Hace unos días publiqué en este blog, y reprodujo Cubadebate, una pequeña crónica sobre el más reciente encuentro de mi generación de la Escuela Lenin, a la que pertenece el héroe Tony Guerrero. Hoy amanecí con la alegría de haber recibido su comentario. Tony aborda la máquina del tiempo, la que no necesita de tecnologías de punta, y burla las rejas y puertas de su celda: "Ahora, viajando al futuro mas futuro, estoy allí reunido con ustedes", dice. Describe la escena, en la que nos hará algunos cuentos, "pero cuentos alegres, porque la tristeza estará para ese entonces bien
enterrada, y además, ella nunca ha tenido cabida en los tipos optimistas". ¿Qué más podría decirle a Tony, de sus palabras, de su ejemplo, "si el poeta es él"? Gracias.
EN LA MÁQUINA DEL TIEMPO
Escapando no de mi presente, pero sí del injusto encierro, leo "Muchachos de la Lenin, 36 años después", escrito por la mejor pluma de nuestra graduación. Y me monto en su máquina del tiempo para ir al pasado, a meterme en aulas, albergues, rincones y buscar rostros, amores y travesuras. Conozco de las reuniones que comenzaron en los noventas. De un par de ellas me llegaron fotos, las cuales, celosamente, conservo en mi autorizado album que, ileso, ha surcado ya por varias prisiones. Es cierto que al mirarlas "cuesta a veces reconocer al otrora muchacho" (pero sigue igualita la otrora pepilla, magia de las mujeres). Al parecer me van a enviar fotos de esta reunión, desde ya las espero con impaciencia y alegria.
Hace un tiempo escribí a algunos de los compañeros que organizan estas reuniones. Mis cartas sé que llegaron y no hubo respuestas, y comprendo que todos andan en muchas tareas. Pero, me alegra saber que las reuniones no han muerto y estoy seguro que no morirán. Ahora, viajando al futuro mas futuro, estoy allí reunido con ustedes. Y entonces, meto mi descarga, mi teque (ya saben como soy, los que mejor me conocen), al tiempo que hago algunos cuentos, pero cuentos alegres, porque la tristeza estará para ese entonces bien enterrada, y además, ella nunca ha tenido cabida en los tipos optimistas, y por suerte, la Lenin nos enseñó a serlo.
La verdad es que debo rectificar a mi amigo hermano escritor. Solo soy una parte de ustedes, no la mejor. Nos tocó a los cinco enfrentar una situación límite que tenía solo una respuesta digna: ser fiel a la verdad y a los principios justos que ha defendido nuestro heroico pueblo en mas de 54 años de Revolución. No hay nada extraordinario, y aparecer en un libro responde a la necesidad de denunciar la colosal injusticia que se ha cometido.
Excelente el haber llevado los hijos a la actividad. Era una de mis propuestas en mis cartas: transmitir a los hijos los valores que aprendimos en la Lenin. Ellos son el verdadero futuro a donde irá a parar nuestra máquina del tiempo. En sus manos está la patria libre.
Quizás, solo falta una cosa a la reunión, un mural ideológico, donde pongamos aquellos carteles que hacíamos. Cuando vaya voy a llevar el mío que diga: "El verdadero hombre no mira de que lado se vive mejor, sino de que lado está el deber". Sí, ya sé, son tiempos distintos, pero eso no quiere decir que olvidemos lo importante que es la formación ideológica de las presentes y futuras generaciones. Es la mejor respuesta a lo planteado por Raul, ¿no creen?
Tony Guerrero Rodriguez
3 de agosto de 2013
Prision Federal de Marianna.
El peligroso ejemplo de Cuba
Hace 14 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario