La revista cultural El Caimán Barbudo, acaba de publicar en su edición digital la versión completa de una entrevista que me hizo la periodista Beatriz Rosales durante la presentación de mi libro Cuba: ¿revolución o reforma? en las pasadas Romerías de Mayo de Holguín. Entre preguntas y respuestas, la autora intercala criterios sobre el libro que pueden leerse como artículo. Donde pongo puntos suspensivos va propiamente la entrevista. Para el que quiera leer la entrevista completa dejo el link aquí: Guerra de imaginarios. A vuelo de cóndor
Vea también sobre el mismo tema: Estocada de futuro
Beatriz Rosales Vicente
Aunque habla de literatura, de cine o de movimientos culturales, el libro Cuba: ¿revolución o reforma? de Enrique Ubieta Gómez no es de crítica artística, sino que ofrece una mirada sociocultural en un sentido amplio y un enfoque en torno a la guerra de imaginarios culturales. Tampoco está declarado como un libro de historia, aunque buena parte de las conexiones y análisis que establece partan de un conocimiento exhaustivo de condicionantes y contextos históricos, como los que dan pie a los conceptos de revolución o reforma, sacados de nuestras propias tradiciones históricas. (...)
Los ejemplos y escenarios descritos en el libro
evidencian la extensión del trabajo de campo que exigió el libro, que su autor
nos cuenta conformado a través de textos escritos durante muchos años y
publicados luego, entretejidos sin perder nunca la organicidad temática. Una
organicidad que no se pierde ni siquiera cuando se traslada al Muro de Berlín,
a Miami y la intelectualidad contrarrevolucionaria o a la Avenida de los
Presidentes, en La Habana. Son espacios o contextos históricos que sirven al
lector de ejemplos —motivadores— sobre la guerra de imaginarios y la
alternativa cultural y económica que supone la sociedad socialista frente a la
capitalista.(...)
Del filme Los
dioses rotos
(Ernesto Daranas, 2008), por ejemplo, Ubieta extrae un análisis sobre los
conceptos de modernidad que se aplican a la realidad cubana, en un intento de
emparentar avances y retrocesos con un antes y después del triunfo de la
Revolución Cubana, respectivamente. Pinceladas críticas sobre el filme van
dirigiendo este análisis de forma que la película catapulte a un sentido más
amplio, donde “los dioses” son pretexto o una imagen visual de lo que se
escribe. El autor describe entonces cómo el imaginario cultural se utiliza para
negar a un país —el nuestro— lo que en otros países se acepta o pasa
inadvertido, y tal distinción no es otra cosa que el manejo, desde la cultura,
de intereses económicos, políticos, o ambos. Otras catapultas para Ubieta, como
Los dioses…, es Suite
Habana (Fernando Pérez,
2003), o la novela Los pasos perdidos de Alejo Carpentier,
donde un viaje a raíces y épocas más remotas no significa
necesariamente una pérdida de comodidades y progresos, sino el reconocimiento
de que cada tiempo aporta sus propios valores. (...)
El libro constituye también una especie de mapa, cosa que no se había
hecho antes, del pensamiento intelectual contrarrevolucionario. Y se hace no a
través de terceras interpretaciones, sino de la exposición textual de ese
pensamiento, que no por contrario deja de ser necesario, como la contradicción
al desarrollo, porque a partir de ellos Ubieta analiza los códigos pulsados
para construir una nostalgia de tiempos anteriores a la Revolución. Y esa
nostalgia —fabricada expresamente para los que no la conocieron— es la que adorna
de falsos destellos entrañables a la mafia en Cuba antes del 59, al juego
ilícito y hasta a las más profundas desigualdades sociales. Con un análisis
sociológico y cultural, Ubieta desnuda esas intenciones que subyacen en esa
aparentemente inofensiva nostalgia. (...)
El libro constituye también una especie de mapa, cosa que no se había
hecho antes, del pensamiento intelectual contrarrevolucionario. Y se hace no a
través de terceras interpretaciones, sino de la exposición textual de ese
pensamiento, que no por contrario deja de ser necesario, como la contradicción
al desarrollo, porque a partir de ellos Ubieta analiza los códigos pulsados
para construir una nostalgia de tiempos anteriores a la Revolución. Y esa
nostalgia —fabricada expresamente para los que no la conocieron— es la que adorna
de falsos destellos entrañables a la mafia en Cuba antes del 59, al juego
ilícito y hasta a las más profundas desigualdades sociales. Con un análisis
sociológico y cultural, Ubieta desnuda esas intenciones que subyacen en esa
aparentemente inofensiva nostalgia. (...)
Opiniones de jóvenes cubanos, rockeros, frikis o trabajadores sociales,
ilustran aleatoriamente varios de los ejemplos de esa guerra de imaginarios,
cuya incidencia difumina los límites aparentes entre economía y cultura, y es a
través de esas entrevistas que el autor articula sus análisis. Es de destacar
entonces el énfasis que hace en la juventud y en la defensa de sus rebeldías
naturales, como paso indispensable —aunque no privativo ni único— de su
conversión en verdaderos revolucionarios.
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