Texto y fotos: Enrique Ubieta Gomez
Fue en 1959. Fidel conversó con Leandro Rodríguez Malagón, viejo campesino que había sido práctico del capitán Núñez Jiménez en la zona donde se encuentra la Gran Caverna de Santo Tomás, en Viñales, durante sus investigaciones espeleológicas, para crear el primer batallón de las Milicias Revolucionarias. El objetivo inmediato era capturar al asesino y torturador de la derrocada dictadura batistiana, Luis Lara Crespo (el Cabo Lara), que operaba con una banda de asaltantes en las montañas de la zona. La misión fue cumplida con éxito. Este bello monumento toma como referente una foto de Raúl Corrales. Los doce fundadores de las Milicias, cuyos nombres aparecen en una de las fotos que incluyo en este fotorreportaje, tienen sus nichos en el lugar, en los que ya han sido o serán enterrados al morir. Solo tres de ellos viven. El guía señala el nicho de uno de los sobrevivientes.
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Hace 51 minutos
he estado en el ligar en dos ocasiones, me maravilla la belleza del lugar, el monumento y su historia,,,, digno de una visita siempre
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