Victoria del cubano Roniel Iglesias sobre el ucraniano Denys Berinchyk. Cuarta medalla de oro de la delegación cubana. El cubano y el ucraniano se abrazaron sobre el ring e intercambiaron algunas palabras y risas. En la segunda foto, el cubano parece decirle: ¿qué clase de pelado es ese, socio? El pelado del ucraniano imita el estilo de los antiguos pobladores de su nación. Kíev es la más antigua de las capitales eslavas, y fue el centro de la antigua Rus, que incluía los actuales territorios de Rusia y Belorus.
Esta mujer se llama Betty Heidler y había sido recordista mundial. Recuerde su nombre, no tanto por la insólita injusticia de los jueces de no recoger su mejor lanzamiento del martillo, que la ubicaba en el medallero olímpico, sino por su "flema alemana", que la hizo explicar pacientemente a los árbitros que acababa de lanzar por encima de los 76 metros y no aparecía su registro, e incluso por aceptar en principio la descabellada solución de repetir su comparecencia. Me decía mi hermano, "¡si esto le pasa a nuestra Yipsi, va con el martillo en la mano a ver a los jueces!" Pero finalmente se le reconoció el disparo de manera virtual y se fue con medalla de bronce.
Bueno, este es nuestro José Antonio Guerra. Impecable, preciso. Su quinto lugar en la plataforma de 10 metros sabe a gloria.
Y estos, los jamaicanos, los corredores extraterrestres, con su nueva marca mundial, en el 4 x 100.
El peligroso ejemplo de Cuba
Hace 21 horas
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