Yuliat Danay Acosta y Enrique
Ubieta Gómez
Foto: Enrique Ubieta Gómez
Ahora estás tranquilo aquí con la cantante Diana Fuentes, tu esposa, que es cubana. ¿Cómo convive un portorriqueño con una cubana?, ¿cómo es el entendimiento cultural?
Hay muchas cosas similares, y yo se lo he adjudicado a la cuestión de ser isleños. A nosotros como isleños nos rodea agua. Por más pequeños que seamos –y Puerto Rico yo creo que cabe como cincuenta veces en el espacio de Cuba–, siempre pensamos que somos un continente, que somos lo más grande. Todo es lejos para nosotros, yo creo que para ustedes también. Creo que nos parecemos. El tema del clima, la gente también, que es súper chévere, la forma de bregar. Imagínate, en otros países tú dejas el refrigerador abierto, que se le salga el aire y no pasa nada. No, nosotros enseguida decimos: ciérralo rápido, que se va el aire y se jode. Son creencias culturales como esas las que nos hacen parecidos.
En Puerto Rico existen, por supuesto. No sé si nos distancian tanto, porque de alguna manera aquí llegan esas influencias norteamericanas por la música y los vídeos. Nosotros, obviamente, tenemos un poquito más, porque de repente prendes el televisor y está MTV bombardeándote de información, pero yo creo que todo el mundo está expuesto a eso. Vas a España y ves un concierto de música norteamericana. En Puerto Rico eso es lo que más abunda, como colonia que somos, no tenemos otras posibilidades. Yo estaba hablando con Diana de lo complicado que es para Puerto Rico la condición de colonia, porque ahora mismo, en la CELAC nosotros no teníamos representación como país latinoamericano. Yo me siento latinoamericano, yo hablo español, yo tengo la influencia del tambor igual que la tienen ustedes, con otra vuelta, con otra onda, pero está ahí. Yo me siento más cerca de abajo que de ningún otro lugar. Entonces tampoco tenemos representación en el Congreso de los Estados Unidos porque somos un territorio no afiliado, somos una finca, una finquita ahí… tierra de nadie.
¿Cuál debiera ser la solución?
Yo pienso que deberíamos tener la independencia. Es algo para lo que la educación es súper importante. En Puerto Rico hay que invertir en la educación, hay que meterle a eso. La mayoría no ve la independencia como una opción. De alguna manera uno se siente abandonado. No somos parte de ningún gremio latinoamericano, pero tampoco en los Estados Unidos te quieren. Uno se siente como que nadie te quiere.
Siempre me he sentido súper bien aquí. Es que la familia es importante. La que me adoptó ahora es tremenda, son buenísimos. Y mi esposa brilla de otra manera cuando está en su tierra. Nosotros estamos en constante movimiento todo el tiempo, pero no hay un lugar donde ella brille más que aquí. Para nosotros es súper importante mantener el vínculo acá y mantener todo lo que ella ha vivido y su vida futura también. Y cuando tengamos hijos también queremos mantener todo eso. Además de que siempre la historia para mí ha sido como algo supremo. Y la de Cuba me ha parecido fascinante. Puerto Rico y Cuba anduvieron de forma paralela en la historia; es como si separasen a dos hermanos y a uno lo pusieran en un lugar y al otro en otro.
Ya lo dijo Lola Rodríguez de Tió: “Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas”.
Sí, Lola Rodríguez. La gente dice que la frase es de Martí, pero no es de Martí. Lola Rodríguez fue una portorriqueña que está enterrada aquí en Cuba. Ella dijo que no quería que la enterraran en Puerto Rico, porque quería estar enterrada en tierra libre. Puerto Rico y Cuba siempre fueron dos hermanitos creciendo juntos, hasta que al final uno agarró para un lado y otro para otro. Estaría bueno hacer un programa de televisión de estos donde se reencuentra a la familia, y que Puerto Rico y Cuba sean la primera emisión. En mi país hay mucha desinformación, hay mucha gente que ha perdido la educación. En la escuela de allá no se enseña Historia Latinoamericana. Creo que la comunicación entre los latinoamericanos es muy importante, podemos aprovechar mejor los valiosos recursos que tenemos. Puerto Rico pudiese ser de los más beneficiados con eso, de que se unan y de alguna manera nos sirvan de apoyo, porque la verdad es que no tenemos ninguna ayuda. Hace unos meses atrás la presidente de Argentina dijo que la única colonia en Latinoamérica eran las islas Malvinas, o sea, desconocía que Puerto Rico también es una colonia. Quizás, si hubiera habido una Latinoamérica unida, ella no se hubiera confundido de esa manera.
¿Cuánto ha aportado Diana a tu manera de ver la música?
Diana me ha acercado a la música. Imagínate, compartir con la persona que amas también la música, que es algo con lo que yo siempre fui súper celoso. A ella le regalé todo, le regalé mi vida entera, le regalé la música, y entonces eso me ha acercado más a la música. Ella respeta la música tanto como yo. Entonces se convirtió en eso, en entender más la música y en entenderla a ella que es música viva. Para hacer este disco pasamos tanto tiempo juntos, que de alguna manera ella sabe en lo que yo estoy, cuando escucho algo. Yo sé que ella entiende lo que yo estoy tratando de lograr, y lo que estoy pensando. Es otra forma de comunicarnos.
¿Cómo es Eduardo Cabra?
Un tipo tranquilo que cuando está molesto no se le nota. Me gustan las cosas sencillas, no complicarme la vida, ni complicársela a la gente tampoco. Me gusta también luchar por las cosas, aunque no sean reconocidas, hacer boberías y hacerme la idea de que en algún momento en la historia serán reconocidas, aunque al final me da igual.
¿Qué mensaje enviarías a los músicos de América Latina?
Que la música de verdad, la música que sale del corazón y que se está haciendo sin ningún interés al final triunfa sola, aunque tome cinco años, diez años, veinte años, treinta años, cuarenta años… eso solo va a salir para arriba. Pero si tú estás pensando en la música como un medio para lograr algo y te desgastas en pensar en cosas que no son importantes, si estas pensando desde el principio en el dinero, no brother, puede que tengas un golpe de suerte y en un momento te vaya bien, pero eso no va a durar para siempre. Yo como compositor me imagino haciendo música hasta que me muera, esa es mi meta, que lo que esté haciendo ahora también sea motivo para que cuando yo sea viejo me sienta orgulloso de lo que hice, que cuando yo sea viejo pueda tocar mi propios temas y curarme. Yo creo que de eso se trata la música.
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