, patria, estado, gobierno: precisiones con Rey.

A veces los comentaristas me permiten precisar un poco más las ideas. Traigo como post este intercambio con Rey. Corrijo su ortografía cuando es necesario.
Rey dijo...
El problema está en que los dirigentes principales de la revolución han hecho énfansis por muchos años, de que revolución, patria, estado, gobierno y partido es lo mismo y quien esté en contra del gobierno o de la revolución es por lo tanto un traidor a la patria, cuando todo eso no es más que una gran falacia que excluye a todos aquellos que, de una forma u otra, se atrevan a criticar a la revolución y a sus dirigentes. Una vez que se entienda que todos esos términos son conceptos diferentes, que se puede estar en desacuerdo con el gobierno, con la revolución o con el sistema e incluso exigir que se cambie uno o todos ellos, no es ser traidor. Que estar en contra de la ideología imperante no es ser traidor. No puedo entender como un proyecto social puede llamarse "revolucionario" cuando excluye y reprime a una parte de la población solo por motivos ideológicos. Si la oposicion es tan débil y pequeña, entonces ¿cuál es el miedo del gobierno? Si el proyecto político de esa oposición es tan estúpido y retrógrado, por qué temerle cuando se dice que el pueblo cubano es un pueblo revolucionario, comprometido con su revolución, ¿a qué le teme el gobierno entonces? Nunca podré entender por qué la revolución tiene que excluir y reprimir a otros simplemente porque no estén de acuerdo con su proyecto social, si su labor y sus intenciones son tan loables y tan altruistas, que solo están dirigida al bienestar del pueblo cubano, ¿por qué no "compite con las demás corrientes ideológicas existentes en la sociedad? Se acusa a la disidencia de "mercenaria" por recibir ayuda del exterior cuando el propio M26 recibió miles de dólares de grupos afines desde el extranjero, de secuestros e inclusive directamente de gobiernos latinoamericanos. (http://www.lajiribilla.cu/pdf/villena7.pdf) ¿Por qué unos son mercenarios y terroristas y los otros no? Algunos de los espías cubanos capturados en EU son incluso ciudadanos norteamericanos, ¿no son esos tan traidores y mercenarios como la oposición interna a la que Cuba acusa de serlo por recibir ayuda de EU? ¿Las reglas funcionan hacia un lado pero no hacia el otro? Creo que todos tienen el derecho a expresarse y luchar por lo que creen y tener el derecho a aliarse a quienes le aportan la ayuda que no obtienen dentro de su propio contexto. Si dejaran expresarse libremente a las personas, estas no tendrían necesidad de buscar ayuda en el extranjero. De una forma u otra estas tienen que hacer que sus voces se escuchen porque, aunque uds no lo crean, ¡tienen algo que decir y que alguien no quiere escuchar!.

