lunes, 25 de abril de 2016

Carta del Embajador cubano al diario-empresa `El País´

Estimado director de El País:
He guardado silencio ante las reiteradas manipulaciones en días pasados sobre mi país que acumula su "diario-empresa". Uno podría preguntarse, con ironía o sin ella, si hemos perdido la oportunidad de resolver los complejos problemas que enfrentamos en Cuba al no disponer de los consejos de El País para solucionarlos.
"Retórica y realidad" fue el título escogido para el editorial de su diario sobre Cuba del pasado 18 de abril, cuando la retórica y la realidad de ese medio no lo hacen uno de comunicación y sí una empresa que se preocupa más por pagar sus deudas y mantenerse a flote, que por informar a sus lectores. ¿En qué oscuro lugar de la redacción de su "fábrica" ustedes determinan lo que desean los cubanos y "un marco económico realista" para Cuba? ¿Será que "realista" significa despedir a empleados públicos, disminuir renta básica, privatizarlo todo; dejar que el 1% que controla la mayoría de los ingresos mundiales y el crimen organizado, también controle los destinos de mi país como los fondos buitres controlan las empresas Prisa y El País?
Realidad es que Cuba a pesar de que se mantienen las sanciones de los EEUU que constituyen un auténtico bloqueo económico, comercial y financiero, es uno de los 44 países con alto índice de desarrollo humano, el primero que eliminó la desnutrición infantil en América Latina; el 28 país más saludable del mundo según el Foro de Davos; el segundo mejor país de su continente para ser madre y el quinto en la región como buen gobierno, de acuerdo a Transparency International; es el mío, el país que dedica mayor porcentaje de su PIB a la educación y el segundo con la menor tasa de homicidios per cápita de su continente.
Entiendo ahora la libertad creativa de su editorialista: su empresa es pura retórica.
Saludos,
Eugenio Martínez Enríquez
Embajador de Cuba ante el Reino de España

