Rey dijo...
El problema está en que los dirigentes principales de la revolución han hecho énfansis por muchos años, de que revolución, patria, estado, gobierno y partido es lo mismo y quien esté en contra del gobierno o de la revolución es por lo tanto un traidor a la patria, cuando todo eso no es más que una gran falacia que excluye a todos aquellos que, de una forma u otra, se atrevan a criticar a la revolución y a sus dirigentes. Una vez que se entienda que todos esos términos son conceptos diferentes, que se puede estar en desacuerdo con el gobierno, con la revolución o con el sistema e incluso exigir que se cambie uno o todos ellos, no es ser traidor. Que estar en contra de la ideología imperante no es ser traidor. No puedo entender como un proyecto social puede llamarse "revolucionario" cuando excluye y reprime a una parte de la población solo por motivos ideológicos. Si la oposicion es tan débil y pequeña, entonces ¿cuál es el miedo del gobierno? Si el proyecto político de esa oposición es tan estúpido y retrógrado, por qué temerle cuando se dice que el pueblo cubano es un pueblo revolucionario, comprometido con su revolución, ¿a qué le teme el gobierno entonces? Nunca podré entender por qué la revolución tiene que excluir y reprimir a otros simplemente porque no estén de acuerdo con su proyecto social, si su labor y sus intenciones son tan loables y tan altruistas, que solo están dirigida al bienestar del pueblo cubano, ¿por qué no "compite con las demás corrientes ideológicas existentes en la sociedad? Se acusa a la disidencia de "mercenaria" por recibir ayuda del exterior cuando el propio M26 recibió miles de dólares de grupos afines desde el extranjero, de secuestros e inclusive directamente de gobiernos latinoamericanos. (http://www.lajiribilla.cu/pdf/villena7.pdf) ¿Por qué unos son mercenarios y terroristas y los otros no? Algunos de los espías cubanos capturados en EU son incluso ciudadanos norteamericanos, ¿no son esos tan traidores y mercenarios como la oposición interna a la que Cuba acusa de serlo por recibir ayuda de EU? ¿Las reglas funcionan hacia un lado pero no hacia el otro? Creo que todos tienen el derecho a expresarse y luchar por lo que creen y tener el derecho a aliarse a quienes le aportan la ayuda que no obtienen dentro de su propio contexto. Si dejaran expresarse libremente a las personas, estas no tendrían necesidad de buscar ayuda en el extranjero. De una forma u otra estas tienen que hacer que sus voces se escuchen porque, aunque uds no lo crean, ¡tienen algo que decir y que alguien no quiere escuchar!.
El problema está en que los dirigentes principales de la revolución han hecho énfansis por muchos años, de que revolución, patria, estado, gobierno y partido es lo mismo y quien esté en contra del gobierno o de la revolución es por lo tanto un traidor a la patria, cuando todo eso no es más que una gran falacia que excluye a todos aquellos que, de una forma u otra, se atrevan a criticar a la revolución y a sus dirigentes. Una vez que se entienda que todos esos términos son conceptos diferentes, que se puede estar en desacuerdo con el gobierno, con la revolución o con el sistema e incluso exigir que se cambie uno o todos ellos, no es ser traidor. Que estar en contra de la ideología imperante no es ser traidor. No puedo entender como un proyecto social puede llamarse "revolucionario" cuando excluye y reprime a una parte de la población solo por motivos ideológicos. Si la oposicion es tan débil y pequeña, entonces ¿cuál es el miedo del gobierno? Si el proyecto político de esa oposición es tan estúpido y retrógrado, por qué temerle cuando se dice que el pueblo cubano es un pueblo revolucionario, comprometido con su revolución, ¿a qué le teme el gobierno entonces? Nunca podré entender por qué la revolución tiene que excluir y reprimir a otros simplemente porque no estén de acuerdo con su proyecto social, si su labor y sus intenciones son tan loables y tan altruistas, que solo están dirigida al bienestar del pueblo cubano, ¿por qué no "compite con las demás corrientes ideológicas existentes en la sociedad? Se acusa a la disidencia de "mercenaria" por recibir ayuda del exterior cuando el propio M26 recibió miles de dólares de grupos afines desde el extranjero, de secuestros e inclusive directamente de gobiernos latinoamericanos. (http://www.lajiribilla.cu/pdf/villena7.pdf) ¿Por qué unos son mercenarios y terroristas y los otros no? Algunos de los espías cubanos capturados en EU son incluso ciudadanos norteamericanos, ¿no son esos tan traidores y mercenarios como la oposición interna a la que Cuba acusa de serlo por recibir ayuda de EU? ¿Las reglas funcionan hacia un lado pero no hacia el otro? Creo que todos tienen el derecho a expresarse y luchar por lo que creen y tener el derecho a aliarse a quienes le aportan la ayuda que no obtienen dentro de su propio contexto. Si dejaran expresarse libremente a las personas, estas no tendrían necesidad de buscar ayuda en el extranjero. De una forma u otra estas tienen que hacer que sus voces se escuchen porque, aunque uds no lo crean, ¡tienen algo que decir y que alguien no quiere escuchar!.
