España: pitos y abucheos para Carromero en su centro de trabajo

Madrid – Representantes de todos los sindicatos (CCOO, UGT, CGT, USO etcétera) esperaron al asesor municipal del Ayuntamiento de Madrid y miembro de las Nuevas Generaciones del PP, Ángel Carromero, a la puerta de uno de los edificios donde trabaja con pancartas contra él y lo recibieron con abucheos. Carromero, que está régimen de semilibertad tras ser condenado a cuatro años de cárcel en Cuba por la muerte de dos disidentes cubanos en un accidente de tráfico, se incorporó a su puesto en la Junta de Distrito municipal de Moratalaz la semana pasada.
A los pocos días, sus compañeros de trabajo remitieron una carta a la alcaldesa, Ana Botella, en la que criticaban que “la rápida concesión del tercer grado penitenciario a Carromero y su inminente vuelta a su puesto de trabajo no es una buena idea, dada la situación actual de los trabajadores municipales, que están sufriendo todos los recortes y la pérdida de puestos de trabajo”. Para evitar situaciones tensas, la alcaldesa decidió trasladar a Carromero a otro edifico municipal ubicado en la Avenida del Mediterráneo, sin embargo, Carromero aún acude a su antiguo edificio, donde se ha producido la protesta, para realizar gestiones.
A la entrada de su nuevo centro de trabajo, los sindicalistas han desplegado varias pancartas en las que se exigía “menos directivos y más trabajadores”  así como de criticaba “el despilfarro municipal” a la vez que se pedía “más servicios públicos de calidad”. En otra de las pancartas se podía leer “represión brutal a ciudadanos y presos del PP privilegiados”.
En el texto de los trabajadores de la Junta de Distrito de Moratalaz, con los que ya no tiene que compartir techo, se aseguraba “la ausencia de Carromero como consejero técnico no ha supuesto ningún problema para el funcionamiento de la Junta, mientras se crean conflictos por la falta de trabajadores en la mayoría de los centros municipales del distrito”. Los empleados municipales también denunciaban una “discriminación clara entre Carromero y la plantilla municipal, así como con otros presos