Pedro Cobo Arciniegas
El 15 de febrero de 1898, el gobierno norteamericano fue el responsable de la voladura del acorazado Maine en el puerto de La Habana. La prensa y todos los periódicos de ese país acusaron a los salvajes e incivilizados españoles del atentado, de la explosión y los muertos, casi todos negros, que el potente artefacto provocó.
Ese fue el pretexto para que el 22 de abril comenzara el bloqueo a Cuba y posteriormente el bombardeo a los principales puertos cubanos y la intervención en la Guerra.
Estados Unidos despojó a España de su otrora fiel Isla de Cuba, de Puerto Rico, Guam y sus posesiones en Filipinas.
El 28 de noviembre de ese año la comisión española de paz se doblegó ante el ultimátum norteamericano donde le exigían aceptar, sin más dilaciones, las condiciones impuestas por Estados Unidos y abandonar difinitivamante la Isla.
El 10 de diciembre los españoles fueron obligados a firman esos acuerdos y la historia continuó dominada por ellos o sus sirvientes hasta el 1 de enero de 1959. Aún queda la Base Naval de Guantánamo en manos de esa potencia.
Para sacar a España de Cuba y Puerto Rico y poner fin al dominio colonial en América Latina explotaron el Acorazado Maine, ahora con iguales propósitos le enviaron un cadáver envenenado, que ha provocado un efecto de terremoto en ese país.
Seguramente le hará mala digestión a los políticos y los puede intoxicar de mala manera. Esa actitud grosera, injerencista y vulgar significará una disminución significativa en la influencia de España en Cuba y otros países de América Latina.
Los norteamericanos siempre afirmaron que el idioma español era bastardo y no podría resistir el poder competitivo del robusto y vigoroso inglés.
Ellos consideraban a muchos españoles como granujas, canallas y degenerados. Tal vez en aquella época existía un periódico tipo El País, diputados a las Cortes como los del Partido Popular y periodistas e intelectuales como aquellos.
Para los cubanos acostumbrados a todo tipo de agresiones y campañas mediáticas, esta será una de tantas en 50 años de plena Independencia, Soberanía y Libertad.
El pueblo cubano junto a los verdaderos españoles e italianos seguirán juntos, aunque les duela al Imperialismo Norteamericano, a la mafia terrorista, a los parlamentarios europeos, a José María Aznar, Esperanza Aguirre, Pedro Almodóvar, Ana Belén y todos los que quieran sumarse a la Indignidad.
Los mercenarios, opositores, disidentes, como quieran llamarlos, son anexionistas al servicio de Estados Unidos, no de España.
Ellos responden a Estados Unidos, que les paga. No a España.
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