Enrique Ubieta Gómez dijo...
A ver, apenas ahora llego a casa. Tu afirmación Rey es una interpretación caricaturesca de una realidad histórica: en Cuba, la Patria nunca fue posible sin la justicia social. Digo Patria --concepto más difuso y más abarcador que el de nación--, porque fue el término que manejó siempre Martí. La independencia duradera, por tanto, solo podía surgir de una Revolución. Por eso, Martí creó el Partido Revolucionario. Sé que corro el riesgo en mi respuesta de saltarme matices, pero esto es un blog, y nunca podría aquí exponer todo lo que muchos textos explican bien. Una sociedad capitalista en Cuba solo podría imaginarse en el contexto de una entrega sin límites --carnal, diría Menem--, a los Estados Unidos. Rojas nos prepara para eso cuando defiende el concepto de nacionalismo suave. Es un término equivocado (saltémonos los referentes posmodernos): en Cuba no existe un nacionalismo duro --¿cuál sería?, ¿el de los cientos de miles de internacionalistas en África?, ¿el de los 60 mil médicos y paramédicos en cualquier rincón del planeta?--, existe un concepto claro de Patria (que es Humanidad, decía Martí), de soberanía (porque nos permite conservar un espacio para construir una sociedad alternativa). Por cierto, ¿por qué los defensores del nacionalismo suave se espantan ante la posibilidad de una unión entre Venezuela y Cuba?, ¿será que cuando hablan de porosidad, de fronteras difusas, no andan pensando en los hermanos latinoamericanos? Pero la palabra gobierno distorsiona la frase inicial de tu réplica. En Cuba los revolucionarios dicen "el Estado" y los contrarrevolucionarios dicen "el gobierno". Es un matiz espontáneo, que nadie orientó, pero definitorio. El discurso contrarrevolucionario siempre se aferró a la voz gobierno, porque no quería y no podía admitir que lo que sucedía en el país trascendía la presencia "accidental" de un gobierno, por muy largo que fuera. Ningún Estado en el mundo admite el cambio de su sistema socio político, aunque acepte el cambio de gobierno. Y todos los países capitalistas del mundo, desarrollados o no, han acudido a la desaparición y al asesinato de sus ciudadanos, cuando han amenazado la estabilidad del sistema. Cuba, por cierto, nunca lo ha hecho ni lo hará. Por supuesto que nosotros, los revolucionarios cubanos, defendemos al gobierno de Fidel y de Raúl: ellos son símbolos, son los fundadores. Pero no somos progubernamentales, en el sentido capitalista. Somos prosocialistas. En todo caso, defendemos el Estado socialista cubano. Una cosa es recibir ayuda de organizaciones o de gobiernos latinoamericanos, y otra, de un gobierno históricamente opuesto a la independencia nacional de Cuba. Hernández Busto hace un inusitado reconocimiento en su polémica conmigo (VEA AQUÍ: Un busto para Hernández). Con tal de acusarme de recibir un salario del Estado cubano --que recibo desde luego, pero no por bloguear, ni por defender a la Revolución, sino como simple trabajador--, escribe: "Opinar libremente sobre Cuba cobrando de partes implicadas en el dilema cubano me parece contraproducente". ¿Cuales son esas dos partes implicadas que pueden pagar?, ¿los gobiernos de Cuba y Estados Unidos? Entonces, ¿reconoce que en el fondo es un conflicto entre dos países, o mejor aún, entre dos sistemas que encarnan dos países? Si es así, un cubano solo sería mercenario si cobra del gobierno norteamericano. Por último: los cinco cubanos que llamas espías --hay espías norteamericanos en todos los países del mundo, ellos lo reconocen públicamente y nadie se lo cuestiona--, no "espiaban" al gobierno estadounidense, sino a grupúsculos de cubanos contrarrevolucionarios que ejecutaban actos terroristas, como es conocido, dentro y fuera de Estados Unidos. Es decir, que trabajaban a favor del pueblo norteamericano.
