No ha muerto, se hace el muerto. Abdica, para que sus "ocupaciones" estatales en tiempos de crisis no interfieran con sus habituales zafaris africanos y se hable menos de la corrupción de su yerno, es decir, de la Infanta. Pero no abdica a favor de su pueblo, quien debiera ser soberano de sí, sino a favor de su hijo. La oligarquía española, que tan bien se lleva con la monarquía, aunque pretende dar clases de democracia en sus ex colonias, dice que los que protestan y reclaman la República que Franco y Juan Carlos se robaron, son una exigua minoría. El pueblo ha salido a las calles. En Castilla, en Cataluña, en el País Vasco. Aquí van algunas fotos. El Rey se hace el muerto, ¡viva la III República!
El peligroso ejemplo de Cuba
Hace 21 horas
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