Enrique Ubieta Gómez dijo...
A ver, apenas ahora llego a casa. Tu afirmación Rey es una interpretación caricaturesca de una realidad histórica: en Cuba, la Patria nunca fue posible sin la justicia social. Digo Patria --concepto más difuso y más abarcador que el de nación--, porque fue el término que manejó siempre Martí. La independencia duradera, por tanto, solo podía surgir de una Revolución. Por eso, Martí creó el Partido Revolucionario. Sé que corro el riesgo en mi respuesta de saltarme matices, pero esto es un blog, y nunca podría aquí exponer todo lo que muchos textos explican bien. Una sociedad capitalista en Cuba solo podría imaginarse en el contexto de una entrega sin límites --carnal, diría Menem--, a los Estados Unidos. Rojas nos prepara para eso cuando defiende el concepto de nacionalismo suave. Es un término equivocado (saltémonos los referentes posmodernos): en Cuba no existe un nacionalismo duro --¿cuál sería?, ¿el de los cientos de miles de internacionalistas en África?, ¿el de los 60 mil médicos y paramédicos en cualquier rincón del planeta?--, existe un concepto claro de Patria (que es Humanidad, decía Martí), de soberanía (porque nos permite conservar un espacio para construir una sociedad alternativa). Por cierto, ¿por qué los defensores del nacionalismo suave se espantan ante la posibilidad de una unión entre Venezuela y Cuba?, ¿será que cuando hablan de porosidad, de fronteras difusas, no andan pensando en los hermanos latinoamericanos? Pero la palabra gobierno distorsiona la frase inicial de tu réplica. En Cuba los revolucionarios dicen "el Estado" y los contrarrevolucionarios dicen "el gobierno". Es un matiz espontáneo, que nadie orientó, pero definitorio. El discurso contrarrevolucionario siempre se aferró a la voz gobierno, porque no quería y no podía admitir que lo que sucedía en el país trascendía la presencia "accidental" de un gobierno, por muy largo que fuera. Ningún Estado en el mundo admite el cambio de su sistema socio político, aunque acepte el cambio de gobierno. Y todos los países capitalistas del mundo, desarrollados o no, han acudido a la desaparición y al asesinato de sus ciudadanos, cuando han amenazado la estabilidad del sistema. Cuba, por cierto, nunca lo ha hecho ni lo hará. Por supuesto que nosotros, los revolucionarios cubanos, defendemos al gobierno de Fidel y de Raúl: ellos son símbolos, son los fundadores. Pero no somos progubernamentales, en el sentido capitalista. Somos prosocialistas. En todo caso, defendemos el Estado socialista cubano. Una cosa es recibir ayuda de organizaciones o de gobiernos latinoamericanos, y otra, de un gobierno históricamente opuesto a la independencia nacional de Cuba. Hernández Busto hace un inusitado reconocimiento en su polémica conmigo (VEA AQUÍ: Un busto para Hernández). Con tal de acusarme de recibir un salario del Estado cubano --que recibo desde luego, pero no por bloguear, ni por defender a la Revolución, sino como simple trabajador--, escribe: "Opinar libremente sobre Cuba cobrando de partes implicadas en el dilema cubano me parece contraproducente". ¿Cuales son esas dos partes implicadas que pueden pagar?, ¿los gobiernos de Cuba y Estados Unidos? Entonces, ¿reconoce que en el fondo es un conflicto entre dos países, o mejor aún, entre dos sistemas que encarnan dos países? Si es así, un cubano solo sería mercenario si cobra del gobierno norteamericano. Por último: los cinco cubanos que llamas espías --hay espías norteamericanos en todos los países del mundo, ellos lo reconocen públicamente y nadie se lo cuestiona--, no "espiaban" al gobierno estadounidense, sino a grupúsculos de cubanos contrarrevolucionarios que ejecutaban actos terroristas, como es conocido, dentro y fuera de Estados Unidos. Es decir, que trabajaban a favor del pueblo norteamericano.

AMNIOS, nueva revista de poesía.

Si una revista nace con tan buenos auspicios intelectuales, seguramente tendrá larga y fructífera vida. Ayer acompañamos al partero mayor de este esfuerzo, el poeta Alpidio Alonso --director y arquitecto de la publicación--, en el festín de poesía que fue el acto inaugural. Felicidades hermano.

martes, 15 de diciembre de 2009

El peor enemigo de la Revolución es la ignorancia.

Quiero recomendar la lectura de este testimonio-entrevista de Alfredo Guevara, realizado por el joven periodista Leandro Estupiñán. Algunos temas abordados: el PSP, Franqui, Lunes de Revolución, los años 60. Reproduzco unas palabras introductorias de Alfredo que no aparecen en el link propuesto:

