Me salté el jueves, porque estoy en el cierre del último número del año de La Calle. Cada parto mensual nos deja exhautos pero felices: lo perfecto, repetía mi padre, es enemigo de lo bueno. Hoy visité a mis amigos de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), almorcé con ellos, porque el domingo se cumplen 87 años de que fuese fundada la organización... Y ese día festejaremos en un trabajo voluntario. Esta semana ha sido intensa: Cumbre del ALBA, sesiones de la Asamblea Nacional, encuentro de jóvenes intelectuales de América Latina en Casa de las Américas ("Casa tomada", se llamó el evento). Y yo con mis cierres agónicos.
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