domingo, 24 de abril de 2016

Crisis moral

Alberto Híjar Serrano
Un memorioso Compañero del Alma como llamara Miguel Hernández a Ramón Sijé, remite una crónica de Playa Girón, la primera derrota militar del imperialismo yanqui en América. Poco más de setenta horas fueron suficientes para derrotar la invasión montada en cinco buques cargueros y precedida por el bombardeo de aeropuertos para garantizar el dominio del aire. Más de cinco mil mercenarios, cubanos de origen algunos de ellos, fueron derrotados y más de mil fueron capturados y canjeados por alimentos y medicinas, de modo que el 17 de abril de 1961, los combatientes civiles y profesionales de Cuba se dispusieron a seguir el juicio de los prisioneros. La foto de Fidel saltando desde la torreta de un tanque es aún emblemática por lo que tiene de ejemplo comunista en disposición de combate reiterada ahora en el discurso de clausura del VII Congreso del Partido Comunista Cubano. Reivindicar la militancia comunista, vence la maledicencia y comprueba su actualidad en situación de alerta roja mundial ante los excesos del capitalismo depredador.
El filosofo argentino León Rozitchner dedicó sus últimos años a desarrollar la psicología como recurso reflexivo de las conductas, trabajo que inició con Moral burguesa y Revolución editado en Buenos Aires en 1963 y en 1969. En la Introducción plantea la necesidad de “enfrentar las concepciones morales de la burguesía con la ética de la Revolución” y precisa el sustento a partir de las declaraciones de los mercenarios en el dialogo con periodistas y miembros del gobierno revolucionario para “mostrar que la reflexión filosófica, sobretodo si es reflexión ética, debe ponerse a prueba en el análisis de situaciones vividas en las cuales los hombres asumen la mayor de sus responsabilidades históricas”. El lugar que los idealismos otorgan a sustancias como El Hombre y Los Valores, es así sustituido como revelación ideológica. Predomina la urgencia de exculpación que va desde la declaración del cura que sólo pretendía asistencia espiritual, al hombre de negocios que no sabe de política, a la del joven rico y fiestero desconocedor de Cuba pero creyente en la Libertad. Todos procuran reconocer su equivocación mercenaria con tal de salvarse. Se asumen como “totalidad abstracta” de “cristianos católicos en su totalidad” por encima de los intereses concretos que darían lugar a la crisis del gobierno de Kennedy comprometido con la ineficiente CIA con la que siguió planeando la falsa liberación de Cuba con la inclusión de más de 300 atentados contra Fidel: envenenamientos, accidentes, atentados, todo fallido.
La composición profesional de la Brigada de Asalto sintetiza “la estructura del poder de la burguesía: el religioso, el hombre de la libre empresa, el militar, el torturador, el diletante, el filósofo racionalista, el político y los hijos de buenas familias”, todos en una división del trabajo de modo que “la verdad del asesino está en el grupo” para disminuir la culpa individual con todo y proclamas de “formalismo democrático” al encuentro con “la moral burguesa internacional” con todo y la OEA. Un Apéndice con declaraciones de los gobiernos de Estados Unidos, Guatemala, Nicaragua, Venezuela, Argentina, Uruguay, Colombia y Chile, reiteran su creencia ciega en la verdad del gobierno de Estados Unidos y por supuesto, de la mentira del gobierno cubano cuyo triunfo histórico les resulta insoportable. El libro de 187 páginas es de plena actualidad a raíz de la puesta en escena de las disculpas por la tortura de una victima de militares y policías castigados por “desobedecer órdenes” y ya, lo cual debiera abrir la discusión sobre la cadena de mando y las responsabilidades regidas por el principio militar de que las órdenes no se discuten, se acatan y se cumplen. Los pasos del montaje dramático, empezaron con la filtración del acto de tortura filmado, siguió su difusión televisual acompañada de comentarios indignados de los conductores de noticieros desinformativos con un orden del discurso para exaltar las glorias del gobierno de Peña a la par de reproducir las declaraciones indignadas como prueba de libertad de expresión para culminar con la declaración del Secretario de la Defensa Nacional ante uniformados con traje de combate a lo que siguió la disculpa del responsable de derechos humanos de la Secretaría de Gobernación hasta llegar a las declaraciones sesgadas del Presidente de la República proclamando el castigo a los culpables. Así, todo resulta incidente pasajero, individualizado y sujeto a leyes.
Pero las organizaciones defensoras de los derechos humanos, los críticos del Estado y hasta la candidata en campaña Hillary Clinton, denuncian la práctica sistemática de la tortura y la violación de los derechos humanos en México. Todo se complica con los dictámenes sobre los 43 y la declaración oficial de que se cumplió el plazo de las investigaciones fuera del control del Gobierno que exige la salida de los peritos internacionales sometidos a campaña de desprestigio al igual que algunos padres y el abogado de los familiares de los desaparecidos. Asombra que los efectos de estas campañas no afecten las solidaridades por la justicia y la aparición vivos de los 43 disminuidos por el único cadáver identificado en el basurero de Cocula.
Carlos Fazio, puntual crítico de todo esto, responde con un libro dedicado al Estado de excepción vigente y las leyes sobre la suspensión de garantías ante situaciones graves y de prohibición de manifestaciones contestatarias, las dos en proceso de aprobación por diputados, senadores y la Suprema Corte de Justicia. Una vez más queda claro el afán legalista del Estado opuesto a la justicia. Las masacres constantes, las fosas clandestinas, los asesinatos, los secuestros y persecuciones de dirigentes sociales, la implacable injusticia contra los presos políticos y el fuero militar a toda costa para impedir la inspección del 27 Batallón de Iguala y el interrogatorio directo de los militares participantes en el operativo del 26 al 27 de septiembre de 2014, son pruebas materiales. El encuentro de familiares de presos y desaparecidos políticos en Olinalá, la reunión de la Organización Nacional del Poder Popular, el mantenimiento del Antimonumento a los 43 entre los días 22 y 24 de abril, organizan y preparan no sólo las actividades del próximo día 26, sino consolidan la organización para el largo plazo con claridad ética de crítica práctica de las ideologías burguesas contra los derechos históricos de los mexicanos.

