Hace algunos días publiqué una declaración suscrita por ocho reconocidas escritoras cubanas sobre la violencia ejercida contra una mujer, y en defensa de todas las mujeres maltratadas. De inmediato, algunos lectores empezaron a enviar comentarios groseros y machistas, que por supuesto no publiqué. También yo fui atacado por difundir la declaración. Pero hay ataques que dignifican al atacado. Y que no merecen respuesta. Ahora, las mismas autoras han dado a conocer una segunda declaración que con gusto publico.
Agradecemos el apoyo recibido al llamamiento tod@s contra la violencia y, aunque reconocemos el derecho de cada persona a defender aquellas causas que considere justas, declaramos que:
Rechazamos la manipulación política de este caso, con su consecuente naturalización de la violencia contra la mujer, así como la repetida agresión a la víctima, al exponerla repetidamente sin consideración alguna.
Nuestro llamamiento fue leído en la sede de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba durante la VI Bienal de Dramaturgia Femenina “La escritura de las diferencias” porque estábamos participando en ella, pero no es una declaración de la bienal, ni de ninguna institución cubana, sino una acción ciudadana coherente con nuestro reclamo de una cultura de paz y sin violencia para nuestro país.
El caso de marras demuestra la urgencia de impulsar la aprobación de una ley sobre la violencia de género en Cuba; la necesidad de capacitar a quienes deben recibir y procesar las denuncias y de crear centros de atención y apoyo a las víctimas.
Seguiremos trabajando por ampliar los espacios de discusión del tema y por contribuir a la eliminación de la violencia contra la mujer y por motivos de género en nuestra sociedad, sin responder a agresiones ni
cuestionamientos espurios.
La Habana, 10 de marzo, 2013.
Sandra Álvarez,
Marilyn Bobes,
Luisa Campuzano,
Zaida Capote Cruz,
Danae Diéguez,
Laidi Fernández de Juan,
Lirians Gordillo Piña y
Helen Hernández Hormilla
El peligroso ejemplo de Cuba
Hace 13 horas
De todo lo que tú has dicho no hay nada más cierto que aquello de que la contrarrevolución necesita héroes y mártires, y a falta de ellos no tienen más remedio que acudir a casos de esperpento.
ResponderEliminar¡Tratar de convertir a un maltratador en víctima política es lo más grotesco, absurdo y ridículo que he visto en el tema de la violencia de género!
ResponderEliminarMe sumo a la protesta ciudadana, libre y democrática, de que los maltratadores son delincuentes que la sociedad tiene que encarcelar. ¡Las víctimas de maltrato merecen todo el apoyo social posible!
Suscribo la idea de que "es preciso intensificar, multiplicar y hacer permanentemente visible una campaña pública contra la violencia de todo tipo".
ResponderEliminarEs una línea profundamente libertaria.
Ojalá estemos tod@s l@s cuban@s y l@s human@s preparad@s para asumir las consecuencias de intensificar, multiplicar y hacer permanentemente visible una campaña pública contra la violencia de todo tipo.
Las generaciones futuras se lo merecen.