Dos tópicos falaces de la prensa contrarrevolucionaria:
1. Los que defienden la Revolución son "progubernamentales" o "procastristas".
Sustituyen los conceptos de Revolución y de Socialismo por los de Gobierno (bien sea como institución o personificados en el apellido Castro). Para ello la operación mediática coloca dos presupuestos, de forma explícita o subliminal: a. no existe la Revolución; b. lo que se defiende o se combate no es un sistema socio-económico y político diferente, es un gobierno. Por lo tanto, cuando se habla de opositores se agrega, "al gobierno". ¿Pero estarían esos "opositores al gobierno" conformes con uno nuevo que mantenga el socialismo? Por supuesto que no. No se oponen a Raúl o a cualquier otro líder revolucionario, se oponen al sistema socialista. No quieren un cambio de gobierno, quieren un cambio de sistema. Nosotros defendemos sin embargo un gobierno que representa (y en tanto lo representa) un sistema social que consideramos más justo, más humano. No somos en sentido estricto progubernamentales, sino revolucionarios. Defendemos la Revolución, y entre sus símbolos más importantes están Fidel y Raúl. Somos sus discípulos. Pero peleamos por la Cuba que vendrá después de ellos, lo que nos coloca más allá del simple calificativo de procastristas.
2. Ser revolucionario es promover cambios. Esa frase es correcta solo si esos cambios no implican el regreso al capitalismo. Uno puede moverse hacia el pasado o hacia el futuro. Hay cambios que conducen a la inercia, al más feroz individualismo, al conformismo, al consumismo, a la ignorancia --por evasión, por dejación--, a la desunión. Esos no son cambios revolucionarios. Qué triste es ver luchar a jóvenes con pasión seudorevolucionaria por metas e "ideales" contrarrevolucionarios, verlos saltar a la tribuna para arengar a favor de la esclavitud mental. Jóvenes que solo quieren la paz del cautiverio, y la invocan en un lenguaje de apariencia libertaria, diseñado por los ansiosos carceleros. Qué triste es confundir los términos. Qué ancianos tristes serán de su pasado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Precisamente, Enrique, llevo unos días pensando en el punto segundo de tu entrada, que me parece es más solucionable que el primero. Y veo lo que tú detectas incluso en blogs cubanos bienintencionados, que intercambian un mensaje de palabras veladas, como una fórmula secreta entre los que piensan que los "viejos" no se enterarán, porque están en la inopia. Ahí lo que se conjuga es la necesidad que tienen estos jóvenes -una necesidad que casi todos hemos sentido- de imponerse ante sí mismos a sus mayores, en cierto modo de despreciarlos para autoafirmarse. ¿Piensan que los de más edad no se dan cuenta del apiñamiento en la guagua? No todo el mundo tiene la capacidad de pensar a los veinte años como a los cuarenta. ¿Qué hacemos? ¿Por qué no detectan esa paz del cautiverio?
ResponderEliminarHace escasas horas una pariente cubana ha tenido que soportar, por primera vez, las majaderías y la arrogancia con que alguna policía de fronteras europea trata a muchos sudamericanos. Claro, se sorprendió y de golpe los burócratas cubanos que la exasperaban antes se convirtieron en seres amables y que al menos habían respetado siempre su dignidad. ¿Hacía falta que la humillaran físicamente para comprenderlo?
El problema está en que los dirigentes principales de la revolucion han hecho enfansis por muchos años, de que revolucion, patria, estado, gobierno y partido es lo mismo y quien esté en contra del gobierno o de la revolucion es por lo tanto un traidor a la patria cuando todo eso no es mas que una gran falacia que excluye a todo aquellos que, de una forma u otra, se atrevan a criticar a la revolucion y a sus dirigentes.
ResponderEliminarUna vez que se entienda que todos esos terminos son conceptos diferentes, que se puede estar en desacuerdo con el gobierno, con la revolucion o con el sistema e incluso exigir que se cambie uno o todos ellos, no es ser traidor.
Que estar en contra de la ideologia imperante no es ser traidor.
No puedo entender como un projecto social puede llamarse "revolucionarios" cuando excluye y reprime a una parte de la poblacion solo por motivos ideologicos.
Si la oposicion es tan debil y pequeña, entonces cual es el miedo del gobierno?
Si el projecto politico de esa oposicion es tan estupido y retrogrado por que temerle cuando se dice que el pueblo cubano es un pueblo revolucionario comprometido con su revolucion, a que le teme el gobierno entonces?
