A las cinco se rompen las hostilidades: Calle 13 en la Tribuna Antimperialista, hasta que se agoten las pilas, y a las ocho, en el Sandino de Santa Clara, la finalísima del béisbol --podría decirse, siguiendo la terminología preopotente de los vecinos, que empieza nuestra Serie Mundial, la que enfrentará a los campeones de Occidente con los campeones del Oriente. La Tribuna se llenará de gorras azules --y algunas naranjas, que en La Habana estamos todos--, para disfrutar de la música, y sin tiempo casi para llegar a casa y sentarnos frente al televisor (los que no estemos en la capital villaclareña), y gritar y morir y resucitar por nuestro equipo favorito. Ya les contaré.
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