Ernesto Almaguer
Navegar por Internet se ha convertido en una aventura. Usted puede encontrar lo mismo un pirata del siglo XVI, que entablar combates con Troyanos. También es posible que sea vigilado por un ciber comando especial del imperio, terroristas que ven terrorismo en todas partes. El contacto con toda clase de virus informáticos, gusanos de internet, espías etc., es inevitable. ¿Un consejo?, tenga bien configurado y actualizado su antivirus.
Pero aún con el mejor anti spyware o anti virus no lo resolverá todo, existen otras alimañas en la web, algunos “gusanos” que tratarán de filtrarse e inocularse en la conciencia de los incautos, buscando replicarse, aunque casi siempre terminan contaminados con su propio veneno. ¿Dónde se esconden?, ¡tenga cuidado!, sin duda alguna los encontrará en lo que ellos denominan “la blogosfera alternativa”.
Para el enfermo, es reservado el pronóstico, todo sucede en el cerebro, con daños importantes en el área somato sensorial; se experimenta una pérdida de la sensibilidad humana, olvidando los orígenes, la identidad, renegando el pasado, no pueden discernir entre el mundo real o el virtual, todo se torna oscuro, se vive en penumbras, no existe lo bello, el egoísmo los envuelve… engañan y se engañan ellos mismos, son el estornudo de una gripe mala.
El virus avanza por toda la corteza cerebral, reemplazando códigos morales y éticos, por otros infectados, van dejando una estela de odio y amargura…, la vida pierde sentido entonces. Algunos se vuelven paranoicos, se sienten perseguidos, vigilados, según ellos por decir lo que piensan, ¿curioso no?, en un país donde se sobran los escenarios para discutir, en una tierra donde estudiantes, obreros y campesinos representan al pueblo en el Parlamento.
En la fase de delirio, reconocen que les resulta imposible vencer su condición, se sienten “actores de opinión”, creen que influyen en la gente, se sienten con la verdad en la mano, se autotitulan “cubanos de a pie”, ¡sí, pero con millones en los bolsillos!
No se preocupe, para todo existe un buen antídoto, la razón, los principios, la ética, el respeto a las tradiciones, a los que tanta sangre han derramado para que nuestros niños puedan tener un amanecer feliz.
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