Nunca podre entender por qué la revolucion tiene que excluir y reprimir a otros simplemente porque no esten de acuerdo con su projecto social, si su labor y sus intenciones son tan loables y tan altruista, que solo estan dirigida al bienestar del pueblo cubano, por que no "compite con las demas corrientes ideologicas existentes en la sociedad?
Se acusa a la disidencia de "mercenarios" por recibir ayuda del exterior cuando el propio M26 recibio miles de dolares de grupos afines desde el extranjero, de secuestros e inclusive directamente de gobiernos latinoamericanos. (http://www.lajiribilla.cu/pdf/villena7.pdf)
Por que unos son mercenarios y terroristas y los otros no?
Algunos de los espias cubanos capturados en EU son incluso ciudadanos norteamericano, no son esos tan traidores y mercenarios como la oposicion interna a la que Cuba acusa de serlo por recibir ayuda de EU?
Las reglas funcionan hacia un lado pero no hacia el otro?
Creo que todos tiene el derecho a expresarse y luchar por lo que creen y tener el derecho a aliarse a quienes le aportan la ayuda que no obtienen dentro de su propio contexto.
Si dejaran expresarse libremente a las personas, estos no tendrian necesidad de buscar ayuda en el extrangero
De una forma u otra estos tienen que hacer que sus voces se escuchen porque, aunque uds no lo crean, tiene algo que decir y que alguien no quiere escuchar!.
jajaja tonto de mi! crei que este seria un blog como lo demas y que mi comentario seria visto inmediatamente y despues de enviarlo me di cuenta que habia censura aqui tambien.
ResponderEliminarYa se que mi comentario no sera publicado y que perdi tontamente mi tiempo escribiendole.
Eso es lo que pasa con los extremos de nuestro pueblo, los mas a la derecha o la izquierda tienen un dialogo de sordos, nadie se escucha ni a nadie le interesa.
Tenemos problemas enormes que resolver y parece que a nadie le importa, solo defender su trinchera, eso es lo unico importante y el pueblo cubano a ambas orilla es el que sufre las consecuencias.
Mi email es rvy1754@msn.com para si quiere establecer un debate abierto y sin censura ya que aqui evidentemente no podemos tenerlo
Estoy saliendo ahora, después comentaré sobre mis comentaristas. Saludos.
ResponderEliminarA ver, apenas ahora llego a casa. Tu afirmación Rey es una interpretación caricaturesca de una realidad histórica: en Cuba, la Patria nunca fue posible sin la justicia social. Digo Patria --concepto más difuso y más abarcador que el de nación--, porque fue el término que manejó siempre Martí. La independencia duradera, por tanto, solo podía surgir de una Revolución. Por eso, Martí creó el Partido Revolucionario. Sé que corro el riesgo en mi respuesta de saltarme matices, pero esto es un blog, y nunca podría aquí exponer todo lo que muchos textos explican bien. Una sociedad capitalista en Cuba solo podría imaginarse en el contexto de una entrega sin límites --carnal, diría Menem--, a los Estados Unidos. Rojas nos prepara para eso cuando defiende el concepto de nacionalismo suave. Es un término equivocado (saltémonos los referentes posmodernos): en Cuba no existe un nacionalismo duro --¿cuál sería?, ¿el de los cientos de miles de internacionalistas en África?, ¿el de los 60 mil médicos y paramédicos en cualquier rincón del planeta?--, existe un concepto claro de Patria (que es Humanidad, decía Martí), de soberanía (porque nos permite conservar un espacio para construir una sociedad alternativa). Por cierto, ¿por qué los defensores del nacionalismo suave se espantan ante la posibilidad de la unión entre Venezuela y Cuba?, ¿será que cuando hablan de porosidad, de fronteras difusas, no andan pensando en los hermanos latinoamericanos? Pero la palabra gobierno distorsiona la frase inicial de tu réplica. En Cuba los revolucionarios dicen "el Estado" y los contrarrevolucionarios dicen "el gobierno". Es un matiz espontáneo, que nadie orientó, pero definitorio. El discurso contrarrevolucionario siempre se aferró a la voz gobierno, porque no quería y no podía admitir que lo que sucedía en el país trascendía la presencia "accidental" de un gobierno, por muy largo que fuera. Ningún Estado en el mundo admite el cambio de su sistema socio político, aunque admita el cambio de gobierno. Y todos los países capitalistas del mundo, desarrollados o no, han acudido a la desaparición y al asesinato de sus ciudadanos, cuando estos amenazan la estabilidad del sistema. Cuba, por cierto, nunca lo ha hecho ni lo hará. Por supuesto que nosotros, los revolucionarios cubanos, defendemos el gobierno de Fidel y de Raúl: ellos son símbolos, son los fundadores. Pero no somos progubernamentales, en el sentido capitalista. Somos prosocialistas. En todo caso, defendemos el Estado socialista cubano. Una cosa es recibir ayuda de organizaciones o de gobiernos latinoamericanos, y otra, de un gobierno históricamente opuesto a la independencia nacional de Cuba. Hernández Busto hace un inusitado reconocimiento en su polémica conmigo (VEA AQUÍ: Un busto para Hernández). Con tal de acusarme de recibir un salario del Estado cubano --que recibo desde luego, pero no por bloquear, ni por defender a la Revolución, sino como simple trabajador--, escribió: "Opinar libremente sobre Cuba cobrando de partes implicadas en el dilema cubano me parece contraproducente". ¿Cuales son esas dos partes implicadas que pueden pagar?, ¿los gobiernos de Cuba y Estados Unidos? Entonces, ¿reconoce que en el fondo es un conflicto entre dos países? Si es así, un cubano solo sería mercenario si cobra del gobierno norteamericano.
