En Cárdenas, la historia de Cuba se llena de nombres, de episodios, y uno siente que desborda los museos privilegiados de la ciudad. No se trata solo de los poetas o de los mártires que nacieron allí. Cárdenas es como el epicentro de un huracán humano: todo lo recoge y guarda, todo lo mima. Ya sea porque tiene uno de los museos más espectaculares que yo haya visitado en Cuba –el Oscar María de Rojas–, poseedor de objetos impensables por esos lares, que lo mismo conciernen a la historia o la antropología, que a la historia natural. Allí encontré, por ejemplo, el reloj y el anuncio originales del periódico Patria y la mesa sobre la que se firmaron las bases del Partido Revolucionario Cubano, o la tribuna desde la cual Martí hablara a los tabaqueros de Key West; pero también objetos personales de Gertrudis Gómez de Avellaneda, que vivió en la ciudad, y de Estrada Palma y de Maceo y muchos otros generales de la guerra de independencia; o la puerta terrible del calabozo donde esperó la muerte el poeta Juan Clemente Zenea. En Cárdenas, en la casa donde nació José Antonio Echeverría está el Museo de la Clandestinidad, y en ella se guardan reliquias pertenecientes a los independentistas del siglo XX. Por último, está el Museo de la Batalla de Ideas, que parte del rescate al niño Elián, pero que guarda también fotos y pertenencias de los Cinco héroes cubanos presos en cárceles estadounidenses.
Cartera de mano de Marta Abreu de Estévez (1845 - 1909), insigne villaclareña
Escribanía que perteneció a Estrada Palma
Autógrafo de Gertrudis Gómez de Avellaneda
Detalle del Museo Oscar M. de Rojas
Puerta del calabozo donde pasó sus días finales el poeta Juan Clemente Zenea
Oficina del periódico Patria, órgano del Partido Revolucionario Cubano, que dirigió y redactó José Martí casi completamente.
Tribuna desde la que habló José Martí
Mesa donde se firmaron las bases del Partido Revolucionario Cubano fundado por José Martí
Sala de la casa natal (Museo) de José Antonio Echeverría
José Antonio y su novia
Autógrafo de Fidel en el Museo de la Batalla de Ideas. "La batalla de ideas no puede perderse, ni se perderá. La especie humana depende de ella", escribió.
"Pequeño capitán de la tristeza, / meditativo infante, / qué distancia se apodera de ti, / qué extraña fuerza en tu fragilidad te pone al frente, / víctima, testigo, juez y veredicto, / estandarte de un pueblo sólo armado de indignación y de canciones! / Quisiera ingresar en el banco de la inocencia que escapa indetenible de tus ojos. / Nos han unido para siempre. / No saben lo que han hecho".
(Poema de Cintio Vitier)
Fidel en La Edad de Oro: "Para Elián, el mejor libro que se ha escrito para un niño, con el más ferviente deseo de que en cuarto o en quinto grado pueda comenzar a conocer y comprender a ese hombre tan extraodinario que fue José Martí. Cariñosamente"
Un niño que lanza bien lejos una figurilla de Superman que sostiene en su mano izquierda
(Escultura de Andrés
René, uno de los Cinco héroes cubanos, combatiente en Angola
Fernando, otro de los Cinco, combatiente en Angola
Gerardo, el héroe, en Angola
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