Enrique Ubieta Gómez
No pudo Diana. Una tormenta, fuertes vientos, y otra vez, las medusas, se interpusieron en su esfuerzo colosal. Esa mujer de 62 años –cumple 63 mañana miércoles–, llevaba 62 horas en el agua. Era su cuarto intento. No sé si vuelva a intentarlo, no es joven pero vive, y su vida tiene un sentido. "La única alegría en el mundo es comenzar. Es hermoso vivir porque vivir es comenzar, siempre, a cada instante", decía Cesare Pavese. Sí pudo Diana. Saltó al agua y comenzó a bracear, decidida. No recordó su edad, ni las medusas que se interpusieron antes, enfrentó una tormenta, peleó con los fuertes vientos, puso su corazón en juego. Claro que pudo, el éxito no estaba en llegar, sino en volver a empezar.
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