Queridos hijas e hijos de nuestra digna patria:
Con alegría y orgullo arribamos a un nuevo año, y con él a otro aniversario del triunfo que rescató para nosotros la soberanía del pueblo; con todo lo que ello implica en cuanto a verdadera participación política, nuevas formas de relaciones humanas, cultura solidaria y una sociedad con un enfoque racional ante los desafíos globales de nuestro tiempo.
Pasado medio siglo, pudiera esperarse del imperio el elemental respeto a la decisión soberana de un pueblo; pero todo pareciera indicar que la Doctrina Monroe, primera piedra de su construcción, será la última trinchera de su desmantelamiento. Las acciones recorren los caminos viejos. El lenguaje, estancado en el concepto infantil de palos y zanahorias. En las cámaras legislativas del gobierno más poderoso de la historia, siguen resonando algunas voces cuyo desdén por la decencia y cuya simplonería harían palidecer de vergüenza a Calígula; todo para seguir justificando la criminal política contra Cuba.
Como están hoy las cosas, se hace difícil precisar si el joven y prometedor presidente, electo por una mayoría esperanzada, no terminará sucumbiendo ante la minoría vocinglera y oscurantista que le desprecia. Para nosotros repreguntaría los mismos designios brutales bajo una hermosa envoltura; una apuesta a la ingenuidad de los cubanos donde no han podido hacer mella el miedo, la mentira descarnada, la división o la incitación a la avaricia.
Cincuenta y un años de una revolución como la nuestra son motivo suficiente para celebrar, y escalón adecuado para reflexionar, proyectarnos y seguir andando. Desde nuestras celdas en el corazón del imperio, en las que nunca se originará un claudicante lamento, nos unimos al júbilo patrio; les exhortamos a la firmeza, a la agudeza y a estar alertas; y les deseamos éxitos en el reto enorme de defender, perfeccionar y seguir construyendo nuestro socialismo.
Un fuerte abrazo.
René González Sehwerert
¡Viva Cuba soberana!
A Fidel, a Raúl y a todo nuestro pueblo una calurosa felicitación en el aniversario 51 del triunfo de la Revolución
Una décima a nombre de los Cinco
Con su libertad, su gloria
mi heroico pueblo canta.
Himnos de unidad levanta
la trascendental Victoria.
Nuestra redentora historia
donde se sembró un mañana
es la fuente donde mana
un grito del corazón:
¡Viva la Revolución!
¡Viva Cuba soberana!
En el 2010 les deseamos éxitos en todas las tareas de nuestra gloriosa y digna obra socialista.
Un fuerte abrazo revolucionario. ¡Venceremos!
Antonio Guerrero Rodríguez
27 de diciembre de 2009
F.D.C. Miami
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