El correo personal que Carlos Alberto Cremata escribiera sobre el recorrido de La Colmenita por los Estados Unidos ha causado escozor en la pandilla de Penúltimos días; los comentarios del editor, con sus diferentes seudónimos, y los de su pequeño staff de comentaristas, destilan el odio de la impotencia. Los insultos en casos como estos, son elogios. Por momentos causan risa, pero constituyen una evidencia más de que estos fascistas de la palabra –los Hernández Busto, los Castillón, los Díaz de Villegas–, acompañarían con gusto a los de las acciones físicas. De esos cubanos debe cuidarse Cuba. (E. U. G.)
UNA FRASE "CÉLEBRE" DE LOS COMENTARIOS (QUE LOS RESUME):
Veroco// nov 12, 2011 at 2:57
Cago en diez cabrón, EHB, qué manera de incendiarme la sangre con esto, más que con una reflexión, más que con Mariela, más que con Fernando Rojas, más que con Silvio… me han dado unos impulsos asesinos como nunca antes. Recoño, incluso me has puesto, emocionalmente hablando, al borde del infanticidio. Entiendo, al menos en parte, cómo debieron sentirse por momentos Posada Carriles y otros como él.
El peligroso ejemplo de Cuba
Hace 11 horas
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