ResponderEliminarPrecisiones conceptuales:
ResponderEliminarY dale con el tema del mercenarismo... Aún con su retórica pro castrista, no alcanza a responder las pregusntas de Rey. Más allá de las "contextualizaciones históricas" a las que hace referencia que sólo intentan justificar lo injustificable, el punto, en términos conceptuales y fácticos es que tanto el M26/7 era tan mercenario como la disidencia cubana actual desde el momento en que el primero recibía financiamiento de gobiernos latinoamericanos. El resto son eufemismos. Si el ejército colombiano mata en un enfrentamiento a 10 guerrilleros es un asesinato, si la guerrilla colombiana mata en un enfrentamiento a 10 militares es un ajusticiamiento. Enrique, sostener ese tipo de discurso es tan irrisorio como sostener que la tierra es cuadrada.
Sobre constituciones capitalistas:
Ninguna constitucióín que conozco (de países capitalistas hablo) tiene explítamente escito un artículo donde se expresa el carácter irreversible del capitalismo (como sí aparece en la Constitución cubana). Este punto ya lo habíamos tocado antes pero parece que usted no lee lo que escribo. Como veo que así parece ser, le recomiendo un curso de Ciencia Política y Jurisprudencia, con especial atención en constitucionalismo comparado. Ahí se dará cuenta de lo que digo.
Otra cosa, el Estado capitalista también puede ser modificado. Se reestructura y adecua a las nuevas formas de gobierno. Lea lo que ha pasado en Europa en los últimos 50 años. Vea lo que está pasando en algunos países de AL.
Mi estimado, cierro este comentario con una frase muy utilizada en Cuba: no hay peor ciego que el que no quiere ver!!!
Rudy: Que Estados Unidos siempre fue un obstáculo y un peligro para la independencia cubana no es un invento comunista. Lo dice José Martí, léelo por favor. Lo dicen historiadores como Ramiro Guerra o Emilio Roig. No ocurre lo mismo con otros países latinoamericanos. De hecho, la idea de una gran unión de naciones latinoamericanas está presente en Martí. Es obvio que no es lo mismo ser financiado por gobiernos latinoamericanos que por el de Estados Unidos. Si alguna objeción yo pusiera a lo primero, sería sobre el origen real del dinero. Ya sabemos que las estructuiras de poder en América Latina están permeadas por las instituciones norteamericanas y algunas de ellas sirven sus intereses.
ResponderEliminarAhora bien, en una guerra la muerte en combate --no el asesinato de prisioneros--, es aceptada como inevitable fatalidad; pero es imperdonable el asesinato (auí el término sí es exacto) de civiles inocentes. No importa si lo hacen guerrilleros o soldados. El M-26 siempre respetó a sus prisioneros.
Lo que dices de las constituciones capitalistas es una estupidez, perdona el término: claro que no es necesario poner ese artículo sobre la irreversibilidad del capitalismo. De hecho es una constitución capitalista --el socialismo la haría inoperante--, respaldada además por todo el poder del dinero, de las armas, de la tradición, y de los demás países del mundo. Existen en ella muchos artículos redactados para afianzar y hacer inamovible el capitalismo aunque no se diga expresamente. En la nuestra se puso frente al acoso mundial, y debes considerar que es un proyecto político absolutamente alternativo, en permanente guerra contra todos los poderes. El estado capitalista puede ser modificado, nunca anulado.