Concedí al compañero Leandro Estupiñán una entrevista formal y que debió, en consecuencia, ajustarse a temas y términos. Es tal la indignación que me producen ciertos senderos trazados e impuestos que ante este talentoso periodista, presentado con el aval de Graziella Pogolotti, estallé en torrente a veces inconexo, pero siempre retornando a ciertas ideas, concepciones y experiencias. Quedaron así violadas las reglas del juego y la entrevista desbordó su propósito. Releída en bruto decidí revisarla y ordenarla y se produjo este texto no-texto y tampoco entrevista que adelanta seguramente otro texto-memoria que debo redactar con urgencia por razones obvias. No hay que olvidar, pero sólo para ser mejores. Creo que Leandro Estupiñán es y será un magnífico periodista; me sacó de esas casillas en que algunas personas, y en mi caso temas, quedan abroquelados. Los reservaba para abordarlos a mi manera, frase a frase pensada y pensada. Salió así, pues adelante. El periodista-entrevistador debe, para serlo de veras, respetar al interrogado y sus opciones, pero ser incisivo, provocador y acorralador. Lo grave e inadmisible es cuando la provocación y el acorralamiento resultan de la vulgaridad y la ignorancia o de la muy común falta de gentileza y pobre educación ¡Qué magia desarmadora se produce cuando el interrogado enfrenta inteligencia fina y estilete bien graduado! Esa fue la experiencia. Y la agradezco.
Alfredo Guevara

Sí, sentimos de la Patria el grito.

Patricia Rodas, canciller constitucional de Honduras, representó a Zelaya en la Cumbre del ALBA. Es una mujer cautivadora, valiente y lúcida. Los periodistas la buscaban. Afirmó que el ALBA, más que una concertación de gobiernos, es una concertación solidaria de pueblos, y dijo que fuese cual fuese el presidente de su país, los hondureños ya no la abandonarían. Recordó que los médicos cubanos que llegaron en 1998, después del Mitch --mucho antes de la victoria electoral de Zelaya--, fueron expulsados de Honduras al año siguiente, y que la presión popular los había llevado de vuelta. Rodas agradeció la solidaridad de los gobiernos latinoamericanos, en particular la del ALBA, frente al golpe de estado, y reiteró la imposibilidad de reconocer unas elecciones organizadas por el golpismo. Habló de asesinatos y desapariciones ocurridas en este período de oscuridad institucional y advirtió que el ministro de la policía elegido por Lobo es uno de los más connotados represores históricos del país. En el acto de clausura, Patricia, emocionada con la interpretación segundos antes de la Bayamesa --en la voz de Omara Portuondo--, inició sus palabras con una de sus estrofas (y un sí enfático): "sí, sentimos de la Patria el grito".
Eso ocurrió ayer. La emoción de verla y de escucharla, se opone hoy a la indignación que provocan las palabras del escritor Manuel Díaz Martínez, ex militante del PSP (Partido Comunista antes de la Revolución), ex militante del Partido Comunista de la Revolución y actual militante de la contrarrevolución, desde las páginas náufragas de Cubaencuentro: "Los hondureños deben gratitud al señor Micheletti y a las instituciones que libraron al país del golpe de Estado castrochavista".

Sobre el Granmy, Omara, Chucho y la Cumbre.

Un título largo para unas breves palabras. Hace unos días supe que Omara Portuondo y Chucho Valdés --dos artistas extraordinarios, de los que me considero fan--, actuarían en la clausura de la Cumbre del ALBA. Mi primera impresión fue que los habían seleccionado por haber obtenido recientemente el premio Granmy Latino, y rechacé la decisión. Pensé que estábamos validando un premio que como tal es merecido, pero que constituye la expresión de un esfuerzo de conducción mercantil y cultural del imperialismo en el continente. ¿Por qué precisamente la industria estadounidense del disco debe validar lo que sirve y lo que no en América Latina? Para ser los monstruos musicales que son, ni Chucho, ni Omara, ni Van Van, ni Pablito Milanés, ni nadie necesita de los Granmy. Como tampoco ninguna película cubana necesita de una nominación al Oscar para ser una obra de arte. De la producción de Titón, no es precisamente Fresa y Chocolate --aún siendo una excelente película--, la mejor obra. Bien, tampoco estoy contra la participación en esos certámenes, no se me interprete mal. Lo que quiero decir es que no son más importantes (artísticamente) que los premios Coral o que los del Cubadisco. Ahora debo añadir que me equivoqué: Chucho al piano y Omara, con su peculiar voz y su personalísma forma de decir, se revelaron como idóneos intérpretes de la unidad latinoamericana. Porque son nuestros, porque nos representan, porque la cultura de este continente --Nuestra América--, es revolucionaria.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Mensaje de Fidel al Presidente de la República Bolivariana de Venezuela.