martes, 19 de abril de 2016

Fidel le habla a los comunistas cubanos

Discurso del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, en la clausura del 7mo Congreso.
Constituye un esfuerzo sobrehumano dirigir cualquier pueblo en tiempos de crisis. Sin ellos, los cambios serían imposibles. En una reunión como esta, en la que se congregan más de mil representantes escogidos por el propio pueblo revolucionario, que en ellos delegó su autoridad, significa para todos el honor más grande que han recibido en la vida, a este se suma el privilegio de ser revolucionario que es fruto de nuestra propia conciencia.
¿Por qué me hice socialista, más claramente, por qué me convertí en comunista? Esa palabra que expresa el concepto más distorsionado y calumniado de la historia por parte de aquellos que tuvieron el privilegio de explotar a los pobres, despojados desde que fueron privados de todos los bienes materiales que proveen el trabajo, el talento y la energía humana. Desde cuándo el hombre vive en ese dilema, a lo largo del tiempo sin límite. Sé que ustedes no necesitan esta explicación pero sí tal vez algunos oyentes.
Simplemente hablo para que se comprenda mejor que no soy ignorante, extremista, ni ciego, ni adquirí mi ideología por mi propia cuenta estudiando economía.
No tuve preceptor cuando era un estudiante de leyes y ciencias políticas, en las que aquella tiene un gran peso. Desde luego que entonces tenía alrededor de 20 años y era aficionado al deporte y a escalar montañas. Sin preceptor que me ayudara en el estudio del marxismo-leninismo; no era más que un teórico y, desde luego, tenía una confianza total en la Unión Soviética. La obra de Lenin ultrajada tras 70 años de Revolución. ¡Que lección histórica! Se puede afirmar que no deberán transcurrir otros 70 años para que ocurra otro acontecimiento como la Revolución Rusa, para que la humanidad tenga otro ejemplo de una grandiosa Revolución Social que significó un enorme paso en la lucha contra el colonialismo y su inseparable compañero, el imperialismo.
Quizás, sin embargo, el peligro mayor que hoy se cierne sobre la tierra deriva del poder destructivo del armamento moderno que podría socavar la paz del planeta y hacer imposible la vida humana sobre la superficie terrestre.
Desaparecería la especie como desaparecieron los dinosaurios, tal vez habría tiempo para nuevas formas de vida inteligente o tal vez el calor del sol crezca hasta fundir todos los planetas del sistema solar y sus satélites, como gran número de científicos reconocen. De ser ciertas las teorías de varios de ellos, las cuales los legos no ignoramos, el hombre práctico debe conocer más y adaptarse a la realidad. Si la especie sobrevive un espacio de tiempo mucho mayor las futuras generaciones conocerán mucho más que nosotros, aunque primero tendrán que resolver un gran problema. ¿Cómo alimentar los miles de millones de seres humanos cuyas realidades chocarían irremisiblemente con los límites de agua potable y recursos naturales que necesitan?
Algunos o tal vez muchos de ustedes se pregunten dónde está la política en este discurso. Créanme que me apena decirlo, pero la política está aquí en estas moderadas palabras. Ojalá muchos seres humanos nos preocupemos por estas realidades y no sigamos como en los tiempos de Adán y Eva comiendo manzanas prohibidas. ¿Quién va a alimentar a los pueblos sedientos de África sin tecnologías a su alcance, ni lluvias, ni embalses, ni más depósitos subterráneos que los cubiertos por arenas? Veremos que dicen los gobiernos que casi en su totalidad suscribieron los compromisos climáticos.
Hay que martillar constantemente sobre estos temas y no quiero extenderme más allá de lo imprescindible.
Pronto deberé cumplir 90 años, nunca se me habría ocurrido tal idea y nunca fue fruto de un esfuerzo, fue capricho del azar. Pronto seré ya como todos los demás. A todos nos llegará nuestro turno, pero quedarán las ideas de los comunistas cubanos como prueba de que en este planeta, si se trabaja con fervor y dignidad, se pueden producir los bienes materiales y culturales que los seres humanos necesitan, y debemos luchar sin tregua para obtenerlos. A nuestros hermanos de América Latina y del mundo debemos trasmitirles que el pueblo cubano vencerá.
Tal vez sea de las últimas veces que hable en esta sala. He votado por todos los candidatos sometidos a consulta por el Congreso y agradezco la invitación y el honor de escucharme. Los felicito a todos, y en primer lugar, al compañero Raúl Castro por su magnífico esfuerzo.
Emprenderemos la marcha y perfeccionaremos lo que debamos perfeccionar, con lealtad meridiana y la fuerza unida, como Martí, Maceo y Gómez, en marcha indetenible.

    Fidel Castro Ruz
    Abril 19 de 2016
    Al cierre del Séptimo
    Congreso del Partido