martes, 4 de diciembre de 2012

Julieta Venegas, y otros invitados hablan en La Habana sobre los derechos de la mujer

Fotos de Yuliat Danay Acosta
Enrique Ubieta Gómez
La sala principal de la Casa del ALBA en La Habana es espaciosa, pero está hoy literalmente abarrotada. Hay artistas, escritores, periodistas y público en general. En la mesa, la anfitriona Rochy Ameneiro, cantante cubana y promotora cultural. A su lado, la mexicana Julieta Venegas, su amiga. También se encuentran la cineasta estadounidense Catherine Murphy y el escritor Julio César González Pagés, promotor por la igualdad de género y contra el machismo. El panel abordará el controvertido tema de la violencia contra las mujeres y las niñas del mundo y lo que al respecto hace Cuba. Julieta Venegas ha venido a nuestro país como embajadora de buena voluntad de la UNESCO, y abre el diálogo explicando lo que hace en el suyo por los derechos de la mujer y a favor de la lectura en edades tempranas, un proyecto similar al que desarrolla Cuba, aunque de índole personal. Rochy menciona un tipo de violencia poco estudiada: la que invisibiliza a la mujer que no tiene oportunidades de estudio. Y Catherine narra la génesis de su documental sobre las mujeres alfabetizadoras, que hoy son líderes sociales en el país. Pregunta si en el auditorio hay mujeres alfabetizadoras y dos señoras levantan tímidamente la mano. El público aplaude. La actriz Laura de la Uz dice que su grupo Teatro de la Luna acaba de estrenar, en el contexto de la semana de teatro noruego en La Habana, la obra La dama del mar, de Ibsen, que como otras suyas, aborda el tema de la mujer. Un italiano insiste en que Cuba tiene un concepto amplio de la familia, que en Europa se restringe a los hijos, y elogia los avances sociales de la isla. También lo hace una española que desde 1984 viene a Cuba todos los años. Isabel Moya, directora de la revista Mujeres de la Federación, no se detiene a enumerar los textos del dossier que prepara sobre mujeres dannificadas por el huracán Sandy en las provincias orientales –lo dijo Rochy al presentarla–, pero pide más atención de la prensa a los esfuerzos de la sociedad por los derechos de la mujer. Sandra Álvarez, o "Negra cubana tenía que ser", nombre de su blog, insiste en lo planteado por Isabel, pero añade que existen varios espacios alternativos en las redes sociales, entre ellos el suyo, que abordan sistemáticamente el asunto. Miriela, cantante de Aceituna sin Hueso, se refiere al video que grabó de una canción que recoge una experiencia amarga: un músico conocido que maltrata a su esposa. Julio César, por supuesto, habló de la experiencia de los hombres que defienden la igualdad de género, y mencionó a varios, como ese delantero del equipo nacional de fútbol y estudiante universitario, que pertenece al grupo de activistas pro derechos de la mujer, y de que a veces resultaba difícil reclutar a otros hombres. Lina de Feria, importante poetisa cubana, agradeció la velada y los esfuerzos del país por superar ese lastre cultural llamado machismo. Al final, la representante de las Naciones Unidas manifestó que su organización respalda las iniciativas de cada país por enaltecer a la mujer y defender sus derechos. Hubo música, entrevistas de los medios, y muchas fotos con Julieta, sencilla mujer, que no posa de diva, siempre dulce, siempre firme en sus ideas. Linda mañana hoy en La Habana.

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