Querido Hugo:
Hoy se cumplen 15 años de nuestro encuentro en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el 14 de diciembre de 1994. La noche antes te había esperado en la escalerilla del avión que te trajo a Cuba.
Conocía de tu levantamiento en armas contra el gobierno pro yanki de Venezuela. A Cuba habían llegado noticias de tus ideas cuando guardabas prisión, y al igual que nosotros, te consagrabas a la profundización del pensamiento revolucionario que te llevó al levantamiento del 4 de febrero de 1992.
En el Aula Magna, de forma espontánea y transparente, vertiste las ideas bolivarianas que llevabas dentro, y te condujeron, en las condiciones específicas de tu país y de nuestra época, a la lucha por la independencia de Venezuela contra la tiranía del imperio. Después del esfuerzo de Bolívar y demás colosos que llenos de sueños lucharon contra el yugo colonial español, la independencia de Venezuela era solo ridícula apariencia.
Ningún minuto de la historia es igual a otro; ninguna idea o acontecimiento humano puede ser juzgado fuera de su propia época. Tanto tú, como yo, partimos de conceptos que fueron evolucionando a lo largo de milenios, pero tienen mucho de común con la historia lejana o reciente en la que la división de la sociedad en amos y esclavos, explotadores y explotados, opresores y oprimidos fue siempre antipática y odiosa. En la época actual constituye la mayor vergüenza y la principal causa de la infelicidad y el sufrimiento de los seres humanos.
Cuando la productividad del trabajo, apoyada hoy en la tecnología y la ciencia, se multiplicó por decenas y en algunos aspectos cientos y hasta miles de veces, tales y tan injustas diferencias debían desaparecer.
Tú, yo y con nosotros millones de venezolanos y cubanos compartimos esas ideas.
Tú partiste de los principios cristianos que te inculcaron y un carácter rebelde; yo, de las ideas de Marx y un carácter también rebelde.
Hay principios éticos universalmente admitidos que son válidos tanto para un cristiano, como para un marxista.
Desde ese punto de partida, las ideas revolucionarias se enriquecen constantemente con el estudio y la experiencia.
Es conveniente señalar que nuestra sincera y revolucionaria amistad surge cuando tú no eras Presidente de Venezuela. Nunca te solicité nada. Cuando el movimiento bolivariano obtiene la victoria en las elecciones de 1999, el petróleo valía menos de 10 dólares el barril. Lo recuerdo bien porque me invitaste a tu toma de posesión.
El apoyo tuyo a Cuba fue espontáneo, como lo fue siempre nuestra cooperación con el hermano pueblo de Venezuela.
En pleno Período Especial, cuando la URSS se derrumbó, el imperio endureció su brutal bloqueo contra nuestro pueblo. En un momento determinado los precios del combustible se elevaron y nuestros suministros se dificultaban. Tú garantizaste el abastecimiento comercial seguro y estable a nuestro país.
No podemos olvidar que después del golpe político contra la Revolución Bolivariana en abril del 2002, y tu brillante victoria frente al golpe petrolero a fines de ese mismo año, los precios se elevaron por encima de 60 dólares el barril, nos ofreciste entonces suministro de combustible y facilidades de pago. Bush era ya Presidente de Estados Unidos y fue el autor de aquellas ilegales y traidoras acciones contra el pueblo de Venezuela.
Recuerdo cuánto te indignó que exigiera mi salida de México como condición para aterrizar en ese sufrido país, donde tú y yo asistíamos a una conferencia internacional de Naciones Unidas en la que también él debía participar.
A la Revolución Bolivariana no le perdonarán nunca su apoyo a Cuba cuando el imperio imaginó que nuestro pueblo, después de casi medio siglo de resistencia heroica, caería de nuevo en sus manos. En Miami, la contrarrevolución reclamaba tres días de licencia para matar revolucionarios, tan pronto se instaurara el gobierno de transición en Cuba que Bush exigía.