A ver, apenas ahora llego a casa. Tu afirmación Rey es una interpretación caricaturesca de una realidad histórica: en Cuba, la Patria nunca fue posible sin la justicia social. Digo Patria --concepto más difuso y más abarcador que el de nación--, porque fue el término que manejó siempre Martí. La independencia duradera, por tanto, solo podía surgir de una Revolución. Por eso, Martí creó el Partido Revolucionario. Sé que corro el riesgo en mi respuesta de saltarme matices, pero esto es un blog, y nunca podría aquí exponer todo lo que muchos textos explican bien. Una sociedad capitalista en Cuba solo podría imaginarse en el contexto de una entrega sin límites --carnal, diría Menem--, a los Estados Unidos. Rojas nos prepara para eso cuando defiende el concepto de nacionalismo suave. Es un término equivocado (saltémonos los referentes posmodernos): en Cuba no existe un nacionalismo duro --¿cuál sería?, ¿el de los cientos de miles de internacionalistas en África?, ¿el de los 60 mil médicos y paramédicos en cualquier rincón del planeta?--, existe un concepto claro de Patria (que es Humanidad, decía Martí), de soberanía (porque nos permite conservar un espacio para construir una sociedad alternativa). Por cierto, ¿por qué los defensores del nacionalismo suave se espantan ante la posibilidad de una unión entre Venezuela y Cuba?, ¿será que cuando hablan de porosidad, de fronteras difusas, no andan pensando en los hermanos latinoamericanos? Pero la palabra gobierno distorsiona la frase inicial de tu réplica. En Cuba los revolucionarios dicen "el Estado" y los contrarrevolucionarios dicen "el gobierno". Es un matiz espontáneo, que nadie orientó, pero definitorio. El discurso contrarrevolucionario siempre se aferró a la voz gobierno, porque no quería y no podía admitir que lo que sucedía en el país trascendía la presencia "accidental" de un gobierno, por muy largo que fuera. Ningún Estado en el mundo admite el cambio de su sistema socio político, aunque acepte el cambio de gobierno. Y todos los países capitalistas del mundo, desarrollados o no, han acudido a la desaparición y al asesinato de sus ciudadanos, cuando han amenazado la estabilidad del sistema. Cuba, por cierto, nunca lo ha hecho ni lo hará. Por supuesto que nosotros, los revolucionarios cubanos, defendemos al gobierno de Fidel y de Raúl: ellos son símbolos, son los fundadores. Pero no somos progubernamentales, en el sentido capitalista. Somos prosocialistas. En todo caso, defendemos el Estado socialista cubano. Una cosa es recibir ayuda de organizaciones o de gobiernos latinoamericanos, y otra, de un gobierno históricamente opuesto a la independencia nacional de Cuba. Hernández Busto hace un inusitado reconocimiento en su polémica conmigo (VEA AQUÍ: Un busto para Hernández). Con tal de acusarme de recibir un salario del Estado cubano --que recibo desde luego, pero no por bloguear, ni por defender a la Revolución, sino como simple trabajador--, escribe: "Opinar libremente sobre Cuba cobrando de partes implicadas en el dilema cubano me parece contraproducente". ¿Cuales son esas dos partes implicadas que pueden pagar?, ¿los gobiernos de Cuba y Estados Unidos? Entonces, ¿reconoce que en el fondo es un conflicto entre dos países, o mejor aún, entre dos sistemas que encarnan dos países? Si es así, un cubano solo sería mercenario si cobra del gobierno norteamericano. Por último: los cinco cubanos que llamas espías --hay espías norteamericanos en todos los países del mundo, ellos lo reconocen públicamente y nadie se lo cuestiona--, no "espiaban" al gobierno estadounidense, sino a grupúsculos de cubanos contrarrevolucionarios que ejecutaban actos terroristas, como es conocido, dentro y fuera de Estados Unidos. Es decir, que trabajaban a favor del pueblo norteamericano.
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