martes, 2 de octubre de 2012

Otra carta sobre Observatorio Crítico

Ubieta:
Todavía están frescos los ecos de tu polémica con el OC. De hecho, su, al parecer, último acto es una simpática diatriba de Díaz Moreno contra Hernández Pérez, en la que lo acusa de extremista citando las críticas de Raúl a la burocracia cubana, que, dizque, tú, Hernández Pérez, otros muchos y yo mismo, seguramente, encarnamos. Coincidiendo casi punto por punto con Raúl y enfrentándolo con los argumentos críticos hacia OC, Díaz Moreno vuelve a hacer la proeza a la que ya nos vamos acostumbrando: elude otra vez, como todos los que han polemizado contigo, la cuestión central y, para mí, única de este debate. No responde, como antes hiciera Isbel y mucho antes otros del OC la pregunta sobre la actitud ante la contrarrevolución interna, a la que llaman suavemente “derecha”, financiada y alentada por el gobierno norteamericano y dirigida desde la Oficina de Intereses.
Como quiera que al interior del OC este tema está en discusión, no es ocioso volver a reclamarle al OC que se pronuncie con claridad sobre este único punto.
Una joyita de otra hechura que acaba de aparecer, motiva, sin embargo, estas líneas. Se trata del texto Digna intervención televisiva del director de la agrupación musical “Qva Libre”, publicado el 28 de septiembre en Havana Times por Yenisel Rodríguez Pérez, quien se identifica claramente con el OC: “Soy graduado en Estudios Socioculturales y me gusta la Antropología. Integro la Cátedra Haydee Santamaría y el Observatorio Crítico, proyectos autogestionados de pensamiento y acción crítica. Me inspira en mí accionar cotidiano que todo individuo y colectivo participe en el diseño de su realidad social. Promuevo el trabajo cooperativo y la autogestión solidaria. Pertenezco a una generación que debe reconstruir la cultura cívica en Cuba. Por eso escribo en este espacio”.
Cito al autor: “Carlos Díaz, director de la agrupación Qva Libre, rebasó exitosamente la petición del gobierno cubano de participar en un concierto vinculado a intereses propagandísticos de la burocracia autoritaria.  Con gran sutileza sorteó las encrucijadas del hablar “en vivo” para aclarar su distancia con la política oficial”
El resto del texto va por el mismo camino. No queda claro de qué trataba el asunto, de qué concierto se habla, ni quién le pidió algo al músico, ni qué fue lo que le pidieron, si es que le pidieron algo. Sin ningún dato que no sea el nombre del artista y el de la agrupación, se construye una acusación antigubernamental, con basamento democrático, porque va contra lo autoritario, contra lo burocrático, contra lo propagandístico.  En fin, un panfleto, una carga de diatribas sin destinatario ni argumentos. ¿No es esta retórica la que critica el OC?
Usemos los pocos datos disponibles y la misma lógica: resulta obvio que el “gobierno” invitó a Qva Libre a cantar en público. Por algo será. Ese mismo “gobierno” lo puso frente a la televisión y esta entrevistó al director del grupo. Por algo será. El director del grupo dijo lo que quiso decir a esa televisión del “gobierno”: excelente. Qva Libre se sigue presentando con éxito, no le ha sucedido nada.
Por demás, la ofensa a muchos artistas cubanos, que no es gratuita, es ingrediente fundamental de la diatriba: “Es fácil diferenciar a estos artistas de aquellos que se prostituyen voluntariamente con los intereses gubernamentales. Los más carecen de popularidad y talento, por lo que ven en dicho acercamiento un modo de favorecer su carrera artística” Obvio, por alguna razón, hay que dejar claro que los demás son peores.
Y lo mejor es el final, loa a la doble moral, coincidente con el discurso de la mencionada “derecha”:
“Felicidades Carlitos por sumar a tus logros artísticos, añorados desde que éramos compañeros de estudio, la virtud cívica de no traicionar tus preceptos personales. Ojalá puedas sortear por largo tiempo ese camino minado que implica hacerse popular hoy en Cuba.  Rehusar el riesgo de comprometer tu imagen política futura buscando asegurar intereses artísticos y económicos en el presente.
Un presente destinado a perecer”
Por supuesto, para nada se vislumbra el futuro, para beneplácito de la “derecha”.
Podría terminar con esta conclusión, pero la curiosidad es muy fuerte: ¿a qué concierto se refiere el panfleto?
No fue difícil, gracias a los medios y a la memoria colectiva dar con alguna respuesta: se trata, con toda probabilidad, del concierto en homenaje a Ramón Labañino, Fernando González, René González, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández, el 12 de septiembre, en la escalinata de la universidad. Es el día en que los cinco fueron presos, hace catorce años. Ahí estuvo Qva Libre y hubo televisión. Estuvieron también Arnaldo y su Talismán, David Blanco, Raúl Torres, Adrián Berazaín, Tony Ávila y Yoyo Ibarra. Por lo que se recuerda, varios de ellos hablaron a la televisión y durante el concierto y todos dijeron lo que entendieron. No hubo nada panfletario ni que pareciera  oportunista. Había mucho público, mucha energía y mucho desenfado. La prensa extranjera silenció el concierto. Por algo será.
Entonces, le hago una sola pregunta al OC, aunque tienen hace rato otra respuesta pendiente: ¿Es legítimo que el “gobierno cubano” convoque a un concierto por los cinco, concebido para jóvenes y de acuerdo con las preferencias de estos?  Ojalá no me respondan con un extenso análisis de coyuntura, como hacen con la pregunta hace rato pendiente para bordearla con escasa maestría. En definitiva, yo estoy de acuerdo con ellos en muchas cosas. Espero que no se tomen el trabajo de convencerme de descalificar al gobierno cubano. Es inútil, o por lo menos lo será en tanto no contesten alto y claro la pregunta hace tiempo pendiente.
Santos Pérez
La Habana, 2 de octubre de 2012.
Fotos del concierto por los Cinco: Ismael Francisco y Ladyrene Pérez

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