Han transcurrido 10 años de ejemplar y fructífera cooperación entre Venezuela y Cuba. El ALBA nació en ese período. Había fracasado el ALCA -promovido por Estados Unidos- pero el imperio está de nuevo a la ofensiva.
El golpe de Estado en Honduras y el establecimiento de siete bases militares en Colombia, son hechos recientes ocurridos con posterioridad a la toma de posesión del nuevo Presidente de Estados Unidos. Su predecesor había restablecido ya la IV Flota, medio siglo después de finalizada la última contienda mundial y no existía ni Guerra Fría, ni la Unión Soviética. Son obvias las intenciones reales del imperio, esta vez, bajo la sonrisa amable y el rostro afroamericano de Barack Obama.
Daniel Ortega explicó ayer cómo el golpe en Honduras determinó el debilitamiento y la conducta de los miembros del Sistema de la Integración Centroamericana.
El imperio moviliza tras si a las fuerzas derechistas de América Latina para golpear a Venezuela, y con ella, a los Estados del ALBA. Si de nuevo se apodera de los cuantiosos recursos petroleros y gasíferos de la Patria de Bolívar, los países del Caribe anglófono y otros de Centroamérica perderán las generosas condiciones de suministro que hoy le ofrece la Venezuela revolucionaria.
Hace unos días, después del discurso pronunciado por el presidente Barack Obama, en la escuela militar de West Point, para anunciar el envío de 30 mil soldados a la guerra de Afganistán, escribí una Reflexión en la que calificaba de acto cínico aceptar el Premio Nobel de la Paz cuando ya había adoptado esa decisión.
El pasado 10 de diciembre, al pronunciar en Oslo el discurso de aceptación, hizo afirmaciones que constituyen un ejemplo de la lógica y el pensamiento imperialista. “…soy responsable por desplegar a miles de jóvenes a pelear en un país distante. Algunos matarán. A otros los matarán.”, afirmó, tratando de presentar como una “guerra justa” la brutal carnicería que lleva a cabo en aquel distante país, donde la mayoría de los que perecen, son pobladores indefensos de las aldeas donde estallan las bombas lanzadas por aviones no tripulados.
Después de esas frases, pronunciadas entre las primeras, dedica más de 4 600 palabras a presentar su carnicería de civiles como guerra justa. ”En las guerras de hoy -afirmó- mueren muchos más civiles que soldados”.
Sobrepasan el millón de civiles no combatientes que han muerto ya en Iraq y Afganistán y en la frontera de Pakistán.
En ese mismo discurso elogia a Nixon y a Reagan, como personajes ilustres, sin detenerse a recordar que uno lanzó más de un millón de toneladas de bombas sobre Vietnam, y el otro hizo estallar por medios electrónicos el gasoducto de Siberia bajo la apariencia de un accidente. Fue tan fuerte y destructiva la explosión que los equipos monitores de las pruebas nucleares lo registraron.
El discurso pronunciado en Oslo se diferencia del de West Point, porque el pronunciado en la academia militar estaba mejor elaborado y declamado. En el de la capital Noruega, el rostro del orador expresaba la conciencia de la falsedad de sus palabras.
Tampoco el momento y las circunstancias eran iguales. Oslo, se ubica en las proximidades de Copenhague. En este punto, tiene lugar la importantísima Conferencia sobre el Cambio Climático, donde sé que tú y Evo piensan asistir. En aquel lugar se libra en estos momentos la batalla política más importante de la historia humana. Allí se puede apreciar en toda su magnitud, cuánto daño ha ocasionado el capitalismo desarrollado a la humanidad. Hoy, ésta debe luchar desesperadamente no solo por la justicia, sino también por la supervivencia de la especie.
Seguí de cerca la reunión del ALBA. Los felicito a todos. Disfruté mucho al ver tantos y tan queridos amigos elaborando ideas y luchando unidos. Los felicito a todos.
¡Hasta la victoria siempre!
Un fuerte abrazo
Fidel Castro Ruz