Tomado de El Diablo Ilustrado
Noche de abrazo latinoamericano este lunes 4 de diciembre, abriendo las puertas del 34 Festival Internacional de Cine de La Habana; primero, en las palabras de su presidente Alfredo Guevara, con acento en los jóvenes realizadores que traen esa nueva mirada (y heredera a la vez) que piden estos tiempos, transformación de la realidad y los sueños, rumbo a la única globalización posible para la sobrevivencia de la humidad, la solidaria.
El tren de los Van Van dio su pitazo y echó a correr por esa vía y ya nadie más se sentó, el goce supremo del buen son que hace saltar al cuerpo con las ideas y las emociones, y de pronto, vestido de rojo candente y bailando y cantando con la maquinaria de Juan Formell, nada menos que Fito Páez.
Retornó a su Habana el gran cantautor argentino, ahora también como cineasta. Recuerdo a Fito a mediados de los 80 en ese mismo teatro Karl Marx, robándose a los cubanos con su disco Giros donde el rock y el tango describían las angustias y pasiones de su pueblo, los amores del ser humano. Luego fueron muchas sus vistas, entre ellas un memorable concierto en la Plaza de la Revolución “José Martí” junto a otros grandes de la canción como Joaquín Sabina. Al menos para mi gusto, este fue el más coherente, auténtico y realmente de vanguardia cultural que se ha hecho en la Plaza. (Aunque en el año 1959 o 60 allí hizo un concierto también el gran Benny Moré, del que realmente —y lamentablemente— no hay muchas referencias.
Amado ya por varias generaciones, es Fito Páez uno de los más poéticos e intensos cantores, no solo de la Argentina, sino de Nuestra América, que tiene en “Yo vengo a ofrecer mi corazón” un himno de resistencia y fe eterna en el mejoramiento humano.
Emergió de la mano de Juan Carlos Baglietto y Charly García, luego llegó su camino con discos como Del 63, Giros, y Ciudad de pobres corazones, Canciones para Aliens, El amor después del amor y No sé si es Baires o Madrid entre muchos otros.
Regresa Fito Páez a La Habana, ya estuvo descargando en El Sauce con Harold Lopez Nussa y Santiaguito Feliú. Anoche, como ya comentaba, subió a cantar con Juan Formell y los Van Van, colocando versos de “Yo vengo a ofrecer mi corazón” en el canto vanvanero y llamando a su Habana a estar de pie. Cuando se retiraba del escenario intercambió bromas con los integrantes de la banda acerca de su atuendo rojo encendido, aludiendo a Changó. El público gritó que no se fuera y él hizo señas con sus brazos de que mañana. Y en efecto hoy estará Fito Páez de concierto en el teatro Karl Marx, donde hará el estreno mundial de su DVD “El amor después del amor, 20 años” y tendrá como invitados a varios músicos cubanos y al cantautor italiano Zucchero.
Un Fito suelto y muy alegre anda por la isla trasnochando, según ya ruedan los rumores entre los más jóvenes que rastrean cada información sobre ese ícono de la cultura de nuestro continente. Hurgando, preguntando a los que estuvimos en otros conciertos, esos nuevos esperan (y hasta desesperan) porque llegue la noche y salga nuevamente al escenario el creador de piezas como “Giros”, “11 y 6”, “Un vestido y un amor”, “Cable a tierra”, “Dale alegría a mi corazón”, “Tumbas de la gloria”, “Al lado del camino”, y “Ambar violeta” entre muchísimas otras.
La Habana está que arde entre versos, los del cine latinoamericano y los de la música con la presencia de Julieta Venegas, Zucchero, y claro que Paez. Ya publicaré nuevas, sobre Fito, ahora traigo el texto de su canción a La Habana para brindar por esta nueva visita a su casa.
Habana
Autor Fito Páez
Habana a tus pies
no sabría como amarte de otra forma
Habana a tus pies
pasa el tiempo y tu recuerdo no se borra
Habana, tu piel,
oh, Habana, tu piel
Habana de pie,
tanto odio, tanto amor y tantas cosas
Habana de pie
sólo quiero naufragar hacia tus costas
Habana por que
Habana por que
Habana, por que
Tu perfume tan extraño me apasiona
Habana, por que,
entre el tango, el son y el mambo me devora
Habana, tu piel
Habana tu piel
Habana, yo se
no podría yo jamás dejarte sola
Habana, doy fe
tu carruaje de delirios me enamora
Habana, por que,
Habana por que,
Oh, La locura de los que se perdieron en el mar,
las vidas rotas por la sangre aquí y allá,
No necesito de nada hoy,
solo embriagarme en tu ron
y así perder la razón
y abrazarte una noche mas
Uh, Las serpientes al final, la inmensidad,
la terrible y poderosa soledad que se adueña del mundo
Si no elegimos vivir, yo querría morir
Morir en La Habana...
Habana a tus pies
no sabría como amarte de otra forma
Habana a tus pies
pasa el tiempo y tu recuerdo no se borra
tanto odio tanto amor y tantas cosas,
Sólo quiero naufragar,
sólo quiero naufragar
entre el tango él son y el mambo
(entre el tango el son y el mambo)
me devoras.
Habana tu piel,
tu carruaje de delirios me enamora,
(Caballero!)
entre el tango el son y el mambo
tu carruaje de delirios me enamora
tanto odio tanto amor y tantas cosas.
Habana tu piel
Habana de pie!
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